sábado, 8 de abril de 2023


Premio Cervantes 2022


Rafael Cadenas 


en la senda encendida de la honestidad


Claudia Furiati Páez

Foto de Ernesto Constante. Intervención: DDLR2023

 

“Camino dejándome”, pacta Rafael Cadenas (Barquisimeto, 1930) en el párrafo de cierre de su prólogo que recopila buena parte de sus entrevistas, donde seguidamente conviene: “Las respuestas van perdiendo cierto tono, un poco como de sabedor, para adquirir otro de tanteo que se aviene más con quien fue un buen lector de Mairena que solía poner en guardia contra sí mismo a sus alumnos. Es el tono que me corresponde hoy cuando trato de vivir sin asideros mentales, sin istmos, sin cargas, abierto, en actitud de inquirir”.

Es el tono de lector vital que cultiva el Premio Cervantes 2022, el mismo que ha mostrado y compartido con quienes siguen su obra lírica y ensayística desde hace más de seis décadas y a los nuevos que se aventuran a conocer más sobre esta ars poética guardiana de la palabra exacta. A éstos especialmente queremos dedicar las siguientes líneas en las que ofrecemos, con ayuda de algunos estudiosos del devenir cadeniano, aproximarlos a su obra lírica y ensayística, la que le ha valido el máximo reconocimiento literario de la lengua castellana y que recibirá el próximo 23 de abril.

En el camino del descubrimiento

Comprender este legado pasa por reconocer la naturaleza de lector y defensor del lenguaje que ha profesado Rafael Cadenas desde sus primeros textos. “…personas distraídas me tienen por escritor -asoma en otro prólogo, segmento donde suele dejar pistas de sí -. “En realidad, nunca me he sentido como tal, profesionalmente, soy más bien lector. Los libros se apoderan de mí con más facilidad que el impulso de escribir…El no escritor cae, recae y vuelve a caer deserción…y espera tal vez demasiado de los libros, espera seguramente lo que no pueden dar: una revelación que lo mude, que lo ponga en el camino de mayor descubrimiento”[1].

            En esa senda del asombro nos hemos acostumbrado a seguirlo “dejándonos” como lectores. Bien lo dice una de sus más asiduas indagadoras, Moraima Guanipa, se enfrenta uno a un texto poético que “reclama”, una ética como lector “un compromiso de interpretación y de fidelidad”[2]. Y parte de la clave en ese acompañamiento al poeta venezolano ha residido en el ejercicio de lo que algunos describen como su acto de despojamiento verbal y existencial, del lenguaje y del yo, que practicó gradualmente desde la publicación de sus primeros poemarios universales como son Una isla (1958) y Cuadernos del destierro (1960), pasado por el icónico Intemperie (1977) hasta llegar hoy a imaginarios contrapunteos con otros universales escritores en sus Contestaciones (2018).

             Una voz que se deja ser

            Un devenir que trazó una parábola entre la voz mítica de sus primeros versos a la voz mística de los que posteriormente emergieron, como señaló tempranamente el filósofo Ludovico Silva: “Después de haber aprendido a hablar el lenguaje de los mitos oceánicos, Cadenas ha aprendido la voz seca y metálica de la pura verdad, al fondo de sí mismo, al fondo de su ser”[3]. He aquí una cualidad de su noción poética, su vínculo con la existencia, al ofrecer un arte que se “aprehende a la vida y convierte en extraordinario lo ordinario”.[4]

             El poeta ha reconocido el influjo del budismo zen en ese “dejar ser” (wu wei) que impregna a sus versos libres, prosas y aforismos generando conmoción en quien los lee:

            “Lo místico es esta libertad vacía que arranca de la supresión de la anestesia del lenguaje, y de la supresión de todo metalenguaje. Súbitamente lo real se hace real. Pero no por el concurso de ninguna ‘inteligencia sentiente’ sino con el concurso de la nada”, conviene Cadenas en sus Apuntes sobre San Juan de la Cruz. Y esa vacuidad se manifiesta en muchas ocasiones acompañada de un inquietante silencio. Es éste otro recurso usado como metáfora en su poesía la palabra se hace impotente; “desposesión” del yo inquiere el catedrático Guillermo Sucre. “abolir el yo y su desmesura imaginante para acogerse a lo justo, a lo verdadero, aunque parezca lo precario.[5]

            Ofrenda al mutismo para dejarse estar o en palabras del citado Sucre recurrir a “la palabra silenciosa”, aquella que “nos devuelve tanto a la inmediatez como al misterio de la realidad”… Así lo plasma en unos versos de Memorial (1970): “Enmudezco / en medio de lo real / y lo real dice con su lenguaje lo que yo guardo…Callo no voy más allá de mis ojos / me consta este alrededor”. Es la renuncia del sujeto a ser el centro de la reflexión, sino parte de este diálogo con el mundo, ese ser en las cosas.

En palabras de Sucre: “También la obra de Rafael Cadenas se inicia con el deslumbramiento ante los poderes verbales y de la imaginación. Pero su ruptura con todo eso se va haciendo más radical. ¿El radicalismo de Cadenas? Quizá no haya nada más sencillo y a un tiempo más complejo. Cadenas no es un naíf ni un místico, mucho menos un esteta. Lo que busca es regresar a una relación directa con el mundo y que la palabra sirva a esa relación. Me parece que así lo sugiere en un poema de uno de sus últimos libros: «Voz antigua, / ocultabas la ruta./ Ahora ocupas tu puesto./ Ya no hay conjuro». Ya no la palabra encantatoria, ni siquiera le mot juste, sino la palabra que ocupa su puesto; ya no es el mero despojamiento, sino el despeje que abre la verdadera ‘ruta hacia lo real`”[6].

            Bordeando el lenguaje

Si de algo se confiesa “encadenado” este poeta contemporáneo es a su misión de custodio de la lengua como el vehículo para la configuración del individuo / ciudadano. Por tanto, su consternación al testificar una y otra vez la “desintegración del idioma”, especialmente el español. Le toca en los orígenes como lector: “Me emociona pensar que las palabras que yo pronuncio son las mismas que pronunciaba, por ejemplo, Cervantes, o encontrar en sus obras las palabras de mi infancia, oídas tantas veces en boca de mis abuelos o mis padres, o compañeros de la escuela o de juegos. El lenguaje está cargado hasta los bordes del tiempo. Nos sumerge en el pretérito o nos lo trae a nuestro hoy. Rezuma formas de vida por todos sus poros y él mismo es forma”[7].

            En esta cruzada, además de elocuente su ensayística, poesía y cátedra universitaria, también lo ha sido su oratoria especialmente ante la crisis democrática que viene padeciendo su natal Venezuela desde hace más de dos décadas. “Hay palabras tan principales como aquélla, por ejemplo, libertad, justicia, democracia, civismo, honestidad; las cuales cuando se ausentan de un país tornan muy difícil para sus ciudadanos el hecho de vivir realmente”[8]

            Escuchar sus mensajes y reflexiones de gran “temple moral”, son un aliciente al venezolano desvalorizado en su gentilicio por un régimen que lleva más de dos décadas instalado y coartando libertades y ejerciendo una hegemonía de lenguaje. María Fernanda Palacios, coterránea y reconocida profesora de literatura, destaca esta condición del discurso cadeniano que “hace contraste”. “En donde quiera que hable Cadenas se escucha otro temple, ese que nace cuando ya no se es rehén de la esperanza, cuando se ha visto el vacío y la destrucción que esparce esa palabra, sinónimo también de utopía”[9].

“Barbarie” es otro término al que frecuenta contrastar ante el discurso del poder. Un ejemplo es la respuesta que da a la pregunta sobre el rol ético del poeta y el poema ante esta impuesta condición deshumanizadora: “Se suele pensar que la poesía puede hacer muy poco frente a la barbarie porque sólo le interesa a una ínfima minoría, pero esta es una legión del espíritu y a través de ella actúa la poesía, llegando así a ámbitos más amplios. En todo caso, lo más importante es el desarrollo de la conciencia; en tal sentido, la lectura, pero no sólo de poesía, es decisiva”[10].

Los ecos del camino

Y sí, la lectura ha sido primordial para Cadenas en su formación como “artesano de la palabra”, siguiendo la obra de otros virtuosos de este oficio. Los convoca junto al escritor Antonio López Ortega: “Puedo mencionarte a Whitman, Rilke, Michaux, Cavafy, Pessoa, Williams, pero son muchos más, y en medio de sus voces se trata de encontrar la propia. En prosa, dentro de nuestro idioma, Alfonso Reyes, Antonio Machado, Baldomero Sanín Cano, Pedro Salinas, Jorge Luis Borges, Gabriela Mistral, Octavio Paz, Fernando Savater y, por supuesto, otros, porque la lista es larga... He de decirte que he leído mucho a los españoles, desde los clásicos del siglo XVI hasta los de hoy”[11]. Recuento al que sumamos textos de la filosofía oriental: vedántico, taoísmo, budismo zen y por el lado occidental de pensadores como Jung, Watts, Paniker.

            De igual manera, la decantación de su propia voz poética ha pasado por la escritura de una docena de poemarios, además de los ensayos, cuadernos de apuntes y aforismos a los que tiene gran estima. Confiesa guardar una mayor afinidad con Memorial (1977)Gestiones (1992) y Sobre abierto (2012)Contestaciones (2018) y los son por el hecho de la sencillez y brevedad de sus estrofas. Esta inclinación la atribuye a “cierta urgencia por ir directo al blanco” y a su gusto por leer que no lo deja salir de la “escritura breve”[12].

            Voz que se bifurca y se enmascara para ofrecer multiplicidad de tonos y sensibilidades de los personajes en los que se desdobla el poeta. Lo define Moraima Guanipa como una dialéctica instaurada entre el yo del poeta y el yo del lector, para así hacer posible “un nosotros dialogal”. Ese que se manifiesta en el siguiente aforismo de Memorial:

“La palabra no es el sitio del resplandor, pero insistimos, insistimos, 

nadie sabe por qué”,

Un texto que, según la citada periodista y poeta, “reclama a un lector dispuesto a nadar en la incertidumbre y perplejidad, capaz de seguir las tentativas del poeta por mostrarnos otra vía: la ‘encendida honestidad´”[13].

Y esa senda trazada es además al descampado y sin ropajes líricos y retóricos que le distraigan como lo define en su magnífico Intemperie (1977), y aunque el poeta no lo cuente entre sus predilectos, ha sido un poemario seminal del registro cadeniano, pues en él queda grabado el arte poética que lo signa: “Que cada palabra lleve lo que dice. / Que sea como el temblor que la sostiene. / Que se mantenga como un latido”, para más adelante rematar “Seamos reales/ Quiero exactitudes aterradoras /Tiemblo cuando creo que me falsifico”.

Muy por el contrario a ser deshonesto en su decir, el quehacer poético de Rafael Cadenas es admirado por su naturalidad y autenticidad de lo que llamó “inestilo” (ausencia de estilo), al tan solo procurar la “expresión necesaria” o exacta resumida en : “asentimientos que no se transforman en certezas inexpugnables; asombros que no llegan al éxtasis de las revelaciones; acordes, sí, como en música; pactos necesarios y transitorios con los hechos, y también negaciones, siempre que éstas no sean un pero al mundo”[14].

Como bien ofrece pistas de ese tránsito lector, indica María Fernanda Palacios que ha de hacerse “en presente” y considerando las “contradicciones y grietas” que definen el momento. “Pero el registro en que su palabra resuena cuando se trate de un poema o de un aforismo no es el mismo con que resuena en una entrevista. Algunos lectores se apresuran, no escuchan el temblor que acompaña a la palabra o su silencio…” [15].

            Una discreción que también espera el poeta de quien lee sus “dichos”, tan solo escuchar a “un viviente”, a “alguien que ha vuelto a casa”, a “quien puede reconducir a otro comienzo” (Gestiones, 1992). Así entre ambos, escritor y lector- como nos alienta Moraima Guanipa, continuar transitando un diálogo quedo y honesto:

            “Y nosotros los lectores, también en silencio, seguimos al poeta en su camino, tratamos de acompañarlo en la construcción del sentido, porque sabemos e intuimos que la escritura poética se completa en la lectura. La poesía no es un hecho dado e inmutable al cual el lector asiste pasivamente como testigo o espectador. El lector es coautor, compañero silente del poeta en su discurrir, una tarea nada fácil, que exige nuestro compromiso. Leer a Cadenas es leernos”[16].

            Perfil de un Cervantes

“Más que piloto de su andanza, la de alguien a quien le cuesta decidir y por eso es llevado…” así percibe su propio paso el Premio Cervantes 2022. Sin embargo, constatar las estaciones recorridas a lo largo de sus 93 años de vida, hasta el momento que hoy hace al mundo de la poesía y la lengua castellana festejar su hacer poético, lo confirma conductor de su verso y su cotidiano universo.

Considerado uno de los más trascendentales poetas vivos latinoamericanos, pertenece a la llamada generación de escritores del 58, de su natal Venezuela. Junto a él, Salvador Garmendia, Manuel Caballero, Jesús Sanoja Hernández, Arnaldo Acosta Bello, Eugenio Montejo, Darío Lancini, Adriano González León, Guillermo Sucre y Ludovico Silva compartieron aulas, pensamientos, escritos y en muchos casos militancia en las ideas de izquierda. Configuraron parte de la intelectualidad de la democracia y fueron personajes notorios a partir del 58, cuando cayó el dictador Marcos Pérez Jiménez y pudieron salir de la clandestinidad o retornar del exilio como ocurrió a Cadenas proveniente de Trinidad y Tobago. De allí traería sus “notaciones” para Una isla (1958) y Los cuadernos del destierro (1960).

A partir de entonces siguió apostando a las formas versiculares reunidas en Falsas maniobras (1966); Memorial (1977), Intemperie (1977), Anotaciones (1983), Amante (1983), Dichos (1992), Gestiones (1992), Apuntes sobre San Juan de la Cruz y la mística (1995), Sobre abierto, (2012), En torno a Basho y otros asuntos (2016) y Contestaciones (2018). Intercalados vieron luz ensayos, entre los que destacamos En torno al lenguaje (1985) y Anotaciones de San Juan de la Cruz y la mística (1995).

Una prolija trayectoria que además ha combinado a cabalidad con su carrera de académico en la Escuela de Letras de la UCV y de investigador de la lengua. Por ello recibió la beca Guggenheim en 1986, además de dos doctorados Honoris Causa otorgados por la Universidad Central de Venezuela y por la Universidad Simón Bolívar de su país.

Su obra ha sido merecedora relevantes galardones entre los que se cuentan el Premio Nacional de Ensayo en 1984, el Premio Nacional de Literatura en 1985, el Premio San Juan de la Cruz en 1991, el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances en 2009; así como los tres más importantes de Iberoamérica, el Premio Internacional de Poesía Ciudad de Granada Federico García Lorca en 2016, el Premio Reina Sofia de Poesía Iberoamericana (2018) y el Premio Miguel de Cervantes (2022).


Foto: El Impulso Intervención: DDLR2023





 

BIBLIOGRAFÍA

Cadenas, Rafael.  Entrevistas, San Felipe: Grupo La Oruga Luminosa, Fondo Editorial para la Región Centro Occidental, 2000.

-        Apuntes sobre San Juan de la Cruz y la mística, Caracas: Fondo Editorial Orlando Araujo, 1995.

-        En torno al lenguaje, Caracas: Ed. Dirección de Cultura UCV, 1985.

Guanipa, Moraima. Hechura de silencio. Una aproximación al ars poética de Rafael Cadenas, Caracas: Fondo FHE-UCV, 2002.

López Ortega, Antonio, Guanipa, Moraima, Rivera, Nelson, Ramírez, Ricardo. 4 voces sobre Cadenas (Caracas: AB Ediciones, Colección Ediciones Especiales, 2018).

López Ortega, Antonio. “La realidad es el misterio absoluto”. Cuadernos Hispanoamericanos, N° 780, Junio 2015.

Palacios, María Fernanda. “Otro temple: sobre Rafael Cadenas”. Cuadernos Hispanoamericanos, N° 780, Junio 2015.

Posada, Claudia. “Contra la barbarie de la propia inspiración”. Revista La palabra y el hombre, N° 127, Jun-Sep. 2003.

Silva, Ludovico. “Parábola del desterrado”. En La poesía, la vida. En torno a Rafael Cadenas, Caracas: Fondo Editorial FHE – UCV, 1999.

Sucre, Guillermo. “La metáfora del silencio”. En La poesía, la vida. En torno a Rafael Cadenas de varios autores, Caracas: Fondo Editorial FHE – UCV, 1999. 



 



[1] Rafael Cadenas, Apuntes sobre San Juan de la Cruz y la mística (Caracas: Fondo Editorial Orlando Araujo 1995), 9.

[2] Moraima Guanipa. Hechura de silencio. Una aproximación al ars poética de Rafael Cadenas (Caracas: Fondo FHE-UCV, 2002), 17.

[3] Ludovico Silva, “Parábola del desterrado” en La poesía, la vida. En torno a Rafael Cadenas (Caracas: Fondo Editorial FHE – UCV, 1999), 19.

[4] Guanipa. Hechura de silencio…43

[5] Guillermo Sucre, “La metáfora del silencio” en La poesía, la vida. En torno a Rafael Cadenas de varios autores (Caracas: Fondo Editorial FHE – UCV, 1999), 316

[6] Guillermo Sucre, “La metáfora del silencio” en La poesía… 315

[7] Rafael Cadenas, En torno al lenguaje (Caracas: Ed. Dirección de Cultura UCV, 1985). 24-25.

[8] Rafael Cadenas. “Discurso Premio Reina Sofía Poesía Iberoamericana” en 4 voces sobre Cadenas (Caracas: AB Ediciones, Colección Ediciones Especiales, 2018).

[9] María Fernanda Palacios, “Otro temple: sobre Rafael Cadenas”, Cuadernos Hispanoamericanos, N° 780 (Junio 2015), 31

[10] Claudia Posada, “Contra la barbarie de la propia inspiración”, La palabra y el hombre, N° 127, (Jun-Sep, 2003), 111.

[11] Antonio López Ortega “La realidad es el misterio absoluto”, Cuadernos Hispanoamericanos, N° 780 (Junio 2015), 7.

[12] Posada, Claudia, “Contra la barbarie de la propia inspiración”, 111.

[13] Guanipa, Moraima. Hechura de silencio…102

[14] Palacios, María Fernanda, “Otro temple: sobre Rafael Cadenas”…32

[15] Palacios, María Fernanda, “Otro temple: sobre Rafael Cadenas”…35

[16] Moraima Guanipa, “Rafael Cadenas: lenguaje y misterio” en 4 voces sobre Cadenas (Caracas: AB Ediciones, Colección Ediciones Especiales, 2018), 7.

 

lunes, 3 de abril de 2023

                                          


Del Cuento Chino de TikTok de todos los días

David De los Reyes


 


Imagen: Murciélagos Florales Vegetales RSV/DDLR2023

Nos levantamos leyendo en `L` Express que la red china TikTok se ha convertido en el enemigo público nº 1 de los norteamericanos. Una red que nos presentan coreografías de todo tipo, miradas de glamur irreal hasta tutorías de bricolaje. Todo junto y al mismo tiempo, pero el tema no se queda ahí. En una época que hemos cambiado nuestras conductas cotidianas no por motivos ideológicos, sino por la introducción constante de dispositivos inteligentes, nos hemos reducido en aceptar la triada hombre-teclado-pantalla como forma de conducta móvil-estática. A la histeria colectiva de muchos intelectuales en estos meses sobre la aparición y puesta en práctica de la IA, sería bueno también tomar en cuenta las apreciaciones de los especialistas sobre esta peste china red-ial tiktokera. Una aplicación que ofrece una serie de filtros seductores y gangs particulares que han atrapado a los adolescentes. Y si antes los estudiosos de la comunicación se preocuparon por los efectos de la tv desde la infancia a la adultez, (el reconocido psicólogo norteamericano John Coundry la llamó “ladrona del tiempo”), pudiéramos arriesgarnos a decir que TikTok pudiera ser la “ladrona de la inteligencia” (. además de "ladrona del tiempo"... ¿cuántas horas pasas en las pantallas?...). El caso es que los adolescentes pasan más y más horas en ello y los adultos comprenden menos que menos el factor TT. La edad en la que comienzan a explorar los niños esta aplicación es desde los 8 años.

Es la aplicación que ocupa en este momento el mayor número de las conexiones y conversaciones globales. Se sabe que muchos internautas usan esa red como buscador de temas de su interés antes que utilizar Google. De esta forma las apreciaciones del pasado reciente sobre Facebook, Instagram y Twitter nos han mostrado que tales redes sociales nunca son neutrales. Sus logaritmos nos presentan a nosotros las páginas que tienen un interés oculto, bien sea comercial, político, o simplemente influenciador, colocando una máscara a otros contenidos que no son de interés para el mecanismo del logaritmo en función del gusto consumidor de las masas. La publicidad se ha desplazado de marco representativo. Ampliando la presencia de manipuladores que utilizan un sinfín de falsos contenidos, estas plataformas pueden, rápidamente, transformarse en campos de batallas donde podrán reinar la elucubración peligrosa, contenidos de odio, racismo y propaganda deshonesta, por decir algunos de los “preparados virtuales”. Desplazando los hechos concretos y determinantes del acontecer humano. La historia del día es el cuento virtual de hadas macabro colocado en la noche. La historia del mundo queda reducida a la banalidad del acontecer subjetivo y sus seguidores.

Es así que surge una preocupación por lo que nos ha mostrado la voluntad de poder virtual de esta red. En ella se encuentra la presencia, la influencia, la direccionalidad de una masa global guiada por los intereses de un estado autoritario, como lo es China, la cual se ha mostrado que sabe bailar muy bien la danza de los bites, a través de la casa matriz de TikTok. Una aplicación que capta la mirada y las emociones de los adolescentes, desplazando la capacidad de saber estar en el mundo y al menos medio intentar comprender por dónde navega la realidad del presente. Sin saber quién está detrás de TikTok y cómo te transforma tu vida.

 

sábado, 1 de abril de 2023

 El libro digital en español 

en la otra pandem[IA]

Claudia Furiati Páez*

Periodista cultural e investigadora. 

Maestría en Gestión y Políticas Culturales de la UCV





        

Resumen:

El dominio de la llamada cultura GAFA (acrónimo de Google, Apple, Facebook y Amazon), ha traído como resultante una práctica cotidiana mediada y condicionada por los algoritmos desarrollados por estas plataformas tecnológicas. Es dicho entorno 4.0 una manifestación de la Economía bajo demanda o de la Atención, al haber acelerado el surgimiento de modelos de negocios disruptivos, al tiempo que las desigualdades sociales, tras el paso de la pandemia Covid19 (García Canclini, Harari). Las Industrias creativas globales como la editorial, por ejemplo, han logrado integrar el componente innovación como una filosofía de la colaboración mediada por las tecnologías de información y comunicación en su cadena de valor. En el caso del mercado hispanohablante, para el formato de publicación electrónica y auditiva los indicadores se dispararon entre 2019 y 2020 según reveló una investigación de Bookwire.es. representando para el año de la Pandemia un ingreso por ventas de 113% superior al año anterior. Un pico que para el caso de América Latina se multiplicó alcanzando un 278% de crecimiento interanual en consumo de ebooks. Ecuador no ha sido la excepción y reportó un 135% en expansión de la demanda de libro digital en el último año. Por tanto, si bien se lee más en la era exponencial no es menos cierto que el sector debe velar por el tipo de contenidos que mediante estos innovadores formatos podremos ofrecer asumiendo la lógica GAFA.

Palabras clave: Libro digital, innovación, inteligencia artificial, hispanohablante, economía de la atención, redes sociales, GAFA

             Abstract:

The domain of the GAFA culture (acronyms for Google, Apple, Facebook and Amazon), has resulted in a daily practice mediated and conditioned by the algorithms developed by these technological platforms. This 4.0 environment is a manifestation of the Economy on demand or of Attention, having accelerated the emergence of disruptive business models, along with social inequalities, after the passage of the Covid19 pandemic (García Canclini, Harari). Global Creative Industries such as publishing, for example, have managed to integrate the innovation component as a philosophy of collaboration mediated by information and communication technologies in their value chain. In the case of the Spanish-speaking market, for the electronic and audio publication format, the indicators skyrocketed between 2019 and 2020, according to an investigation by Bookwire.es. representing for the year of the Pandemic a sales income of 113% higher than the previous year. A peak that in the case of Latin America multiplied reaching 278% year-on-year growth in ebook consumption. Ecuador has not been the exception and reported a 135% expansion in the demand for digital books in the last year. Therefore, although more is read in the exponential era, it is no less true that the sector must ensure the type of content that through these innovative formats we can offer assuming the GAFA logic.

Keywords:

Digital book, innovation, artificial intelligence, Spanish-speaking, attention economy, social networks, GAFA

 

Introducción

¿Y cuál viene siendo esta otra pandemia a la cual aludimos en el título de este texto? La que ha llevado a la humanidad a una condición de inmersión continua dentro del mainstream globalizador propio de la actual Era Exponencial[1]. ¿Y por qué nos respaldamos en este término amplificador para condicionar el momento que como civilización transitamos? Porque el mismo expresa la cualidad del tiempo dominado por la cultura GAFA (acrónimo resultado de la conjugación de las gigantes tecnológicas Google, Apple, Facebook y Amazon), en la cual la cotidianidad está mediada y en muchos casos condicionada por los algoritmos direccionados desde estas plataformas tecnológicas.

 

Sea el Internet de las Cosas (IOT), la Inteligencia Artificial (IA), los Vehículos Autodirigidos, la Impresión 3D, la Computación cuántica, la Nanotecnología o la Biotecnología, es el entorno 4.0 una manifestación de la economía bajo demanda sobre la cual vaticinó Klaus Schwab hace casi una década. Es la llamada 4ta. Revolución Industrial [2], cuyos modelos de negocios disruptivos han proliferado tras el paso de la pandemia Covid19, en paralelo a las desigualdades sociales ya diagnosticadas por investigadores de las ciencias sociales como García Canclini o Yuval Noah Harari. Sobre ello ahondaremos más adelante.

 

Las industrias creativas no han sido la excepción como blanco de estas “externalidades”, pues como bien describe Carlos Delgado Flores[3] sus emprendimientos incorporan además del componente innovación, la filosofía de la colaboración mediada por las tecnologías de información y comunicación en su cadena de valor de bienes y servicios basados en la propiedad intelectual. Son una de las manifestaciones más inspiradas de la sociedad del conocimiento al involucrar a la arquitectura, artes visuales y escénicas, artesanías, cine, diseño, editorial, investigación y desarrollo, juegos y juguetes, moda, música, publicidad, software, TV y radio, y videojuegos, como bien determinó el investigador inglés John Howkins.[4]

 

Tras dos años de pandemia, se aprecia un desigual desempeño entre las distintas manifestaciones de la también llamada economía naranja (valoración cromática para distinguirla de otras vertientes como la ecológica), resultando afectadas de forma negativa aquellas que fundamentan su accionar por mediación y movilidad territorial, por las pautas gubernamentales de confinamiento y bioseguridad: cine de sala, festivales escénicos, conciertos en vivo, exposiciones, salas de lectura. Mientras que las expresiones en modalidad híbrida facilitadas por la tecnología streaming tuvieron una escalada favorable: contenidos multimedia, podcast, recitales íntimos, tv y radio digital, video juego y editorial electrónica. Sobre esta última, versaremos el presente análisis, pero centrándonos en el mercado de habla española, al ser la industria, o mejor decir, ecosistema del libro y la lectura el que nos ocupa como campo de interés.

 

Específicamente el desempeño de este sector en el escenario para Latinoamérica no solo mantuvo esta regla, sino que sobresalió en cuanto a su crecimiento acelerado, impulsado por la necesidad de consumir contenidos de las plataformas librescas, ante la imposibilidad de visitar recintos como librerías, bibliotecas o ferias editoriales. Un pico que para el caso de América del Sur (encabezada por Argentina, Colombia y Chile) se multiplicó al alcanzar hasta 278% de crecimiento interanual en consumo de ebooks [5]. Ecuador no ha sido la excepción y reportó un 135% en expansión de la demanda de libro digital en último año [6](La Hora Ec 2021). Por tanto, es afirmativo que se lee más en la era exponencial, pero también confirma que el sector debe velar por el tipo de contenidos que mediante estos innovadores formatos podremos ofrecer a partir de la misma lógica de la cultura GAFA.

 

Leer la era exponencial

 

            La pandemia fue la aceleración de tránsito del consumo cultural al de acceso de este tipo de contenido disponible en plataformas, y que para Néstor García Canclini, pionero de los estudios culturales el Latinoamérica, signa una mutación que inició en 2015 cuando Google compró de Alphabet, “una entidad que articula el motor de búsqueda con los demás departamentos de la empresa: el repertorio de videos (YouTube), servicios de cartografía (Google Maps y Street View), departamento de información sobre salud y educación (Calico y Google for Education), sobre objetos conectados y domótica (Nest Labs), sobre urbanismo (Sidewalk Labs), un fondo de colocación de capitales (Google Capital) y varios más”[7]. En suma, una infiltración de estos productos y servicios en la vida de los ya no consumidores, tampoco prosumidores[8], sino de lo que pudiésemos calificar de dataístas.

 

            El historiador Yuval Noah Harari describe esta condición como la de un feligrés del “Dataismo” [9]. Es decir, el practicante de “la religión de los datos”, donde es la mano invisible de flujo de impulsos la que pauta el devenir del ciudadano. En lo que refiere a la creatividad incentivada por un mayor tiempo de ocio generado de la automatización de procesos, asegura que  la expresión de las emociones “no será un fenómeno místico cuando en un futuro cercano un algoritmo de aprendizaje automático quizá analice los datos biométricos que surjan de sensores situados sobre y dentro de nuestro cuerpo, determine nuestro tipo de personalidad y nuestros humores cambiantes y calcule el impacto emocional que es probable que una canción concreta (…) pueda tener en nosotros”.[10] O quizás también, podemos aventurar, en el caso de algún pasaje narrativo o un verso alado.

 

¿Puede ser esta condición dócil, la naturaleza de quienes demandan o descargan vía Google Libros?, para continuar con el “Santo de las Búsquedas”. La teoría evolutiva a decir del historiador Roger Chartier ayuda en gran medida a comprender la mega transformación de estos ecosistemas del libro a partir de una “lógica de tópicos, rúbricas, palabras clave”, lo cual afecta la experiencia del lector[11]. ¿Y cómo? Pues el mismo queda a merced de los que el algoritmo de la plataforma considera es su preferencia, su frecuencia, y su capacidad de gasto de consumo lector. Incluso, advierte que la separación sufrida entre el soporte libro (ejemplar impreso) y su contenido, convierte a estas plataformas en poderosos aparatos para “la diseminación de errores, falsificaciones, verdades alternativas y fake news”.[12]

 

En un diálogo que sostiene este especialista libresco con el investigador en comunicación digital Carlos A. Scolari (28), destaca que la transformación vivida por la cultura escrita en este despuntar del S.XXI, contrario a fases históricas pasadas, se produce de forma simultánea y a una alta velocidad. Lo describe como un fenómeno radical pues en esa pantalla iluminada que es el soporte, confluye el acto de leer y escribir, lo que plantea una discontinuidad del proceso evolutivo de los géneros discursivos por un lado y en las prácticas lectoras por el otro. Estas últimas respondían a la “lógica del viajero” (territorialidad), de poder entrar un establecimiento atestado de anaqueles en búsqueda de un título y salir quizás con otro no buscado pero que te ha escogido como lector. Nos dice “si todo el comercio del libro quedara en manos de Amazon o de empresas semejantes se perderían las felicidades de las peregrinaciones a librerías”[13].

 

Su interlocutor, Carlos A. Scolari, mucho más integrado a la teoría de la ecología de medios, aunque reconoce que las transformaciones socio-tecnológicas han afectado al circuito editorial tradicional, éste no logró avizorar la potencialidad y reanimación que una innovación como textos en red brindarían a su industria. “Las soluciones creativas siempre vienen de gente que trabaja fuera del sistema…Jeff Bezos, el fundador de Amazon, no era librero ni bibliotecario. Su negocio era el comercio electrónico”, observa[14]. No obstante, reconoce que la corporación podría de así proponérselo manipular los datos que recaba de sus usuarios, de manera exponencial. Ese big data implicado en la lectura es por una parte información útil para los diferentes actores del ecosistema, pero también implica “una dimensión de vigilancia y control que no podemos obviar”.

 

Volviendo a García Canclini, quien también ha profundizado en las formas de consumir libros, ante el efecto amplificador de lo digital o lo viral, prefiere hablar de competencias lectoras, entendidas como “aquellas destrezas para localizar, seleccionar o interpretar la información”[15] que tiene un individuo. Y estas habilidades fueron sin duda reforzadas durante el confinamiento planetario como veremos en la revisión de un reciente estudio de mercado del libro electrónico realizado por el proveedor de servicio de publicaciones digitales danés Bookwire[16].

 

Amplificar la visión vocacional

            Unos datos elocuentes para dimensionar este cambio, son los resultados de un autodiagnóstico realizado entre algunos actores del ecosistema del libro en mercado de habla hispana, acerca de su desempeño dentro de la era exponencial y previo al episodio vivido del Covid19. Esta consulta fue dirigida por la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, y en la misma se describe “un panorama en el que los profesionales tratan de conjugar una visión vocacional – la mística del libro- con la necesidad de dotar de viabilidad económica sus actividades”. [17]

 

Dentro de las cualidades de una industria de tradición, observan sus promotores, que la innovación ha jugado históricamente un rol favorable a la permanencia del libro como objeto desde sus primeros soportes en la antigua Mesopotamia al presente con el e-book. Y este hoy lo enfrenta a desafíos como concientizar al usuario / prosumidor que se trata de una industria creativa que “tiene como base a la retribución de activos intangibles o del contenido (propiedad intelectual) para la práctica totalidad de sus modelos de negocio”. E igualmente aspira fortalecer sus atributos vía soft innovation para reconquistar posiciones del mercado, perdidas frente a las mencionadas “plataformas de la nube” definidas por el politólogo inglés Nick Snircek[18], cuyos ingresos mayores son derivados de una propuesta de valor alterna a su oferta de contenidos librescos.

 

            De acuerdo a esta visión redimensionada, el mundo del libro 4.0 es sostenible para sus protagonistas, en la medida en que actúen de forma colaborativa en reducción de ineficiencias y sobrecostes, “derivados de la fragmentación, la excesiva complejidad y las inercias”[19] (2019, 11). Factores que en la práctica se traducen en la desaparición de eslabones como las librerías o las bibliotecas, espacios de resiliencia ciudadana y reserva de su memoria.

 

Otro elemento determinante que condiciona a la industria creativa editorial es reconocer la complejidad de sus procesos. Por una parte, evidencia una interacción humana en toda su cadena de valor, así como en una laboriosa mecánica, mientras por el otro protagoniza la expansión y la disrupción que producen la tecnología digital y los esquemas de negocio basados en plataformas de internet. La gestión de esa complejidad es uno de los atributos del ecosistema identificado en este estudio como binomios: mística y negocio, colaboración y conflicto e innovación y tradición. Sobre este último, que alude a lo señalado en el inicio de este párrafo, los aportes de la consulta generaron el siguiente gráfico de ejes cartesianos, donde el vertical contempla en su parte superior a la Tradición vinculada al soporte del libro impreso y sus modelos de negocio y en la inferior la Innovación asociado a las plataformas digitales que impulsan la cultura GAFA. Mientras el eje horizontal lo conforman desde izquierda a derecha, los problemas y las fortalezas que los condicionan:[20]




Figura 1. Binomio Tradición – Innovación

 

Fuente: Estudio FGSR, 2019


           

 

Se aprecia que el cuadrante con más peso es el referido a los problemas que genera lidiar con los procesos de innovación, y entre ellos dos (#9 y #12) tamaño y financiamiento del negocio y que se vinculan con la posibilidad de hacer contrapeso al “oligopolio de las plataformas”. La solución que desde el mismo sector emerge es derribar las barreras que impone una “estrategia de silos”[21] y establecer modelos colaborativos con otros emprendimientos creativos, en otras palabras “aprender a trabajar en la frontera”[22].

De igual manera, el gráfico muestra como virtudes del cuadrante Tradición y Fortalezas aquellas asociadas con la capacidad de adaptabilidad ante el manejo de lo complejo (#2), los escasos recursos (#4) y la colaboración entre competidores (#5). En esa misma línea, son puntos fuertes asociados a la Innovación, la intensidad de conocimiento y el ajuste a los cambios que el contexto disruptivo desafía.

 

Finalmente, el estudio de perspectivas de los protagonistas del sistema español del libro hace una propuesta de valor que busca fomentar “un equilibrio correlativo” entre los dos bloques arriba citados: el de la tradición /emocional retórica y que involucra a toda la sociedad, y el funcional innovador, que se articula las políticas públicas culturales mediadas por tecnologías. Un sistema que se estructura de la siguiente manera:[23]

 


Figura 2. Propuesta de valor para industria editorial de habla hispana

 

Fuente: FGSR, Investigación e Informes 2019

 

El bloque emocional que signa la naturaleza patrimonial que encierra el libro y la lectura como rito en la consolidación de la familia y la comunidad, pero también en el vehículo del conocimiento, el saber para una ciudadanía saludable y equilibrada, calificada en su desempeño profesional (Capital humano). Su articulación con el bloque innovativo vendrá dada por las políticas públicas, en las que se incorporen los factores que definen a este último. Iniciando por el impacto al medio ambiente que produce su Producto Interno Bruto (como industria creativa); el ser un sector abierto a los cambios y hábil  para llegar a acuerdos innovadores en toda la cadena de valor (innovación blanda); el propiciar la práctica de una diplomacia de la literatura en “Ñ” dentro del mercado global del libro; y el equilibrio que puede lograr frente al sistema GAFA al trabajar con propiedad intelectual y activos intangibles naturales a la esfera inmaterial digital. Y finalmente, lo funcional innovador se refleja en la expansión del sector libro en español en los mercados globales.[24]

 

El cómo comunicar esta visionaria y exponencial propuesta planteada desde los actores del libro en España, quedó asentado en el decálogo de la Nueva Narrativa para el Sistema del Libro, y que a continuación adaptamos para todo el mercado hispanohablante:[25]

 

1.              DISFRUTAR de la bibliodiversidad que forma parte del patrimonio cultural de los lectores en español.

2.              ELABORACIÓN del medio primordial para el aprendizaje y para la transformación de la información en conocimiento.

3.              APORTACIÓN de un instrumento para el crecimiento personal y en el entorno familiar y participación como ciudadanos críticos.

4.              HERRAMIENTA para potenciar la calidad de vida y la salud, así como la equidad social.

5.              ACTIVIDAD industrial con un coste medioambiental muy inferior al de otros sectores.

6.              GENERACIÓN de puestos de trabajo más cualificados que la media

de la economía.

7.              CIMENTACIÓN de una innovación “blanda” a través de decisiones austeras y de la colaboración entre los actores del sistema del libro.

8.              CONSTRUCCIÓN de activos para el prestigio de la marca “En español” en el escenario internacional.

9.              CONTRAPESO frente al modelo GAFA y generación de riqueza e ingresos tributarios en el entorno local.

10.           BALANCE comercial exterior netamente positivo.


 

La atención viralizada

 

Si bien en la exploración del devenir de las industrias creativas los investigadores han procurado abordar el aspecto del mercado categorizando a estas economías bajo etiquetas de Naranja, Cognitiva, Inteligente, Colaborativa o del Procomún [26], tras el paso de la primera ola del Covid versión 19, el fenómeno en el caso de la industria editorial ha de verse de forma crítica bajo el enfoque de la llamada Economía de la Atención.

 

Este concepto derivado de la psicología, fue resignificado en los ochenta por el físico estadounidense Michael Goldhaber. El investigador plantea que el mayor bien de transacción en estos momentos cautivos es la atención, la cual es controlada por una “adicción” a la hiper conexión o lo que otros han denominado la infoxicación. En entrevista a The New York Times en febrero 2021, tras cumplirse un año de pandemia, expresó su mayor inquietud: “La pandemia nos puede hacer aún más dependientes y partícipes pasivos de la llamada economía de la atención”. [27]

 

Para Goldhaber esta sería la “moneda” de intercambio en ciberespacio más que cualquier cripto coin, ya que: “En una economía de la atención, uno nunca deja de estar

 

 

encendido, casi siempre está poniendo, recibiendo o buscando atención”[28]. El confinamiento ha hecho que este factor se intensifique y revalorice.

 

Esto se vio reflejado en el aumento de uso en redes sociales digitales a nivel global, pasando de 18 horas semanales a 22 horas semanales, es decir cuatro horas más [29]y también como revela un estudio de la plataforma de nube Bookwire, en el incremento del consumo de lectura y contenidos narrativos digitales (ebooks, audiolibros y podcast) en los mercados de habla española, incluyendo los de Estados Unidos. Ahora bien, cabría plantearse si en el caso de los ebooks por ejemplo, fueron productos que además de ser consumidos (comprados y descargados) como refleja el citado estudio, también fueron leídos a cabalidad. Y bajo esta premisa presentamos algunos de los indicadores más relevantes de esta exploración.

 

Vale decir en primer lugar que “Evolución del mercado digital en España y América Latina” es un informe realizado por Bookwire.es en colaboración con Dosdoce.com, bajo licencia de Creative Commons, de tipo «Reconocimiento - No comercial - Sin obra derivada». Esta condición de open access es un aliciente en términos de su circulación y lectura como producto de la industria creativa entre entendidos y no tanto. La plataforma se autodefine como una corporación líder en tecnología de publicación digital, proveedora de “servicios para la distribución de libros electrónicos y contenidos digitales a editoriales”[30]. Por tanto, parte de la estadística de esta muestra está alimentada de la data de sus propias ventas.

 

En la introducción del reporte confirman que las limitaciones y los confinamientos del Covid19 “transformaron los hábitos de descubrimiento y consumo de contenidos culturales, entretenimiento e informativos convirtiendo a millones de personas en nuevos usuarios de todo tipo de contenidos digitales”.[31] Llama la atención esta mención a hábitos de descubrimiento y que no se haga referencia directa al verbo “leer”.

 

Las oportunidades de negocio que propicia esta aceleración digital o podríamos decir viralización digital es lo que descifra la investigación en la que tuvieron parte más de 840 editoriales españolas y latinoamericanas y que reportó para 2020 un ingreso por ventas de 113% superior al 2019. Un incremento que califican de “excepcional”.

 

En el caso específico del formato e-books o publicaciones electrónicas es un segmento que incrementó un 112% su facturación, y en lo que corresponde a las exportaciones de editoriales españolas en América Latina se ubicó en un 20%, distribuido entre países de la región, predominando Argentina, Colombia, Chile. Le sigue en el ranking el coloso de México con un 16% de los ingresos totales del mercado hispano y en Estados Unidos con un 10% de las ventas digitales.

  

Dentro de este universo de demanda, predominó la mediada a través de las plataformas por suscripción para e-books, con un crecimiento del 17% al 19% en año 2020, tales como Scribd, Nubico, Bookmate, Storytel y que podemos apreciar en siguiente gráfico:

 


 

Figura 3. Estudio Evolución del mercado digital en español

 Fuente: Bookwire, 2021

 

En esta misma ilustración podemos identificar otro dato atractivo para futura consideración de nuestro campo de investigación: el comportamiento de las bibliotecas en estos países, como buena práctica de política pública, de invertir en la adquisición de licencias de libros electrónicos duplicando la cifra de un 3% antes del confinamiento a un 6% durante 2020.

 

En lo que refiere a España, revela el estudio que el éxito de su crecimiento puede deberse en buena parte a los préstamos digitales, gracias al acuerdo sostenido entre las editoriales y la administración pública para “facilitar licencias concurrentes con el fin de dar un mayor acceso a las plataformas eBiblio y eLiburutegia” (País Vasco). Los ingresos reportados por modelo de venta de licencias a bibliotecas de ebooks se traducen en un crecimiento de 359% en valor económico en 2020.

 

Muchos de estos contenidos demandados corresponden a la categoría de no ficción (Ciencias sociales, políticas y humanidades). Y si en España punteó con el 31,60% de la venta, en América Latina predominó con el 45,60 % y solo México con el 44,10 % (ver gráfico).

 

 


 

Figura 4. Estudio Evolución del mercado digital en español /

Relación de categorías más vendidas

Fuente: Bookwire, 2021

 

Si bien el reporte de Bookwire no desglosa por país el bloque de mercado de resto de América Latina, sí menciona a Argentina, Colombia y Chile como los líderes en consumo de libro digital, para el período analizado. La experiencia de Ecuador, aunque de menor volumen de consumo al de estos países hermanos, se comportó similar en su crecimiento, de acuerdo a una investigación posterior realizada por el grupo Libranda, plataforma de contenidos editoriales digitales con sede en España, elevando  un 135% de las ventas para 2020[32].

 

Admitiendo la contundencia que ofrecen estos indicadores realizados por plataformas de servicio de distribución de libros electrónicos en español, sobre la evolución del consumo lector en e-book, su naturaleza ha demostrado tener una “enorme resiliencia” para transitar estos complejos tiempos, como bien aprecia Manuel Gil. El director de la Feria del Libro de Madrid confirma que hay un incremento del hábito de lectura digital y por tanto un desplazamiento de los canales de comercialización desde las tiendas físicas al e-commerce. [33]

 

Pero junto al factor predictibilidad que ofrecen las plataformas algorítmicas, para Gil, la pandemia también trajo consigo la imprevisibilidad: “La era de la predictibilidad técnica se caracteriza, paradójicamente, por una epidemia de incertidumbre. Y si ninguna industria estaba preparada para una crisis como esta, la del libro quizá mucho menos”, confiesa. Es la explosión de lo digital un “problema endémico de los ecosistemas editoriales del continente”. Por ello advierte que para trascender en postpandemia la industria creativa del libro debe reaccionar a un mercado mucho más complejo producto de esta “hiperfragmentación de audiencias y anarquía en los flujos de consumo” [34].

 

Como autor invitado del estudio de Bookwire y Dosdoce.com, Gil ofrece en su análisis un “Colofón” muy propio de lo literario para acordar que el futuro global estará situado en una “economía de la atención” y que el ecosistema del libro estará obligado a resituarse, aventurando un modelo “Edición 4.0”[35]:

 

• Disponer de los catálogos editoriales en multiformato, multisoporte, y multidispositivo, con especial atención a libros electrónicos y audiolibros.

• Desarrollar una estrategia omnicanal con una base sólida de e-commerce probado, eficiente y veloz.

• Incentivar la visibilidad del libro a partir de modelos de comunicación basados en redes sociales e Internet, con especial atención a los temas de vídeo y voz a través de pódcast.

• Diversificar las tiradas en modelos de impresión bajo demanda. La idea debe ser vender antes de editar.

• Pensar en modelos de dropshippingConcl[36] para acelerar el servicio al lector.

• Generar modelos de comercialización para plataformas de suscripción.

• Diversificar los modelos de comercialización para las plataformas de préstamo digital a bibliotecas.

• Renovar la formación de los recursos humanos para incentivar las habilidades tecnológicas.

• Comenzar a integrar las tecnologías inmersivas 3D en la producción de contenidos: realidad virtual y realidad aumentada.

• Integrar, en el know-how de las empresas del libro, el tema de la sostenibilidad y la eco-edición, para reducir la huella de carbono.

  

Conclusión

 

Consideramos que lo revisado y expuesto en el presente análisis exploratorio constata la vigencia de la naturaleza innovadora y adaptativa de la industria editorial en español, hoy predominantemente digital, amplificada en el contexto del Covid19 y la otra pandem[IA]. Crecer de forma exponencial ha supuesto para los actores del mundo del Libro 4.0 afrontar otra serie de desafíos que van desde saber interpretar el fenómeno más allá del “dataísmo” y la influencia de las plataformas GAFA. También ha implicado brindar garantías de eco-sustentabilidad (reducir impacto del modelo de negocio en el ambiente), así como buscar un equilibrio entre su tradición asociada a la emoción que despierta el libro, y la innovación dentro de las funciones que lo cualifican como ecosistema, incluso en aquellas asociadas a las maneras de relatar su evolución.

 

Esa nueva narrativa ha nutrido estas líneas reflexivas que dejamos abiertas, para ser reforzadas, contrariadas o reformuladas por los lectores / investigadores que bien se animen a ello. Una arista que asomamos para su posterior desarrollo es lo acontecido con el mercado ecuatoriano del libro digital en español, sobre el cual destacamos también un récord en distribución y ventas para 2020. Se sugiere realizar una exploración profunda del fenómeno, accediendo a la data de estas plataformas de nube como Bookwire o Libranda, validando las mismas con organizaciones como la Cámara Ecuatoriana del Libro y con apoyo de centros de investigación académicos. Ello permitiría ofrecer una radiografía local de cómo se viene comportando el lector ecuatoriano ante los formatos digitales que predominan en la economía de la atención. Y más aún, precisar si los actores independientes del ecosistema del libro son capaces de lidiar y apropiarse de un entorno que privilegia lo intangible por lo palpable, el dato por la palabra, la continua vigilancia por la interacción y desconexión. En otras palabras, apropiarse de “la lógica de Amazon” como afirma el escritor, periodista, bibliófilo e influenciador de redes Jorge Carrión [37].Y ello pasa por convencer a los lectores de la necesidad de contar con un tiempo dilatado y una relativa proximidad que tan solo pueden brindar esos espacios de encuentro e intercambio con este y otros mundos, reales e imaginarios, llamados librerías y bibliotecas.

 

 

Bibliografía

    

 

Bookwire.es y DosDoce.com. Evolución del mercado digital en España y América Latina. Madrid: Bookwire, 2021.

Buitrago, Felipe e Iván Duque, La economía naranja. Una oportunidad infinita. Washington: BID, 2013.

Carrión, Jorge. Contra Amazon. Barcelona: Galaxia Gutenberg, 2019.

Chartier, Roger, y Carlos A. Scolari. Cultura escrita y textos en red. Barcelona: Gedisa, 2019

Delgado Flores, Carlos. «Cambio de época: el surgimiento de la sociedad del conocimiento». El Ucabista, 29 de Marzo 2021 https://elucabista.com/eventos/cambio-de-epoca-la-sociedad-del-conocimiento (Visitado el 07 de Mayo de 2022).

Fundación Germán Sánchez Ruipérez. Visiones del sector libro en la era exponencial. Madrid: RENODO, 2019.

García Canclini, Néstor. Ciudadanos reemplazados por algoritmos. México DF: Centro Maria Sibylla Merian - CALA, 2019.

García Canclini, Néstor, Gerber Bicecci, Verónica, López Ojeda, Andrés, Nivón Bolán, Eduardo, Pérez Camacho, Carmen, Pinochet Cobos, Carla, Winocur Iparraguirre, Rosalía. Hacia una antropología de los lectores. Madrid: Telefónica, 2015.

Harari, Yuval Noah. Homo Deus. Breve historia del mañana. Barcelona: Penguin Random House, 2016.

La Hora Ec. «Las ventas de libros digitales aumentaron 135% en Ecuador.» La Hora Ec, 27 de Agosto de 2021. https://www.lahora.com.ec/pais/ventas-libros-digitales-crecen/#:~:text=Durante%20el%20%C3%BAltimo%20a%C3%B1o%2C%20el,o%20libros%20digitales%20en%20Ecuador. (Visitado el 12 de Mayo de 2022)

León, Mariela. «Michael Goldhaber, el profeta de Internet: Ahora se lucha por la atención, el nuevo poder» Cambio16, 14 Febrero 2021. https://www.cambio16.com/michael-goldhaber-la-economia-de-la-atencion-y-los-entretejidos-de-internet/ (Visitado el 12 de Mayo de 2022)

Rifkin, Jeremy. La sociedad de coste marginal cero. Barcelona: Paidós, 2014.

Schwab, Klaus. La Cuarta Revolución Industrial. Barcelona: Planeta, 2016.

Warzel, Charlie. «I Talked to the Cassandra of the Internet Age» The New York Time, 04 de Abril de 2021. https://www.nytimes.com/2021/02/04/opinion/michael-goldhaber-internet.html (Visitado el 11 de Mayo de 2022)


Cuadro de texto:  



El Observatorio de Políticas y Economía de la Cultura es una plataforma que promueve el análisis y debate sobre las políticas y dinámicas del sector cultural y artístico. Para este fin, el Observatorio despliega tres ejes de acción: datos y estadísticas; investigación y productos editoriales; y la realización de encuentros y espacios de discusión.

Les invitamos a revisar los productos del Observatorio de Políticas y Economía de la Cultura en los siguientes enlaces:

Memorias
Termómetro Cultural
Publicaciones editoriales (Prismas)
Cultura en Renglones

NOTAS:

* Claudia Furiati Páez, Guayaquil, Ecuador. Es periodista, consultora en comunicaciones y gestora cultural con más de 30 años de experiencia. Egresada de la Maestría en Gestión y Políticas Culturales de la Universidad Central de Venezuela, donde desarrolla línea de investigación sobre innovación abierta y mediación lectora en bibliotecas.  Es miembro del Observatorio Venezolano de Políticas Culturales (OVEPC) y colaboradora del Observatorio de Políticas y Economía de la Cultura de UArtes - Ecuador.

[1] Se describe como “era exponencial” ese entorno de cambios progresivos que ha provocado una  transformación de los comportamientos culturales de las personas y que ha sido catapultado “por la difusión de la conectividad y la generación de información a escala global” como perciben profesionales del sector reunidos en estudio de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez.

[2] Klaus Schwab. La Cuarta Revolución Industrial. (Barcelona: Planeta, 2016): 13

[3] Carlos Delgado Flores, «Cambio de época: el surgimiento de la sociedad del conocimiento.» El Ucabista. 29 de Marzo de 2021, https://elucabista.com/eventos/cambio-de-epoca-la-sociedad-del-conocimiento (Visitado el 07 de Mayo de 2022)

[4] Felipe Buitrago e Iván Duque. La economía naranja. Una oportunidad infinita, (Washington : BID, 2013): 15

[5] Bookwire.es y DosDoce.com. 2021. «Evolución del mercado digital en España y América Latina» (Madrid: Bookwire, 2021):23-24.

[6] La Hora Ec. «Las ventas de libros digitales aumentaron 135% en Ecuador.» La Hora Ec, 27 de Agosto de 2021. https://www.lahora.com.ec/pais/ventas-libros-digitales-crecen/#:~:text=Durante%20el%20%C3%BAltimo%20a%C3%B1o%2C%20el,o%20libros%20digitales%20en%20Ecuador. (Visitado el 12 de Mayo de 2022)

[7] Néstor García Canclini. Ciudadanos reemplazados por algoritmos. (México DF: Centro Maria Sibylla Merian - CALA, 2019):88.

[8] Prosumidor. Término acuñado por el futurólogo Alvin Toffler avizorando la fusión de los roles de los productores y los consumidores (La tercera ola, 1980).

[9] Dataísta. Apelación dada por el historiador Yuval Noah Harari al practicante del dogma de los datos o “dataismo”, cuyo valor supremo es el flujo de información (Homo Deus, 2016).

[10] Yuval Noah Harari. Homo Deus. Breve historia del mañana. (Barcelona: Penguin Random House, 2016):401.

[11] Roger Chartier y Carlos A. Scolari. Cultura escrita y textos en red. (Barcelona: Gedisa, 2019):28

[12] Ibid.,35

[13] Ibid.,32

[14] Ibid.,37

[15] Néstor García Canclini et al., Hacia una antropología de los lectores. (Madrid: Telefónica, 2015):8.

[16] Bookwire.es y DosDoce.com. «Evolución del mercado digital …, 5 y 6

[17] Fundación Germán Sánchez Ruipérez. Visiones del sector libro en la era exponencial. (Madrid: RENODO, 2019):8.

[18] Ibid., 78

[19] Ibid., 11

[20] Fundación Germán Sánchez Ruipérez. Visiones del sector libro…,74

[21] “Silos” fuertes: tendencia a trabajar de forma aisladas los distintos sectores culturales y creativos, así como separados de otras industrias. Un desempeño que es reforzado desde las estructuras políticas (ministerios especializados, etc.) al demostrar una carencia de pensamiento integral. Esto dificulta la unidad en las acciones de los diferentes actores y sectores.

[22] Fundación Germán Sánchez Ruipérez. Visiones del sector libro…,76

[23] Fundación Germán Sánchez Ruipérez. Visiones del sector libro…,88 y 89

[24] Ibid., 90

[25] Fundación Germán Sánchez Ruipérez. Visiones del sector libro…,94

[26] Jeremy Rifkin. La sociedad de coste marginal cero. (Barcelona: Paidós, 2014), 11

[27] Charlie Warzel, «I Talked to the Cassandra of the Internet Age». The New York Time, 04 de Abril de 2021, https://www.nytimes.com/2021/02/04/opinion/michael-goldhaber-internet.html (Visitado el 11 de Mayo de 2022)

[28] Charlie Warzel, «I Talked to the Cassandra…

[29] Mariela León. «Michael Goldhaber, el profeta de Internet: Ahora se lucha por la atención, el nuevo poder». Cambio16, 14 Febrero de 2021. https://www.cambio16.com/michael-goldhaber-la-economia-de-la-atencion-y-los-entretejidos-de-internet/ (Visitado el 12 de Mayo de 2022)

[30] Bookwire.es y DosDoce.com. «Evolución del mercado digital …, 70

[31] Ibid., 4

[32] La Hora Ec. «Las ventas de libros digitales aumentaron 135% en Ecuador.» La Hora Ec, 27 de Agosto de 2021. https://www.lahora.com.ec/pais/ventas-libros-digitales- crecen/#:~:text=Durante%20el%20%C3%BAltimo%20a%C3%B1o%2C%20el,o%20libros%20digitales%20en%20Ecuador. (Visitado el 12 de Mayo de 2022)

 

[33] Bookwire.es y DosDoce.com. «Evolución del mercado digital …, 51

[34] Ibid., 56

[35] Ibid., 58

[36] Es un modelo de triangulación de envíos entre el minorista librero que no guarda los bienes en su inventario, y el mayorista al que pasa el pedido y detalles de envío de las mercancías a despachar de forma directa al cliente final.

[37] Jorge Carrión. Contra Amazon. (Barcelona: Galaxia Gutenberg, 2019): 19