martes, 1 de junio de 2010

¿Qué quiere decir sentido de Ser en Heidegger?
Por María Eugenia Cisneros Araujo

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Martin Heiddegger

De la lectura de Ser y Tiempo de Martin Heidegger, específicamente la Introducción, Exposición de la pregunta por el sentido de Ser, capítulo I, nos surgió las siguientes interrogantes ¿Qué se propone el autor? o ¿Qué quiere decir Heidegger cuando expresa que es necesario plantearse la pregunta por el sentido de Ser? Este ensayo se propone dar respuesta a las anteriores inquietudes. Para ello, vamos en primer lugar, a examinar los prejuicios a los que se refiere Heidegger; en segundo lugar estudiaremos la estructura formal de la pregunta por el ser y en tercer lugar nos referiremos a la primacía ontológica y óntica de la pregunta por el ser.


1. Necesidad, estructura y primacía de la pregunta por el ser
Dice Heidegger lo siguiente:
"Sobre la base de los comienzos griegos de la interpretación del Ser, llegó a constituirse un dogma que no sólo declara superflua la pregunta por el sentido de Ser, sino que, además, ratifica y legitima su omisión. Se dice: el concepto de "Ser" es el más universal y vacío. Como tal, opone resistencia a todo intento de definición. Este concepto universalísimo y, por ende, indefinible, tampoco necesita ser definido. Todo el mundo lo usa constantemente y comprende ya siempre lo que con él quiere decir. De esta manera, lo que estando oculto incitaba y mantenía en la inquietud al filosofar antiguo, se ha convertido en algo obvio y claro como el sol, hasta el punto de que si alguien insiste en preguntar aún por ello, es acusado de error metodológico".
Las anteriores palabras nos permiten inferir que el autor está emitiendo una crítica a la filosofía establecida (griega) y reclama la necesidad de revisar los conceptos que sostienen ese pensar sobre el Ser. Pareciera que impone la no aceptación de lo ya dicho sobre el Ser y a su vez invita a una búsqueda particular del sentido del concepto a partir de la propia concepción de él. Esto se ve más claro cuando Heidegger discute los prejuicios que señalan que no es necesario preguntar por el Ser. El primer prejuicio plantea que el Ser es el concepto más universal. Al respecto dice Heidegger que "cuando se dice: el 'Ser" es el concepto más universal, ello no puede significar que sea el más claro y que no esté necesitado de una discusión ulterior. El concepto de "Ser" es, más bien, el más oscuro". Nuestro filósofo considera que el concepto de Ser no ha estado dirigido a explicarse a sí mismo, sino a explicar y a dejar claro las categorías fundamentales del ente. Es decir, ha estado dirigido a explicar las cosas. De allí que la inquietud del autor se entienda como un regreso al origen para ver hasta qué punto estas cosas están realmente claras. Como hipótesis puede suceder que aclarar el concepto de Ser conlleve a una nueva visión de las entidades de las categorías. El segundo prejuicio al que se refiere Heidegger es el siguiente: "El concepto de "Ser" es indefinible … La indefinibilidad del Ser no dispensa de la pregunta por su sentido, sino que precisamente invita a ella". Al respecto, consideramos que el problema fundamental que se plantea aquí no es lo indefinible de ser sino la indefinición, porque definirlo es, de alguna manera, asignarle atributos y cualidades y ello comporta asemejarlo al ente. Por tanto, la indefinición es un problema ontológico, en tanto que lo indefinible es un problema del lenguaje. Y el tercer prejuicio es el siguiente:
"El "Ser" es un concepto evidente por sí mismo. En todo conocimiento, en todo enunciado, en todo comportamiento respecto de un ente, en todo comportarse respecto de sí mismo, se hace uso de "Ser", y esta expresión resulta comprensible "sin más". Cualquiera comprende: "el cielo es azul"; "soy feliz", y otras cosas semejantes. Sin embargo, esta comprensibilidad de término medio no hace más que demostrar una incomprensibilidad. Esta incomprensibilidad pone de manifiesto que en todo comportarse y habérselas respecto del ente en cuanto ente, subyace a priori un enigma. El hecho de que ya siempre vivamos en una comprensión de Ser y que, al mismo tiempo, el sentido de Ser esté envuelto en oscuridad, demuestra la principal necesidad de repetir la pregunta por el sentido de "Ser".
Pensamos que este prejuicio se deriva del segundo, y por tanto, pretende explicar el contenido explícito de la universalidad de "Ser". Además de volver a plantear la cuestión de lo indefinible y la indefinición respecto de Ser. En rigor, podemos afirmar que el único prejuicio real es la universalidad del Ser.
De la discusión de los prejuicios hecha por el autor podemos decir que la pregunta de Heidegger surge como una necesidad crítica a lo establecido, pero nos queda una interrogante aun más profunda: ¿la pregunta es a la concepción de Ser de la filosofía establecida o es realmente una pregunta sobre el Ser, o del Ser? En todo caso para este filósofo la consideración de los prejuicios hacen ver no sólo que hace falta "la respuesta a la pregunta por el Ser, sino que incluso la pregunta misma es oscura y carece de dirección. Por consiguiente, repetir la pregunta por el Ser significa: elaborar de una vez por todas en forma suficiente el planteamiento mismo de la pregunta". La respuesta es un recurso de solución de continuidad a través de la historia, dado que la respuesta solo puede tener una dimensión lingüística, es decir, contener o proponer una definición. Por otro lado, la proposición de elaborar la pregunta "en forma suficiente" no deja claro si se trata de preguntar sobre el concepto de Ser de la filosofía establecida o sobre el Ser mismo. Esto deviene por lo siguiente: ¿cómo debemos entender el verbo repetir? ¿cómo una nutrición del proceso? ¿Cómo una revisión del mismo? Pareciera que se trata de una revisión del proceso y no de una nutrición, de acuerdo a lo anteriormente señalado. Para Heidegger existe una necesidad de elaborar la pregunta por el sentido de Ser, puesto que hasta ahora no se ha hecho, y ello lo demuestran los prejuicios discutidos y la filosofía establecida hasta el momento. Por tanto, la intención del autor es reelaborar esta pregunta prescindiendo de lo establecido por la filosofía hasta ese momento.

Martín Heiddegger

2. La estructura formal de la pregunta por el Ser
Según Heidegger para comprender la pregunta por el Ser es necesario tomar en cuenta lo que pertenece a toda pregunta en general. De acuerdo al autor todo preguntar significa una búsqueda, un interrogar, un poner en cuestión algo. En otras palabras, la estructura de una pregunta en general se refiere a tener en vista algo determinado que quiero saber aunque no lo tenga claro, tener algo a que interrogar; a una previa guía de lo buscado, una idea de qué se busca.
"La pregunta por el sentido de ser debe ser planteada. Si ella es una pregunta fundamental, o incluso la pregunta fundamental, entonces este cuestionar requiere ser hecho transparente en la forma debida. Por esto, será necesario explicar brevemente lo que pertenece a toda pregunta en general, para poder comprender desde allí el carácter particularísimo de la pregunta por el ser.
Todo preguntar es una búsqueda… Todo preguntar implica, en cuanto pregunta por…, algo puesto en cuestión… Toda pregunta por… es de alguna manera un interrogar a…"
Estos momentos estructurales debemos tomarlos en cuenta al plantear la pregunta por el sentido de ser. Es importante destacar que la pregunta no es ¿qué es el ser? sino ¿cuál es el sentido de ser?, lo que nos permite decir que el ser es algo que tiene un objetivo, un propósito o que busca proponer algo que no está definido y que no admite la definición. Lo oscuro es que no está clara la intencionalidad de la palabra "sentido".
Dice Heidegger lo siguiente:
"… el sentido de ser ya debe estar de alguna manera a nuestra disposición. Como se ha dicho, nos movemos desde siempre en una comprensión de ser. Desde ella brota la pregunta explícita por el sentido de ser y la tendencia a su concepto. No sabemos lo que significa "ser". Pero ya cuando preguntamos: ¿"qué es 'ser'?, nos movemos en una comprensión del "es", sin que podamos fijar conceptualmente lo que significa el "es". Ni siquiera conocemos el horizonte desde el cual deberíamos captar y fijar ese sentido. Esta comprensión de ser mediana y vaga es un factum"
La pregunta es por el sentido de Ser. En el "es" ya hay una comprensión de Ser mediana y vaga. Ahora bien, es interesante analizar la supresión del artículo, porque es hasta diferente la pregunta ¿qué es el Ser?, conduce a una metafísica pura, diferente sería preguntar ¿qué es Ser?, ella lleva a una búsqueda de identidad desde el punto de vista existencial o a la admisión de una realidad en la cual nos inscribimos. Tal laberinto hace comprensible el hecho de carecer de horizonte, lo que quiere decir que no estamos en un espacio donde podamos "Ser" o el "Ser" es un espacio al cual no hay acceso, lo cual tiene que ver con el segundo y tercer prejuicio discutido por Heidegger.
Esa comprensión mediana de la que habla el filósofo se refiere a que el ser humano se encuentra en medio de la comprensión del ser común. Se trata de una especie de evocación de superar esta comprensión común y corriente cuando el ser humano se vuelve transparente a sí mismo al interrogarse o ponerse en cuestionamiento.
Y agrega el filósofo que:
"Esta comprensión de ser puede fluctuar y desvanecerse cuanto se quiera, puede moverse incluso en el límite de un mero conocimiento de la palabra, pero esa indeterminación de la comprensión de ser de la que ya siempre disponemos es, ella misma, un fenómeno positivo, que necesita ser aclarado. Sin embargo, una investigación sobre el sentido de ser no puede pretender dar esta explicación al comienzo. La interpretación de la comprensión mediana de ser sólo alcanzará su indispensable hilo conductor cuando se haya elaborado el concepto de ser. A la luz del concepto y de las formas de comprensión explícita que le son propias será posible establecer lo que significa una comprensión de ser oscura o todavía no aclarada, y cuáles son las especies posibles y necesarias de oscurecimiento y de obstáculo para una aclaración explícita del sentido de ser."
Le preguntamos a Heidegger si la comprensión incluye el sentido o si conseguir el sentido proporciona la comprensión. Asimismo, la sugerencia de elaborar el concepto tiene como premisa precisar el sentido lo que a nuestro juicio es lo que quiere decir el filósofo, única forma de llevarlo al lenguaje para comprenderlo, lo demás es consecuencia como bien lo expone el autor.
Lo puesto en cuestión para Heidegger es el ser y afirma que "El ser del ente no "es", él mismo, un ente". Nuevamente Heidegger critica la concepción de ser de la filosofía establecida y barre con la noción de que el ente o la comprensión de él, sea la vía o el camino para acceder al ser. Lo interrogado precisamente es el ente respecto de su ser. Pero dice Heidegger que
"… Ente es todo aquello de lo que hablamos, lo que mentamos, aquello con respecto a lo cual nos comportamos de ésta o aquella manera; ente es también lo que nosotros mismos somos, y el modo como lo somos. El ser se encuentra en el hecho de que algo es y en su ser-así, en la realidad, en el estar ahí…en la consistencia, en la validez, en el existir… en el hay…elaborar la pregunta por el ser significa hacer que un ente -el que pregunta- se vuelva transparente en su ser"
En Heidegger encontramos la tensión entre atender las cosas y atenderse a sí mismo, una tensión y complementariedad entre desempeñarse en el mundo y relacionarse consigo mismo, se combina en una renovación de la ontología. Heidegger plantea de una forma nueva el sentido de ser. La tensión interna a la pregunta ontológica está dada por el hecho de que tenemos dos modelos distintos de ser: o el ser como estar ahí (cosas con las cuales topamos) y ser en el sentido de vivir, existir. La ontología quiere entender la unidad del ser en esa ramificación entre existir, lo propio de la vida referida a sí mismo y al ser de la cosa. Se trata de nuestra existencia personal como ser en el mundo y no del mundo en general y también de la existencia humana que se despliega a un futuro proyectarse, a un pasado como habiendo sido y un presente como un estar. Encontramos en Heidegger el cruce de una problemática existencial con una temática ontológica. Se trata de entender el específico dramatismo de la existencia humana, del sentido de lo que expresamos con la palabra ser, la comprensión que ya hemos depositado en la palabra ser, ha sido, está. Se trata de comprender que nuestro propio ser es inseparable del ser de las cosas y de los otros así como es inseparable del porvenir, ha sido, del estar. La existencia humana es ontología en marcha por ello la pregunta por el sentido de ser remite a la existencia humana, al ser por tener una comprensión de su ser. Pero también se trata de una aguda observación sobre el hecho de que hasta ahora la filosofía realmente no ha preguntado por el sentido de ser.

Martín Heiddegger

3. Primacía ontológica y óntica por la pregunta por el ser
Heidegger distingue las preguntas ontológicas de las ónticas y por ello no es posible confundir la ontología con lo óntico. Respecto a la primacía ontológica debemos tener claro que Heidegger insiste en su crítica a la filosofía establecida, en el sentido de qué no es posible elaborar una ontología sin plantearse primero la pregunta fundamental: sobre el sentido de ser. De acuerdo a Heidegger la ontología no puede ser un inventario del mundo y para los inventarios en todo caso están las ciencias. Las ciencias hasta ahora se han ocupado de estudiar las diversas regiones del ente pero se han encontrado con dificultades para entender lo propio de su objeto.
"… la historia, la naturaleza, el espacio, la vida, el Dasein, el lenguaje, etc., pueden ser tematizadas como objetos de las correspondientes investigaciones científicas. La investigación científica realiza genuinamente y a grandes rasgos la demarcación y primera fijación de las regiones esenciales. La elaboración de las estructuras fundamentales de cada región ya ha sido, en cierto modo, realizada por la experiencia e interpretación precientíficas del dominio de ser que define la región esencial misma…
El verdadero "movimiento" de las ciencias se produce por la revisión más o menos radical (aunque no transparente para sí misma) de los conceptos fundamentales. El nivel de una ciencia se determina por su mayor o menor capacidad de experimentar una crisis en sus conceptos fundamentales. En estas crisis inmanentes de las ciencias se tambalea la relación de la investigación positiva con las cosas interrogadas mismas. Las diversas disciplinas muestran hoy por doquier la tendencia a establecer nuevos fundamentos para su investigación"
Para Heidegger una verdadera ontología no puede ser un inventario del mundo sino de articular, entender nuestra propia comprensión de ser propia en nuestro juego, aquella que se pregunte por el sentido de ser, pues es con la aclaración de esta pregunta que se puede hacer verdadera ontología. Pensamos que también podemos decirlo así: una verdadera ontología no se pregunta si existen o no huecos negros porque para eso está la ciencia. Una verdadera ontología es aquella que se plantea una auténtica pregunta ontológica existencial, aquella que se pregunta por el sentido de ser donde está presente nuestra comprensión filosófica y en la cual usamos esta palabra y nos relacionamos con los demás y nosotros mismos. En palabras de Heidegger:
"… El preguntar ontológico es ciertamente más originario que el preguntar óptico de las ciencias positivas. Pero él mismo sería ingenuo y opaco si sus investigaciones de ser del ente dejaran sin examinar el sentido de ser en general. Y precisamente la tarea ontológica de una genealogía no deductivamente constructiva de las diferentes maneras posibles de ser, necesita de un acuerdo previo sobre lo que propiamente queremos decir con esta expresión ser.
La pregunta por el ser apunta, por consiguiente, a determinar las condiciones a priori de la posibilidad no sólo de las ciencias que investigan el ente en cuanto tal o cual, y que por ende se mueven ya siempre en una comprensión de ser, sino que ella apunta también a determinar la condición de posibilidad de las ontologías mismas que anteceden a las ciencias ópticas y las fundan. Toda ontología, por rico y sólidamente articulado que sea el sistema de categorías de que dispone, es en el fondo ciega y contraria a su finalidad más propia si no ha aclarado primero suficientemente el sentido de ser y no ha comprendido esta aclaración como su tarea fundamental"
La primacía óntica tiene que ver con el Dasein, la existencia. "Lo que caracteriza ónticamente es que a este ente le va en su ser este mismo ser", es decir, pensamos que la primacía óntica se caracteriza por lo que nosotros mismos somos y el modo como lo somos. Se caracteriza en el hecho de que el ser "algo es y en su ser-así, en la realidad, en el estar ahí, en la consistencia, en la validez, en el existir, en el hay", en la comprensión misma de un estar siendo. Se trata del ser humano y su realidad, del ser humano, su existencia y el mundo. Creemos que con la primacía óntica de la pregunta por el ser, se aclara lo que quiere decir Heidegger con sentido de ser, esto es, estar siendo en la forma de una comprensión de ser. Al hombre le incumbe su existencia y su existencia en el mundo así como una comprensión a partir de esta propia existencia en vinculación con el mundo.
En conclusión podemos decir que Heidegger crítica la filosofía establecida, exige una pregunta precisa, esto es, plantearse la pregunta por el sentido de ser. Asimismo refiere las dificultades que envuelve esta pregunta y reclama la necesidad de un método para elaborar esta pregunta. Señala la precisión ontológica y óntica de la pregunta con lo cual muestra que es lo que quiere decir cuando señala que hay que plantear la pregunta por el sentido de ser, esto la comprensión de nuestro ser a partir de nuestra propia existencia en relación con nosotros mismos y las cosas, ser en el mundo.

1 comentario:

JENNIFER dijo...

esta muy bie tu blog