De
L.M. a SC
(de
Luys Milán a SuperCollider)
Rubén
Riera
Resumen
de viaje, desde el repertorio de la guitarra clásica de los setenta, al
repertorio de los instrumentos pulsados y
electrónicamente extendidos de nuestros días.
“
Me llamo Daniel Fortea[1];
soy un soldado…
pasado por agua como pueden ver,
y que mañana tendrá que secarse en el calabozo
por haberse quedado esta noche embelesado
al
oír la guitarra como nunca pudo soñar.”[2]
Esa
historia de cómo Daniel Fortea (1878-1953), conoció al primer gran maestro de
la guitarra del Siglo XX, Francisco Tárrega (1852-1909), me fue relatada muchas
veces por mi maestro, Antonio Ortega (1918-2013) quien fuera su discípulo
directo: Fortea pegado a la reja de la casa de los Forés en Castellón (España),
aguanta una gran lluvia sin moverse, solamente para escuchar a Tárrega tocar a
través de una ventana. Después de esa “aguada” presentación, cada vez que
Tárrega visitaba a los Forés, le daba clase a Fortea, según nos cuenta en su
libro: Tárrega ensayo biográfico,
otro de sus alumnos, Emilio Pujol (1886-1980)[3]:
“El Maestro [Tárrega] llegó a
tomarle un paternal afecto, llevando su distinción hasta reservar, en algunos
conciertos, una parte del programa para interpretar con su discípulo obras a
dos guitarras.”[4]
A
la muerte de Tárrega, Fortea se muda a Madrid, y después de algunos recitales
que fueron recibidos con grandes éxitos, se retira de la escena de la guitarra
de concierto para dedicarse a la organización de la Academia de Guitarra y de
la Biblioteca Fortea, ambas fundadas por él.
Una
descripción de su obra, tanto compositiva como interpretativa, la hace Pujol:
“Además de excelente intérprete y
maestro, [Fortea] era autor de numerosas composiciones para guitarra de
carácter didáctico, poético y folklórico, todas con un sello personal
inconfundible…[5]
Otra
versión descriptiva de la obra de Fortea, también la haría Graham Wade (1940)[6] en su
libro: Traditions of the Classical Guitar[7]:
“Daniel Fortea, un alumno de
Tárrega y un compositor mediocre de nimiedades, se reusó a permitir a Segovia a
ver los manuscritos de las obras no publicadas de su maestro. La rudeza de
Fortea contra el hombre destinado a ser el más famoso guitarrista del mundo
produjo una reacción positiva… tengo que liberar a la guitarra de tales
carceleros al crear un repertorio abierto para todo el mundo [Segovia].”[8]
El
libro de Wade, es obviamente centrado en la segunda figura más importante de la
guitarra del Siglo XX, Andrés Segovia (1893-1987)[9], de
ahí ese lacerante comentario, aunque seguramente la actitud de Fortea, no fue
debida a envidia o a demasiado celo acerca de las obras de su maestro, si no
más bien fue debido a un problema de uñas.
Tárrega
enseñaba la técnica de la mano derecha sin uñas, porque según él, el sonido de
la guitarra sin ellas, era más redondo y expresivo, pero para Segovia, el
sonido á la Tárrega, aunque bello,
era de poquísimo volumen, Tárrega siempre tocó en salones de casas, o para un
público muy selecto y reducido, en donde el volumen no era de mayor importancia,
el color sí.
Segovia,
sin embargo, soñaba con sacar a la guitarra del salón y llevarla a las grandes
salas de concierto de su época, para lo cual necesitaba un sonido más fuerte,
que solamente podría ser producido con uña, pero para los oídos de los “tarreguianos”,
ese sonido y todo el concepto que venía con él, era absolutamente una blasfemia,
en contra de: El Gran Franciscano de la
Guitarra[10],
como había denominado a Tárrega, el compositor y musicólogo español Eduardo López
Chavarri (1871-1970)[11].
La tercera figura más importante de la
guitarra del Siglo XX John Williams (1941),
en el libro de William Starling: Strings Attached: The life and music of John
Williams[12],
publica
su opinión acerca de Segovia y las clases que recibió de él en los años 50:
“Segovia despreció la música que
no procediera de la música clásica y maltrataba a los jóvenes guitarristas con
métodos de enseñanza que eran fastidiosos y que no ayudaban”[13].
Sumido
en este mundo de la guitarra y sus adoradores de diferentes bandos y siendo
prácticamente nieto de Tárrega, con lo cual mi inclinación era más acentuada
por ese grupo, es decir, toco con uñas, pero muy cortas! Me gradúo en el Real
Conservatorio de Música y Declamación de Madrid, que era el principal campo de batalla entre
segovianos y tarreguianos, en el 1972 a la edad de quince años, con un
repertorio básicamente consistente de:
1) Obras del período renacentista, principalmente
de los vihuelistas españoles encabezados por las famosas Pavanas de Luys Milán, Guárdame
las vacas de Narváez, algunas otras
obras de Gaspar Sanz y varias Gallardas
de Dowland.
2)
Del período barroco, suite en Re menor
de Robert de Viseé, unas pocas danzas de las suites de Bach.
3)
Del período clásico, los XX Estudios
(Edición Segovia) y las Variaciones sobre un tema de Mozart de Fernando
Sors, casi todo Aguado, Carcassi, Coste y sobre todo Giuliani.
4)
Algunas transcripciones de Segovia, de música para piano española de Albéniz, Granados
y Turina, y algunas sonatas dedicadas a él por M.M.Ponce(1882-1948), la Sonatina(1927) de
Moreno-Torroba(1891-1982)[14] y muchas
obras de Tárrega incluyendo a la Danza
Mora, Capricho Árabe y como gran novedad, tocaría el Preludio Criollo y el Merengue Venezolano de mi padre Rodrigo Riera
(1923-1999), cosa que fue notada por el jurado y evaluada como rareza.
Para
esa fecha, ya otra de las grandes figuras de la guitarra del Siglo XX, había
comenzado a brillar, el maestro cubano Leo Brouwer (1939)[15] y no
solamente como guitarrista si no también como compositor, para el 1972 ya había
compuesto: Preludio (1956), Danza
Característica (1957), Fuga No. 1 (1959), Tres Apuntes (1959), Elogio de la
Danza (1964), Canticum (1968), La Espiral Eterna (1971), Parábola (1973), Tarantos
(1974), y aunque para ese momento yo nos las había escuchado todavía, me
hubiera sido imposible, no desde el punto de vista técnico sino musical,
tocarlas.
Brouwer
es tal vez unos de los muy pocos guitarristas, junto con otro gran maestro de
la guitarra española del siglo XX, Narciso Yepes (1927-1997)[16], que
participaron en los movimientos de la música contemporánea de su tiempo y no en
las peleas de los guitarristas sobre las uñas. Pero a pesar del número de sus
composiciones ya tocadas y grabadas para los años 70, incluso Narciso Yepes
grabaría Parábola en un LP de la
Deutsche Grammophon del 1977[17],
Brouwer seguía siendo “L’Enfant terrible”
de la guitarra de ese tiempo, rumoreado pero no conocido y mucho menos aceptado,
su fama y respeto, le vendrían mucho más tarde.
Después
de una breve estadía en Venezuela, donde di clases en el Conservatorio de
Barquisimeto, regresé a Europa a estudiar música antigua en Inglaterra, allí
fue que por primera vez me enfrento a la improvisación, qué concepto más
extraño!
Improvisación, yo pensaba que eso era algo que
algunos seres superiores tenían y que ese don entonces, les permitía tocar o
acompañar sin necesidad de leer, a mi nadie me había hablado bien de eso, y
mucho menos entrenado para hacerlo.
Como buen segoviano-tarregiano que era, todo
lo que no fuera música escrita en un papel pautado, era… popular! Y por ende, de baja categoría, pensamiento totalmente
segoviano, pero heme ahí, que una de las materias más importantes a estudiar en
el programa de la escuela era Continuo,
que es: el arte de improvisar un acompañamiento, basado en una secuencia
armónica sugerida en cifras, sobre un bajo dado. La confusión fue grande, los
paradigmas se me comenzaron a tambalear.
La escuela donde yo estudiaba, the Guildhall School of Music and Drama[18],
tenía una intensa vida, no solamente de música antigua, si no de música contemporánea
e incluso electrónica también y como yo había estudiado en la universidad
Análisis de Sistemas, decidí meterme de lleno en la música electrónica, sentí
que había una conexión con lo que yo ya sabía.
Lo
primero entonces que hice fue escuchar, tenía que ponerme al día con el
repertorio tanto antiguo, como moderno, e ir a conciertos. El primer concierto
al que fui, fue de música acusmática[19] para
mi, un completo desastre! El hecho de ver sobre el escenario dos cornetas y un aparato de cinta, ya era
suficientemente raro, pero después la “música”, lo fue aun más, mil preguntas
me asediaban: Eso es…Música? Eso… se estudia? Cómo se escribe? Se escribe?...
Pero
poco a poco esos nuevos sonidos comenzaron a meterse en mi, de esa época las
obras que escuché y que más me impresionaron y gustaron, sin lugar a dudas fueron:
Tema: Homenaje a Joyce (1958)[20]
y Secuenza III (1965)[21]
para voz femenina, del compositor italiano Luciano Berio (1925-2003)[22], las
Variaciones para una puerta y un suspiro
(1963)[23]
de Pierre Henry (1927)[24], que
hasta el nombre de la obra me hizo estremecer y la Canción de los Jóvenes (1956)[25] de
Karlheinz Stockhausen(1928-2007)[26].
Como
cosa extraña, cuanto más música contemporánea (de esa época, los tempranos
ochentas) escuchaba, más me daba cuenta, con una gran sonrisa, que esa música
de vanguardia, (aunque esas obras ya casi cumplían su mayoría de edad), y la
música antigua desde el punto de vista del intérprete, eran muy similares, en
ambas, se debía estar muy cómodo con la técnica del instrumento y con el
lenguaje de la obra a interpretar, para luego solamente fluir a las
indicaciones de la partitura, es decir que el instrumentista debía ser capaz de
improvisar sobre lo escrito, bien
fuera sobre un continuo o sobre las grafías las partituras modernas: gran
cambio de paradigma.
Una
de las ventajas de este período, es que mis audiciones de música acusmática y
de música antigua, me llevaron a “descubrir” la música de Brouwer y con
mis nuevos ojos y oídos, me enamoré de su escritura y de su música, por fin
escuché! El sutil susurro de la Espiral
Eterna, el ritmo cadencioso del Elogio
de la Danza, el discurso del Canticum,
los micro-climas de la Parábola y el
aroma flamenco de Tarantos.
Pero de las obras de Brouwer que más me
impresionaron de esa época, fue su Concierto
núm. 1 para guitarra y pequeña orquesta(1972) , que escuché en el Wigmore
Hall de Londres, pero en versión para cinta y guitarra. Esa fue la primera vez
que escuché un dúo de cinta y guitarra, tal vez mi memoria me falla, porque no
he encontrado una versión de ese concierto para este medio, y la única obra
para cinta y guitarra, o para dos guitarras, de Brouwer es Per Suonare Due(1972)[27],
pero ese es mi recuerdo.
La
música antigua, que me exigía improvisar y me “pedía por primera vez mi opinión musical” sobre lo escrito, había
abierto mis oídos, mi vista y mi gusto, a los nuevos sonidos y a las nuevas
formas de escritura, donde también yo quería opinar, e improvisar, no sólo a los
sonidos de Brouwer, sino a los de muchos otros, primera condición indispensable, para el
futuro intérprete de música mixta.
Con
todo esto empacado me mude a New York a hacer la Maestría en Música de la Manhattan School of Music[28]
donde me sumergí por completo en la música contemporánea para guitarra,
bajo la guía de el Maestro brasileño Carlos Barbosa Lima[29](1944),
para quien Alberto Ginastera (1916-1983) había compuesto, una de las grandes
obras para la guitarra del Siglo XX, su Sonata opus. 47 en el 1976, donde
magistralmente combina el aire folclórico argentino, con un lenguaje musical de
avanzada, siguieron las dos sonatas que forman el Royal Winter Music de Hans
Werner Henze(1926-2012)[30],
escritas en 1974[31]
y 1979[32], y el
Cimarrón (1969-1970),
Kammermusick(1958)[33] y la
Secuenza XI[34]
de L. Berio.
De
regreso a Venezuela vuelvo a interesarme por la música para cinta y guitarra,
para ese momento ya podía entender la parte de la guitarra, encontrarle
sentido, pero el hecho de que la cinta no te escuche, no reaccione a lo que tu
tocas y no te espere, me era bastante incómodo, era como tocar con alguien a
quien sólo le interesa su parte, siempre sentía que faltaba algo.
En
esos días toqué una obra muy famosa en Venezuela, por varias razones una, tal
vez porque se puede tocar en casi cualquier formato y así se ha hecho:
guitarra, dos guitarras, voz, flauta, orquesta, cuarteto de guitarras, picolo…etc.
Otra por su belleza melódica y en mi caso añado, porque el intérprete puede
relacionarse con la obra, a través de un operador, para mi eso es fundamental. La
obra en cuestión se llama Canto Llano(1976),
originalmente escrita para cualquier instrumento melódico y tape delay, del
compositor venezolano Eduardo Marturet(1953)[35], en
esta pieza escrita en módulos, con una cadencia que se improvisa, con una
estructura “fija” y además que
permite, con la colaboración de un operador, tener varios tipos de delay,
prenderlos o apagarlos, según el intérprete sienta el momento, fue para mi
verdaderamente un descubrimiento feliz.
Ya
contaba entonces con tener abiertos mis oídos, mi vista y mi gusto, a los
nuevos sonidos y a las nuevas formas de escritura, estaba bastante ducho en la
interpretación de música contemporánea y ahora podía relacionarme con la cinta,
que ya no era cinta, si no música electrónica viva!.
Faltaba
entonces llenar las partes técnicas, para ese fin estudié MaxMsp[36], en
el Laboratorio Digital de Música[37] en
la Universidad Simón Bolívar en Caracas, que fue la primera vez que formé parte
de un grupo de cámara de laptopistas u
operadores![38],
SuperCollider[39]
que hice los cursos con Sergio Luque(1976)[40],
AudioMulch[41],
Protools[42]
y algunos otros softwares más simples, de modo de poder comunicarme
eficientemente con el operador, aunque lo más fácil fue:
Casarme
con la operadora!.
Eso
hay que aclararlo un poco, primero que todo debemos recordar que, la música
mixta es: Un grupo de música de cámara,
con dos o más instrumentos, siendo al menos uno de ellos una computadora. Por
lo tanto, todas las reglas de la música de cámara, siguen funcionando, como por
ejemplo:
Hay que ensayar, todo el mundo se debe,
primero que todo, saber su parte y luego saber como suenan la de los demás,
cuadrar los niveles de importancia dentro de la obra, para así determinar los
volúmenes de todo el mundo, en una determinada parte, acordar una línea de
interpretación general, mirarse unos a los otros para cuadrar entradas, o finales,
saludar juntos, entrar juntos a escena… es decir el operador es un músico tan
importante como cualquier otro del grupo, con eso no quiero decir, que te
tienes que casar con él o ella, eso fue extremo de mi parte, pero si debes
reconocer su valía y se debe aprender a trabajar con él y a manejar su
lenguaje.
Otra
técnica, que el guitarrista de música mixta debe aprender y practicar, es a
pedalear, no es sencillo, tienes que pisar el pedal y rara vez en tiempos
fuertes, que es lo natural, si no en cualquier parte del compás, y prepararte a escuchar sus efectos y a reaccionar ante ellos, otra
dificultad es encontrarlo, a veces el pedal tiene como vida propia y se mueve
de su sitio, y hay que encontrarlo sin
mirar, a veces hay piezas que usan varios pedales, para varios efectos, haber
sido guitarrista de rock ayuda mucho, yo no lo había sido, todo el concepto del
zapateo de pedales, era exógeno a mi y en un principio me causó un poco de aprensión.
Otra
cosa que se debe aprender, es que es más fácil instalarle a la guitarra clásica
un micrófono de contacto, que tocar con un micrófono en un paral, porque
siempre va a ver un movimiento por parte del guitarrista, con lo que puede
salir del ámbito del micrófono y eso va a disminuir o a desaparecer el volumen,
cuando tienes uno de contacto, y hay varios en el mercado muy buenos, eso nunca
pasa y vas a sentir que tienes más libertad de movimiento, eventualmente puedes
llegar a la conclusión que yo llegué y que es:
Que
tocar de pie como los rockeros o como los que tocan requinto en los tríos de
música popular latinoamericana, es muy
cómodo, a la hora de pedalear, de cambiar parámetros en la laptop o simplemente
de seguir las partituras.
Y
por último es, que se debe aprender a ecualizar tu propio instrumento a tu
gusto, yo uso SC, para esos fines, porque le añado además, efectos sutiles a la
ecualización.
Junto
con la “operadora” Adina Izarra(1959)[43]
formé un dúo de música mixta y no solamente electrónicos y guitarra, si no que
además incluimos instrumentos antiguos como: vihuela, tiorba y archiluto e instrumentos
de cuerda pulsada típicos de la música llanera venezolana, como la bandola, en
recitales, donde además utilizamos video.
Una de las primeras obras que tocamos, fue Acuerdos del Alhambre(2005) de Julio d’
Escriván(1960)[44]
, tal vez primera obra escrita para tiorba y procesos electrónicos. Para
nuestro dúo Adina ha compuesto: Vihuela(2006)[45]
música para un video, Viseé(2007)[46],máscaras
para tiorba y procesos electrónicos, Primer
Zibaldone(2013) para archiluto y electrónicos, Periquera(2013)
para bandola llanera y electrónicos y
Tres remixes sobre J. Dowland (2014), para archiluto y procesos
electrónicos.
Dificultades de la música mixta, como me han
aparecido, el primero es que para un guitarrista acostumbrado a cargar
solamente su guitarra en el estuche, siempre le sorprende la cantidad de equipo
que se mueve para un recital: dos Laptops, dos interfaces de audio, pedales de
volumen y pedales de efecto, cables, parales para micrófono del instrumento,
micrófonos…
El
segundo, es la prueba de sonido, para un guitarrista tradicional, la prueba de
sonido es fácil, es simplemente acostumbrarse a la sonoridad de la sala, o al
tipo de amplificación que le van a hacer. Para un guitarrista de música mixta,
es un poco más complicada: primero, que todo suene, muchas veces SC no quiere
funcionar o Max, o hay un hum que el
ingeniero no sabe de dónde, o los parlantes de la sala tienen ruidos, o tu
pediste salir a cuatro canales y hay uno y tres cuartos, o hay un retardo en la
señal, todo va a depender del ingeniero y del equipo de la sala, si es un pro,
respiraras mejor, si no…tendrás suerte si respiras!
El
tercero es la luz, ese problema sí lo compartimos todos los guitarristas, tanto
el clásico como el de música mixta, los luministas! Realmente, lo que se
necesita, es suficiente luz como para que el músico vea la partitura y el
público vea al músico, pero con las nuevas consolas de luces y efectos, el luminista
también quiere probar todos sus equipos, y todos sus efectos.
En
uno de mis últimos recitales tuve una discusión con un luminista que quería a
toda costa usar hielo seco en un momento del recital, desde el punto de vista
del espectáculo, se veía bien, pero los cambios de colores y el humo, afectan en
mala forma, la visión de la partitura, o la luz de la laptop y entonces, te
puedes perder o tocar todo el recital incómodo, lo mejor es la luz blanca sobre
el atril y un circulo de luz afuera del intérprete, de modo que el luminista
pueda probar sus juguetes.
El
cuarto, es el ingeniero de sonido de la sala, si es un pro, fantástico!, será
de grandísima ayuda, si no lo es, entonces, él puede comenzar a jugar con los
volúmenes, o con las ecualizaciones en vivo, según su gusto particular y tu no
puedes hacer nada al respecto, si no odiarlo!. La mejor línea de comunicación
que he encontrado es entonces, tu hablas con el operador, quien a su vez le
transmitirá la opinión del grupo y la suya propia al ingeniero de sala, si
todos hablamos juntos, va a ser un grave problema.
El
último es: todo lo que sube, tiene que bajar, en nuestro caso, todo lo que
sacaste lo tienes que recoger y guardar con cuidado, a veces tienes que hacerlo,
rodeado de público que quiere hacer preguntas, conocerte, curiosear los equipos…y
hay que hacer tres cosas: saludar, recoger y cuidar los equipos, no fácil
tarea.
Particularmente
me parece que, tocar un recital de música mixta es fantástico, escuchar como
los sonidos caminan y salen por las diferentes cornetas, reaccionar a lo que
escuchas, y compartir con el operador, resolver cosas en vivo, según están
pasando y sentir que siempre estas tocando como una nueva pieza, una nueva obra,
es una experiencia que no ceso de recomendar a mis alumnos y a cualquier
persona interesada en la música.
Yo
sigo tocando recitales de guitarra clásica solista (aunque ya no toco a Luis
Milán, ni me importa tanto el tamaño de mis uñas) pero últimamente siempre que
me paro en el escenario, con mi guitarra en las manos y comienzo a escuchar su sonido natural,
viajando a través de la sala… extraño cada vez más pedalear y a SuperCollider.
Bloopers, penosos
errores,
sería la traducción al español de la palabra inglesa, quisiera terminar tal vez
con tres que, siempre me llegan a la mente, ha habido otros, no muchos, pero
estos siempre los recuerdo…con cariño:
1)
Tocando
la pieza de Acuerdos del Alhambre de Julio d’ Escriván, que lleva un pedal que
suelta uno a uno los 97 cues pregrabados, en momentos específicos, que están
escritos en la partitura, me di cuenta que los cues, no estaban sonando,
inmediatamente miro al operador, que me devuelve la mirada de: Yo no fui!!! El
terror se apodera de mi, hasta que miro a mi pie, y me doy cuenta que en vez
del pedal, estaba pisando desaforadamente la pata del atril! Rubén 0, laptop 1!
2)
Tocando
una obra para tiorba y procesos electrónicos, de un compositor sueco, que
estaba en la sala, la computadora deja de sonar, cuando la pedaleo, pero unas
veces si y otras no, otras se salta los cues…nunca supimos por qué, yo llegué
al final, ella no, Rubén 1, laptop 0!
3)
También
tocando la obra de d’ Escriván en un Festival en México, se me desconectó el
micrófono de contacto y por supuesto el desbalance de volúmenes entre la
computadora y el instrumento fue increíble, Rubén
0, laptop 0!
Cuando
se hace música que involucra a máquinas, hay que hacerlo con un gran sentido
del humor, porque algo siempre puede pasar y completamente in imaginado, es
entonces que me acuerdo de un amigo mexicano compositor que dice:
Mi obra es para ocho parlantes, si
cuando llego a la sala, hay seis, la hago con seis, si hay dos la hago con dos
y si no hay ninguno…doy una charla sobre cómo la compuse!!!
Ruben Riera
Caracas 2015
[1] http://perso.wanadoo.es/maitanpac/08-Daniel%20Fortea.htm
(Consultado Julio 2015)
[2] Emilio Pujol, Tárrega, Ensayo biográfico (Lisboa,
Talleres gráficos de Ramos, Afonso & Moita, LDA., 1960), 166.
[3] http://www.guitarrasdelmundo.com.ve/sitio/?p=1161 (Consultado Julio 2015)
[4] Emilio Pujol, Tárrega, Ensayo biográfico (Lisboa,
Talleres gráficos de Ramos, Afonso & Moita, LDA., 1960), 167.
[5] Emilio
Pujol, Tárrega, Ensayo biográfico (Lisboa, Talleres gráficos de Ramos, Afonso
& Moita, LDA., 1960), 167.
[6] http://www.siccas.de/en/graham-wade/ (Consultado julio 2015)
[7] Graham Wade, Traditions of the
Classical Guitar (Great Britain, John Calder, London , 1980)
[8] Graham Wade, Traditions of the
Classical Guitar (Great Britain, John Calder, London , 1980), 151.
[9] http://www.naxos.com/person/Andres_Segovia_11159/11159.htm (Consultado, agosto 2015)
[10] Emilio
Pujol, Tárrega, Ensayo biográfico (Lisboa, Talleres gráficos de Ramos, Afonso
& Moita, LDA., 1960), 250.
[11] http://digital.march.es/clamor/en/fedora/repository/atm%3A905 (Consultado, julio 2015)
[12] William Starling, Strings
Attached: The life and music of John Williams (England, Biteback Publishing, 2013)
[13] http://www.theguardian.com/music/2012/oct/14/john-williams-accuses-segovia-snob
(Consultado, Julio 2015)
[14] http://www.naxos.com/person/Federico_Moreno_Torroba/23892.htm (Consultado, agosto 2015)
[15] http://www.ecured.cu/index.php/Leo_Brouwer (Consultado, agosto 2015)
[16] http://www.allmusic.com/artist/narciso-yepes-mn0000577686/biography (Consultado, agosto2015)
[18] http://www.gsmd.ac.uk/ (Consultado, Julio 2015)
[19] http://akousmatikoi.blogspot.com/2010/08/la-musica-acusmatica.html (Consultado, Julio 2015)
[20] https://www.youtube.com/watch?v=28qlqFXnlxw (Consultado, Julio 2015)
[21] https://www.youtube.com/watch?v=E0TTd2roL6s (Consultado, Julio 2015)
[22] http://www.universaledition.com/Luciano-Berio/composers-aworks/composer/54/biography (Consultado, Julio 2015)
[23] https://www.youtube.com/watch?v=aHgKZgNtsEk (Consultado, Julio 2015)
[24] http://brahms.ircam.fr/pierre-henry (Consultado, Julio 2015)
[26] http://www.karlheinzstockhausen.org/karlheinz_stockhausen_brief_biography_english.htm (Consultado, Julio 2015)
[27] https://www.youtube.com/watch?v=0OR0l2oefXQ (Consultado, Julio 2015)
[28] http://www.msmnyc.edu/ (Consultado, Agosto 2015)
[29] http://www.guitarfoundation.org/?page=HoFBarbosaLima (Consultado, Agosto 2015)
[30] http://www.schott-music.com/shop/persons/featured/hans-werner-henze/ (Consultado, Agosto 2015)
[31] https://www.youtube.com/watch?v=s1SAYYYqeQo (Consultado, Agosto 2015)
[32] https://www.youtube.com/watch?v=OX-wLIreYjE (Consultado, Agosto 2015)
[33] https://www.youtube.com/watch?v=KI_KpmILAdM (consultado, Agosto 2015)
[34] https://www.youtube.com/watch?v=qVNuchg0gkQ (Consultado, Agosto 2015)
[35] http://marturet.com/conductor_biography.asp?LGID=EN (Consultado, agosto 2015)
[36] https://cycling74.com/products/max/ (Consultado, agosto 2015)
[37] http://ladim.labf.usb.ve/ (Consultado, agosto 2015)
[38] músicos,
cuyo instrument es el laptop, también se les denomina operadores, def. del
autor.
[39] http://supercollider.github.io/ (Consultado, agosto 2015)
[40] http://sergioluque.com/ (Consultado, agosto 2015)
[41] http://www.audiomulch.com/ (Consultado, agosto 2015)
[42] http://www.avid.com/us/products/family/pro-tools (Consultado,
agosto 2015)
[43] http://prof.usb.ve/aizarra/ (Consultado, agosto 2015)
[44] http://www.hud.ac.uk/ourstaff/profile/index.php?staffuid=smusjd3 (Consultado, agosto 2015)
[45] https://youtu.be/GpoJ7COFAPo (Consultado,
agosto 2015)
[46] https://youtu.be/0-FJrmop9J4 (Consultado, agosto 2015)
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