La Contaminación ambiental
en Venezuela a ojo de pájaro…
David De los Reyes
Las condiciones ambientales en muchos de los entornos naturales y urbanos en Venezuela corren un gran peligro de deterioro acelerado. Y los problemas que ha generado estos procedimientos extractivistas están todos ellos interconectados Una de sus causas está en una falta de regulación jurídica legal. Y los desmanes contra la biodiversidad en los campos con yacimientos de minerales de alta compra en los mercados en el exterior son un caso diario de desequilibrio y descuido criminal. Nos encontramos ante una explotación descontrolada de los recursos naturales y una decadente y crítica regulación institucional.
Para iniciar, podemos referir el alto grado de contaminación de sus ríos por ser vertederos de desechos industriales, residuos plásticos y desechos domésticos. No sólo el río Guaire, que atraviesa la capital del país, sino el Tuy, el Tocuyo, el Aroa, que junto a los ríos en torno a las ciudades de Maracaibo y Valencia están altamente contaminados por aguas servidas, residuales, domésticas e industriales. En la región del lago de Maracaibo sobre todo por la industria petrolera y petroquímica. A ello se le agrega el uso indiscriminado de agroquímicos, utilización exacerbada de herbicidas y pesticidas, derrames petroleros que han degradado una gran extensión del suelo fértil. La calidad del agua ha disminuido, afectando a la biodiversidad del entorno.
Los descuidos de las emanaciones de gases tóxicos se hacen presentes en muchos de los parques industriales, pero sobre todo por las industrias relacionadas con el manejo del oro negro. A esto se le suman el parque automotor de vehículos con escapes sin revisión del porcentaje de CO2 que afectan la calidad del aire de las zonas urbanas e industriales.
Los desechos sólidos son otro elemento más que suma al deterioro ambiental, intensificándose los residuos llevados por la proliferación de vertederos ilegales a cielo abierto, contaminando tanto la salud pública como el medio ambiente. Espacios donde el impacto ambiental no se puede ocultar y se hace irremediablemente presente por lo evidente de su acumulación, deteriorando las condiciones de vida de la ciudadanía. Se pone en juego los ecosistemas que favorecen la biodiversidad, reduciendo el sutil porcentaje necesario para sostener todo tipo de vida, y no solamente la humana, sino también los seres no-humanos. La degradación de los suelos es indetenible e inevitable.
Por otra parte, las selvas forestales y los parques nacionales se han visto reducidos por la tala ilegal de la industria maderera, la expansión agrícola, la deforestación para la construcción de viviendas sin permisología adecuada que, junto a los incendios forestales (muchos de ellos provocados para invadir el territorio), lo cual han reducido significativamente la zona boscosa, sobre todo en los espacios de la Amazonía venezolana. Un 32% de las zonas forestales han sido desbastadas[1], afectando la reserva forestal de Ticoporo. Además de arrasar con una biodiversidad en general, contribuyendo todo ello a un negativo impacto climático profundo al no poder filtrar la misma cantidad de Dióxido de Carbono (CO2), almacenado en los árboles. Esto amplia más el cerco abierto atmosférico para los efectos del calentamiento global del planeta.
A lo anterior habría que agregar que al Sur del Lago de Maracaibo hay una expansión descontrolada de cultivos de palma aceitera que afecta a las zonas protegidas de los parques nacionales y sus cuencas hidrográficas, sin un estudio de impacto adecuado.
A ello se le agrega la explotación de la minería legal e ilegal por mafias internacionales y locales, en las zonas del Arco Minero del Orinoco, causando deforestación y contaminación de las aguas por el uso de mercurio, junto al desplazamiento de comunidades indígenas y asesinatos de sus miembros. Para la extracción del oro los mineros arrasan extensos territorios selváticos, eliminando toda diversidad a su paso: vegetación, especies animales, etc. Una vegetación que es el clarificador de regulación del clima y el mantenimiento de un equilibrio hídrico propio de ese hábitat. Se puede agregar que se han perdido 140.000 hectáreas de bosque entre 2016 y 2020, con una aceleración en lo que va del 2025. Para 2022 se habían contabilizado 3.700 puntos de actividad minera, junto a una red de pistas de aterrizaje utilizadas para el tráfico de oro y droga. Además de la inseguridad y la falta de derechos reales que genera este negocio ilegal rampante para las comunidades de nativos indígenas, se le debe agregar la contaminación de las aguas para su toma y uso, junto a la dependencia indígena de una buena parte de peses para la dieta diaria, han afectado a la subsistencia de las etnias yanomani, piaroa y yekuana. Sus integrantes se han visto padeciendo daños neurológicos y renales por la exposición al mercurio, usado para la extracción del oro. Muchos miembros de estos pueblos se han visto forzados a emigrar a las ciudades de Pto. Ayacucho y Ciudad Bolívar, siendo desplazados de sus hábitats ancestrales, generando insuficiencias de los servicios públicos y un aumento marginal de asentamientos informales. Además del impacto en la población humana también se agrega a esto la escasez de agua potable y cabios climáticos drásticos., que afectan a la agricultura y otros recursos esenciales. [2]
Por otra parte, no se salvan las especies exóticas de verse incluidas en un tráfico ilegal de fauna y flora silvestre, al desarrollar una caza indiscriminada de especies endémicas y protegidas, poniéndolas muchas de ellas en peligro extinción.
¿Alguna recomendación además de las que se suponen que deberían estar siendo implementadas de forma normal y que no se cumplen? Nada. La falta de voluntad del gobierno, con un ente institucional para ese trabajo (Ministerio popular para la ecología socialista), no da muestras de mayores políticas efectivas ante este deterioro a todo lo ancho del territorio venezolano. No se ha podido llevar a cabo políticas efectivas para el control y y la reducción de la huella destructora humana inconsciente de los recursos naturales. No se ha incentivado en crear un ambiente de protección y cuidado de nuestros espacios geográficos que son de una importancia vital tanto para las generaciones del presente como del futuro.
En el caso de la contaminación de agua y aire en el territorio venezolano se ha tomado las referencias del portal Ecología Verde, (ver: https://www.ecologiaverde.com/principales-problemas-ambientales-en-venezuela-2533.html
Bibliografía
1. Paz Cardona, Antonio José. “Venezuela perdió más de 4 millones de hectáreas de sus ecosistemas naturales en casi cuatro décadas.” Mongabay Latam, 26 de febrero de 2025. https://es.mongabay.com/2025/02/venezuela-perdio-millones-de-hectareas-estudio/.
2. Radwin, Maxwell. “Venezuela’s Environmental Crisis Is Getting Worse. Here Are Seven Things to Know.” Mongabay, 13 de junio de 2023. https://news.mongabay.com/2023/06/venezuelas-environmental-crisis-is-getting-worse-here-are-seven-things-to-know/.
3. EcologíaVerde. “7 Problemas Ambientales en Venezuela - Los Principales.” EcologíaVerde, consultado en junio de 2025. https://www.ecologiaverde.com/principales-problemas-ambientales-en-venezuela-2533.html.
4. García, Tere. "El avance de la minería ilegal en el Amazonas venezolano. El País, 25 de feb 2025: https://elpais.com/planeta-futuro/2025-02-28/el-avance-de-la-mineria-ilegal-en-la-amazonia-venezolana-impacto-ambiental-y-migracion-forzada-hacia-las-ciudades-intermedias.html
[1] Felipe Sánchez Sociedad e impacto ambiental en Venezuela. Ver: https://resolutorio.com/sociedad/impacto-ambiental-en-venezuela/
[2] Tere García: "El avance de la minería ilegal en el Amazonas venezolano. El País, 25 de feb 2025. Ver: https://elpais.com/planeta-futuro/2025-02-28/el-avance-de-la-mineria-ilegal-en-la-amazonia-venezolana-impacto-ambiental-y-migracion-forzada-hacia-las-ciudades-intermedias.html