miércoles, 1 de julio de 2020


De pandemias y otros asuntos 
en tiempos de confinamiento

David De los Reyes



DE LA DURACIÓN DE LAS PANDEMIAS


i
El tema del coronavirus da qué pensar. Hay que estar consciente de su posible duración y complejidad. Puede que no se contenga por una cuarentema global como la que estamos viviendo. Quince, cuarenta (cuarentena...), sesenta días ayudan a tener un observatorio global de la infección y hasta cierto control de propagación. ¿Erradicación? Algo más incierto. Los anales de la historia médica sobre la peste nos hablan de otros tiempos y duraciones respecto del contagio mortal. Una pandemia de este tipo pudiera prolongarse no por semanas o meses, sino por años y décadas. Y apoyamos las previsiones clínico-sanitarias impuestas temporalmente mientras no se tenga un antídoto seguro y comprobado. Esto lo decimos por el caso que ya se conoce de la misma China. Sabido que esta nación tiene un historial largo de haber sufrido otras pandemias en diversos períodos. En el siglo pasado, para ser más exacto, a partir de 1855, la peste se originó en la provincia de Yunnan, manteniéndose latente por varias décadas. Afectó gravemente a Hong Kong en 1894 y se extendió a otros países cercanos que en un principio, provocó numerosos casos en la India. Se calcula que causó alrededor de 10 millones de fallecimientos entre 1898 y 1918. Alcanzó a lugares tan lejanos como Cuba y Puerto Rico donde se produjeron casos en 1914 (para ciertos especialistas se prolongo hasta 1957). Esto nos dice que, si bien hoy los recursos científicos y técnicos son, en principio, más efectivos y manejables que en el siglo pasado hay que tomar otros factores en cuenta. Su velocidad de expansión. La aceleración y rapidez de las comunicaciones de mercancías y hombres hacen la situación sea en el presente más dramática. La pandemia referida del siglo XIX, como se puede observar, duró propagándose por todo el orbe alrededor por más de sesenta años. Toda una situación que da para reflexionar. Así que consolémonos nuestro espíritu individual colectivo u global que las normativas profilácticas tomadas por muchos de los gobierno del mundo sean realmente pertinentes y que no se extrapole la existencia del virus más allá... por ejemplo, del 2020.

ii
En los años ochenta del siglo pasado, Ronald Reagan y la Margaret Thatcher lanzaron su lema neoliberal: "No existe la sociedad". Efectivamente, ha dejado de existir, por si no se han dado cuenta. Lo que existe en esta etapa del bote de basura del capitalismo mundial (comenzando por China y terminando en países como la capitalista Cuba o Venezuela), lo que existe es el confinamiento global de los individuos. La precariedad como un modelo intensificado y ampliado de rogar a los poderes establecidos para llegar a un magro sobrevivir. Si, realmente la sociedad no existe, todo el mundo en sus casas confinados. Lo que existe hoy, gracias al desarrollo científico para la mortalidad en masa global, (léase guerra bacteriológica tanto viral como "informática"), es la cuarentena exigida por aquellos que la han provocado. Y su mejor símbolo contra la libertad de expresión está en la exigencia de la máscara tapa bocas...todo un motivo para la ya instalada inexistente sociedad SIN expresión.
Quédate en tu casa y cierra la puerta con doble tranca...guardadito estás más sanito....


iii

Propuestas estéticas para los tiempos del rojo confinamiento viral chinesco, 
donde no se buscan "verdades", sino aptitudes, estados sociales de ánimo y miradas temporales


En el arte, con todo este radical cambio de nuestras relaciones con las personas y el mundo que nos rodea o nos entra por la pantalla plana, el presente demanda expresar y explorar. Aprehender las transformaciones que se están operando ahora mismo, tanto en el campo social como en y dentro de nosotros mismos, captar aquello que ya ha cambiado y nos ha cambiado, y aquello que continua transformándose y transformándonos. Como son, a nivel externo y político, los casos siguientes: el populismo psicopolítico se fortalece y surgen formas más coercitivas gracias a la separación de los cuerpos, el contagio incierto, que junto a los requerimientos con la comunidad comienza a exigir mucho más a sus ciudadanos, y así las golpeadas libertades individuales se debilitan gracias a la paradoja de la interconexión digital global, que nos ahoga de protocolos y falsas informaciones, rodeándolos de un halo luminoso de insospechado contagio viral mediático en nuestras vidas.



iv

Sobre el habitar en la filosofía


Ludwig Fuerbach, filósofo alemán del siglo XIX, planteó que la filosofía tenía como condición interpretar el mundo. A ello Marx le sobrepuso sus Tesis, la N° XI para ser más precisos, donde, de forma enfática y teologal, impuso que la filosofía no debía interpretar el mundo sino transformarlo, y ya sabemos en que cayo dicha trasformación: en unos cuántos millones de inocentes (o no) muertos en los campos de exterminio del totalitarismo soviético o del nacionalismo alemán u oriental (China y Corea del Sur siguen siendo buenos y eficientes modelos de ello). Hoy, viendo lo que se ha convertido todo este emplaste rojo viral chino (material genético empaquetado dentro de una cubierta proto-órganica, lista para anclarse en las células del cuerpo y colonizarlo - ¿habrá que hablar de decolonización viral?), a nivel global, la filosofía puede dar otra mirada al asunto. Dentro de sus propuestas anticlásicas modernas o postmodernas y de búsqueda de un cuerpo epistémico de categorias para estructurar una Verdad (universal o global), tiene sus linderos en un pensamiento más urgente y menos seguro, como es la de aprender a habitar mejor el mundo, junto al confinamiento que se ha construido gracias a las expandidas y aéreas estructuras virales casi invisibles, con sus efectos disciplinarios colectivos y patológicos mortales o transitorios. La filosofía, entonces, más que interpretar o transformar, se plantea como aprendizaje y exploración de un saber estar en el mundo confinado que nos rodea, donde las libertades se han borrado y agrupado hacia un instinto individual (a veces colectivo), de sobre vivencia inmediata. Una filosofía que se reafirma sobre lo contingente del día, distante del juego del lenguaje de las esencialidades abstractas de la modernidad con sus utopías, distopías, trascendencias religiosas y disrupciones paralelas, adheridas a un pensamiento crítico acéfalo de cuerpo vivencial. Ante un mundo cerrado, extender la filosofía como habitáculo reflexivo vital, emocional e intelectual para seguir proponiendo espacios y temporalidades abiertos a la experiencia humana en tanto aptitudes cónsonas, en pos de saber medio pisar el suelo movedizo cultural de la incertidumbre e inmersos en el delirio consensual mediático del corral global minado de ignorancia, populismo, cietificismo, cabalismo profético, autoritarismo, totalitarismo digital y otras hierbas afines...


v
¡Bienvenidos al reino de la democracia viral!
¿Dónde está la democracia hoy? Pues nada más y nada menos que en el coronavirus o "peste roja". Nos iguala a todos con los mismos derechos y deberes. Empezando por lo rápido que se expande y se contagia. Y por que a todos nos lleva a confinarnos en casa ¿Cómo lo hace que sea tan democrático? No discrimina a nadie. Irrumpe por encima de las fronteras, de los colores de la piel y tampoco te salva tu condición social (ricos, pobres, machistas, feministas, católicos, judíos, musulmanes y toda la caterva de las especies del reino animal humano).

P.D.: Por lo que parece ser según los estudiosos, aún quedan unos cuantos virus por descubrir, como unos....300mil que andan sueltos por ahí...toda una diversión para los virólogos, biólogos, médicos e interesados en el tema. Además de los actos de habla que generan...

vi

Carta de Gea al planeta

Queridos ciudadanos del planeta:
Gracias a la cuarentena global, gracias al coronavirus, yo, Gea, les recuerda que al menos he dejado de recibir 200000 botellas de PLÁSTICO por MINUTO de Coca-Cola al día (es decir 288 millones de potingues plásticos por día) ....imaginen ahora cuantas más pueden dejar de aparecer sobre la faz de la superficie de mi cuerpo en la biósfera de las otras marcas de refrescos contaminantes, por sólo decir uno de los productos más populares y contaminantes del ambiente...la sumatoria total la haré al terminar estos días que he tenido de tranquilidad de la acción humana que no se cansa de contaminarme en vez de pensar lo que me maltrata. Estamos contra la tesis 11 sobre Fuerbach de Marx cuyo enunciado es: "Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo". Estoy con los filósofos conservadores de mi existencia para las generaciones futuras, no con los explotadores de los recursos (transformación...) sin límites ni consciencia de contaminación ambiental.

Att.,
GEA...