De la comedia (I)
David De los Reyes
Arquiloco
“Diceópolis:
…voy hablar a la ciudad en una comedia,
Porque
la comedia es también vínculo de verdades.
Nada
diré que ofenda, sólo cosas muy justas”.
Aristófanes, Los
Acarnios.
“Figuraos
algo comparado con la cual la música mozartiana del Figaro parezca blanda, y burda una bacanal pintada por Rubens.
Figuraos una danza, una verdadera danza, conforme a un plan de exquisita
inteligencia, y todo cuanto llamáis “escena” en vuestra lengua como meros
momentos y figuras de esta danza, donde todo el mundo se oculta detrás de
máscaras al tiempo que baila con frenesí
de los gestos más desenfrenados, figuraos toda la carga de vida, no convertida
en sueños de brillo oscuro como en Shakesperare, sino en un movimiento vivo e
inquieto, y la insolencia más desfachatada, ennoblecida por un impulso
indecible, figuras, digo, todo esto, y
el rocío de los primeros tiempos que resplandece por encima, mientras sopla el
respiro del viento del mar griego, el aliento del azafrán y del croco y del
polen de las abejas de Himetio. ¡Todo esto nació, pero de qué mundo! Imaginaos,
además, el mundo, las lanzas sangrientas del Peloponeso, la cicuta de Sócrates,
las asambleas de mil personas, las hetairas de Alcíbiades abigarradas y animadas como pájaros atrevidos, y por encima
de todo el escudo dorado de Atenea. Figuraos, en resumen, lo siguiente: la
comedia que baila en el torbellino de este mundo como un trompo fustigado por
niños traviesos”
Hugo von Hofmannsthal:
Prólogo a la Lisístrata de Aristófanes.
Cit. en Kerenyi 1998:228.
La Comedia como género teatral
La
comedia no es otra cosa que un punto de vista o perspectiva ante la vida, pues
como hemos visto con Bergson, el
humor tiene sus raíces en el intelecto[1];
lo cómico se dirige más a nuestro pensamiento que a nuestro sentir. Es una
perspectiva, una manera de mirar lo que ocurre en la vida pues, ciertamente,
hemos vivido hechos que por estar comprometidos de forma intensa, experimentamos la situación como una
fatalidad o tragedia, y con el tiempo el
incidente se desvanece, dejamos caer con la distancia temporal personal su carga
emocional y nos llegamos a reír por lo
absurdo de las posturas ocurridas. La
comedia puede que surja de trastocar situaciones trágicas, desde una
perspectiva emocional, por humorísticas,
al comprenderlas desde una perspectiva intelectual y en distancia temporal. De
ahí que seguramente, como ha referido Berger, la comedia es el género más serio
y elevado del intelecto. La comedia es
un mundo creado a partir de la inteligencia, donde se presentan algunas
lágrimas pero que sin duda siempre estarán regadas, al final, por la risa. Hugo
Walpole afirmó que la vida es una comedia
para quienes la piensan y una tragedia para quienes la viven (cit. en
Wright, 1982:107).
El
núcleo central de la comedia surge al presentarnos un evento que se ha separado
de lo ideal o de la norma. La comedia se evalúa
o mide por la agudeza de nuestra percepción para distinguir aquellas
diferencias que existen entre lo que el hombre es y lo que pretende o trata de
ser (Wright, 1982:107). Con lo que comprendemos que la comedia pone en escena o
a cuenta nuestra actuación social, mostrando la máscara de la farsa que
actuamos como realidad en nuestra vida; la comedia es enemiga de toda
hipocresía, del fingimiento, es decir, de aquel que tiene poco criterio para
saber cuál es su realidad personal y lo que
pretende mostrar como si fuese algo distinto al que es. La comicidad de
un gran personaje surge al
arrancarle la máscara de falsedad, lo
superfluo, la impostura, la soberbia por medallas en el pecho o por títulos
académicos en la pared, por ejemplo; la comedia nos lo presentará con las mismas debilidades,
temores, carencias que la mayoría de los ciudadanos a pie. La comedia es un
gran desinfectante de la soberbia, un desintegrador de la arrogancia.
La
comedia tiene la cualidad de no ser únicamente una expresión humorista que
aparece del ingenio sin más; la comedia implica la complicidad y, por
ende, no sólo la comprensión intelectual
sino el corazón pues el humor más que
reírse de la gente su finalidad está en reír con la gente, mientras a la vez ésta se ríe de sí misma, de sus
flaquezas y sus fantasías absurdas. La comedia desconoce el desprecio o la
humillación, como es cuando se utiliza la humillación sarcástica por parte del
hombre poderoso frente a otro de menor lugar social. La comedia no se puede
confundir con la restringida burla pues esta lo que muestra es una carencia de
humanidad y compasión más que de complicidad humorística compartida. Para
ciertos estudiosos del caso, el humor desplegado en la comedia tiene cercanía
con el amor pues en ella podemos observar que se disfruta y se divierte,
ampliando el espectro de la condición ridícula de la humanidad. La risa humana
es particular en este aspecto pues somos una especia que puede llegar a reírse
de forma concordante y amigable no sólo con los demás sino de nosotros mismos
ante los demás. La condición del buen
humor estaría cercano a propiciar la risa bondadosa, gentil donde la
camaradería y el compañerismo se cruzan con la felicidad y la alegría,
mostrándonos una humanidad donde cada
quien reconoce que tiene algo de feliz tontería
y de identidad con nuestros
semejantes por nuestra permanente comedia, extravagancia y absurdidad,
mostrándonos a nosotros mismos uno de los más finos y originales sentidos del
hombre, el sentido del humor. Tragedia o humor, he ahí nuestra elección.
Thompson
(1946) ha construido una jerarquía para distinguir la alta comedia de la farsa;
la llamó la escalera de la comedia.
La farsa va de lo más bajo, que vendría a construir por medio de la obscenidad
(presentación del desnudo), en la burla de los infortunios físicos (quitarle la silla a un personaje, o
caer al pisar una cáscara de cambur por
ejemplo), en retruécanos del lenguaje (equívocos, propósitos contrarios,
errores de identidad, etc), en ingenio verbal (en la que el autor se luce con
su ingenio humorístico hasta cuando se lee la obra; es el caso de Oscar Wilde
en La importancia de llamarse Ernesto:
por ejemplo: amarse a sí mismo es el
comienzo de un idilio eterno, o, las
malas mujeres nos fastidian, las virtuosas nos aburren. Esta es la única cosa
que las diferencia), en la incongruencia del personaje hasta alcanzar la
obra cómica por el despliegue de ideas y sátira, que es lo que constituye a una
comedia en una obra de arte o, en lo que llamó ese autor, por alta comedia. Claro es que dependiendo
del autor podremos encontrar farsas que están colindando con la alta comedia y
comedias que terminan siendo simplemente una farsa. La alta comedia la encontramos cuando el autor sabe reírse de los más aceptado como valores
y querido como costumbres: de su familia, de sus amigos, de su religión, de sus
ideas políticas, su patria y, sobre todo, de sí mismo. Es la capacidad de poder
divertirse de las cosas que consideramos serias dentro de la vida; la comedia,
en su forma general, nos da una vara con la que evaluar nuestras afecciones y
defectos, es una crítica de la vida de forma amable y con una gran comprensión
de la intensión, pues se despliegan de forma lúdica situaciones que pueden ser
muy serias desde otra perspectiva o
dentro de nuestra cotidianidad inconsciente.
Es por lo que sabemos que la comedia suele exigir una distancia estética ante
lo mostrado. La comedia tendrá una labor pedagógica pues nos induce a observar
la vida de forma objetiva o, al menos, desde una perspectiva no trágica, con lo
que podemos reducir el sentimiento de absurdidad, de pesimismo, de injusticia
social y los defectos de los individuos
presentes en las costumbres aceptadas. Como ha podido observar Moliere: A la gente no le importa ser perversa, pero
se fastidia cuando se la ridiculiza.
¿Qué
exige la construcción de una comedia? Personajes verosímiles y comprensibles, situaciones
posibles y probables, tratar sobre situaciones individuales junto a sus
problemas personales, y referirse a los aspectos superficiales de su vida (así
trate del amor, la infidelidad, la guerra, la dictadura, el comunismo, del
neoliberalismo, los políticos, los religiosos, etc.). Donde el personaje irá
superando los obstáculos que se les presentan en su transcurrir por el mundo.
Donde podemos llegar a observar que la seriedad del personaje es el ingrediente
impostergable de nuestra abierta risa; nos reímos y lo compadecemos, provocando
una risa reflexiva.
Las
situaciones cómicas cambian en función de las épocas y las culturas. Para el
mundo antiguo la comedia debía presentar situaciones donde los procesos digestivos y los aspectos más
animales del amor eran considerados como
algo común a muchas obras. No es raro que en el mundo griego se presentara, ante el público ansioso, la
presentación del falo como símbolo de fertilidad[2],
dentro de tramas de situaciones cómicas de la cotidianidad del ciudadano.
Pero
ahora veamos cómo definen a la comedia ciertos diccionarios, que más que
aclarar a veces nos pueden confundir.
¿Cómo definen a la comedia?
Pero
¿cómo definen, por lo general, el sustantivo
comedia los diccionarios? Podemos ver algunas de las definiciones que se
nos da respecto a este término, que a nuestro juicio tiene apenas una
definición alejada del origen del término, subsumiéndonos en la manifestación
contingente y común de la representación teatral del presente. En el
Diccionario Vox (2007)[3] de
la lengua española nos refiere a la comedia como obra de teatro o película con elementos o sucesos que divierten y hacen
reír, y con un desenlace feliz. Es una obra dramática que presente un cuadro generalmente de carácter costumbrista y
moralizante, escrita en verso y representada en corrales, con combinación de
personajes serios y cómicos. Además de referirnos dos épocas de la comedia en Occidente, al
teatro español del siglo XVII, donde se desarrolla el género de manera
espectacular[4]
y al siglo XVI en relación con la Comedia
Italiana o Dell’Arte, esta última surgida por la
profesionalización de actores en la representación de personajes paradigmáticos
que podían combinar lo serio con lo cómico, interpretando de forma
estereotipada tales caracteres de manera continua en las diferentes obras que
montaban bajo este talante emocional jocoso[5]. Fuera del espacio teatral también nos sugiere
la presencia de la comedia dentro de la vida cotidiana humana. Comedia será una acción de fingimiento que
hacemos para conseguir una cosa, es decir, un gesto falso que no convence y es
por eso que ante ello surge la reacción del escucha al decir que: por favor déjate de hacer comedias y dime
qué te preocupa o qué quieres realmente. En otras palabras, es el uso del teatro por cualquiera de nosotros en
relación con alguien dentro de las relaciones comunes de la vida. Pero en el fondo, y por lo general en el
habla coloquial, con la palabra comedia
nos dirigimos a toda situación o suceso
de la vida real que hace reír.
Otro diccionario[6] además de referirse
como obra teatral pero dramática cuya
acción predominan aspectos placenteros, festivos
o humorísticos y cuyo desenlace puede ser feliz, también nos
amplía la posible confusión del término
al referir que comedia puede ser una obra dramática de cualquier género.
Y para una mejor equivocación nos afirma que etimológicamente la palabra
proviene del latín comoedia y este a su vez del griego κωμωδία (comodia),
que significa comediante. Esto último nos lleva a tener que referir que κωμωδία
(comodia), no significa comediante sino la refiere a la simple aserción de comedia sin más. Para designar al
comediante en griego se usa κωμωδωϛ, que además de comediante refiere
al autor poeta de comedias[7].
Además de emparentar a la comedia con cualquier género de obra teatral dramática. Los diccionarios cuando sirven nos dan sólo una afirmación o
definición muy superficial o simple de los términos; y seguramente esto se
amplía cuando pasan a estar en online.
Cosa que podemos notar con las dos referencias en línea que hemos utilizado. No
todo lo que luce es oro, y menos en la pantalla del ordenador sometido a las
rutas de internet sin cierta cautela de uso por las informaciones que se nos
dan.
Sin
embargo al irnos al Diccionario
enciclopédico Vox (1970), en físico –no virtual-, nos trasmite un tratamiento más completo del
término. Además de cómo se escribe en
varios idiomas la palabra nos comienza
afirmando que, si bien es una obra dramática,
es de enredo y desenlace festivos
o placenteros. Además es suceso
de la vida real capaz de interesar o mover a risa. También es
farsa y fingimiento, lo cual sería lo propio del acto cómico en sus orígenes
como veremos más adelante. Pero lo más interesante es que este diccionario nos
informa que la comedia nace en Grecia en el culto a Dionisios, dios de la
fecundidad agrícola, al que le ofrecían, en su honor, cantos burlescos,
licenciosos (vulgares), que posteriormente adoptarían la forma teatral
dialogada. Si nos refiere mucho de sus orígenes en Grecia al menos alude al
mito de Dionisos como el punto de origen
de esta manifestación teatral, que es lo que trataremos más adelante cuando nos
enfrentemos a la relación entre comedia y fiestas al dios de la emoción
embriagadora por la vida: Dionisos.
Carro naval de Tespis.origen del carnaval griego
La comedia ática o qué significó este género para la antigua Atenas
La
comedia ática aparece en el último tercio del s. V a.C. Los antiguos la
denominaron espejo de la vida, en
contrastar las condiciones persistentes y permanentes de la naturaleza humana
frente a sus debilidades. Fue el más
completo fresco histórico de la vida de su tiempo. No se puede comparar con
ningún género literario de su momento.
Si bien podemos estudiar la vida y afanes exteriores de los atenienses en los
vasos cerámicos pintados, no son menos impresionantes las representaciones
únicas de su tiempo presentes en este género. Para Jaeger nos afirma que los movimientos espirituales que
brotan de las más prominentes creaciones de la antigua comedia que se han
conservado hasta nosotros[8],
no pueden compararse con ninguna otra forma de expresión práctica, poética
y cultural de la Atenas de entonces. Se nos presenta el estado, las ideas
filosóficas y poéticas que viven para ese momento dentro de sus movimientos
teatrales. Estado, ideas filosóficas y literatura se nos muestran no ya como fenómenos aislados sino en una
relación entre sí, estando presentes su dinámica en el influjo inmediato dentro
de la situación de su tiempo[9].
La comedia nos da la posibilidad de
observar la formación de la vida espiritual, considerada como proceso
social. Gracias a ella ningún otro periodo de la antigüedad puede ser tan bien
comprendido y representado en su intimidad como ese momento del siglo V al IV
a.C. ateniense.
La
comedia se dirigió no a construir un drama de caracteres o de tipo, sino que
ella siempre vendría a tener un carácter político debido a la conciencia
ciudadana del público que iba a dichas
presentaciones; ello impidió el desarrollo de ese otro tipo de comedias que
remedan situaciones aisladas de lo
grotesco de la cotidianidad presentes en la forma de ser o actuar de
determinados individuos: por determinada profesión, por ejemplo, la de los
médicos. Los gustos de la mayoría giraron en torno a las violentas de la sátira política y social
y no a las sutilezas del entorno íntimo de los ciudadanos, aunque también
aparecieran referencias a ello dentro de la trama. En las creaciones del teatro
aristofánico encontramos esos gérmenes del teatro cómico de caracteres,
ampliando el compás de incursiones
dentro de los modos privados de vida ateniense.
Lo
cómico, sin embargo, se puede encontrar en los personajes no heroicos de las
obras de Eurípides. Ellos traspasan involuntariamente, para nosotros, los
límites de lo cómico y son para los
cómicos de su tiempo una fuente
inagotable de risa. Separándolos de las relaciones míticas que pueden tener sus
obras, tales personajes comunes, con su inteligencia vulgar, calculadora y
disputadora, su afán pragmático de explicar, dudar y moralizar y su sentimiento
desenfrenado aparece como algo sorprende[10].
La comedia ática estuvo restringida a condiciones
formales por un lado, pero la
formalidad no fue óbice para que, bien con exageraciones y distorsiones
fantásticas propias del género sean vistas estas obras como un arte del parlamento de reducido crédito
para comprender y obtener, como se ha dicho, a conclusiones históricas de su
presente. En la comedia nos encontramos con alusiones directas a acontecimientos e instituciones, a
invectivas personales, a críticas políticas y discursos polémicos que nos presenta una verdadera riqueza inagotable para la reconstrucción
sociológica, cultural, política, económica, filosófica del mundo antiguo
ateniense.
La
comedia viene a representar una de las más originales y grandiosas
manifestaciones del genio poético griego
para Jaeger. La comedia es un género del presente histórico, que nos muestra
las realidades de su tiempo de forma directa, cuyo propósito es ofrecer tras lo
efímero de los casos presentes representados ciertos aspectos constantes del
hombre común que no están presentes ni en la epopeya y la tragedia. A
diferencia de la tragedia y la epopeya,
que pretenden imitar las naturalezas nobles de los grandes hombres junto
a sus hechos y destinos prominentes, la comedia vendrá a presentarnos un impulso incoercible de las naturalezas ordinarias[11], junto a la tendencia popular, realista,
observadora y crítica, que eligen con predilección la imitación de lo malo,
reprobable e indigno. Es el género en que se nos muestra una relación
directa de la vida común del hombre de la calle que sufre consecuencias por
habitar en una polis mal administrada política, por llevar una vida sometida a
criterios fuera de lugar o de reclamos
de la población femenina de Atenas al quedar sin hombres que cumplan con
su función matrimonial en la alcoba por irse a la guerra. La comedia es la representación de lo que
pasa día a día, donde los personajes semidioses o heroicos no dejan de ser
refutados por la carcajadas, mostrando su soberbia y ambición de poder
narcisista implícito y escondido a través de querer interpretar sus acciones
como divinas mas no humanas. Los Dioses no escapan de
arrojar ese estiércol pútrido en estar
por encima de todo, los cuales harán, desde la imaginación social de todos los
tiempos, un buen papel como instrumento de control, dominio y autoridad
inamovible para determinadas formas de amarrar el poder gubernamental dentro de
la masa ignorante.
Con
la comedia, como dijimos antes, los dioses sufren el tratamiento de quedar bajo
la acción de poder ser personajes aptos
para ser objeto de risa cómica. Nos muestra una cualidad y lucidez inherente a
la cultura griega de la antigüedad, que si se interesa por conocer cómo se conduce el pathos heroico y su grave dignidad,
también muestra interés y necesidad por la risa y de su burla como situaciones
no gratuitas sino siempre en función de obtener un provecho más allá del que se
nos muestra en un primer momento. Jaeger nos advierte que:
“Algunos
filósofos posteriores definieron al
hombre como el único animal capaz de
reír –aunque la mayoría de las veces se le define cono el animal que habla y piensa-; con lo
cual coloca a la risa en el mismo plano que el lenguaje y el pensamiento, como
expresión de la libertad espiritual. Si ponemos en conexión la risa de los
dioses de Homero con esta idea filosófica del hombre, no podemos negar el alto
origen de la comedia a pesar de la menor dignidad de este género y de sus motivos espirituales”[12].
Aristóteles
sería uno que afirmara lo dicho por Jaeger, el hombre es el único animal que
rie. Sabemos hoy que antes de hablar los infantes establecen la primera
relación de confianza con sus parientes cercanos con la risa, la cual aparece a
los cuatro meses de vida y por ello podríamos comprender que antes que hablar o
pensar comenzaríamos a establecer una relación con el mundo con la risa
aprobadora y sutil que muestra el infante con su madre, por ejemplo. Somos,
antes de animales hablantes seres
reidores o irritados. Son formas de la comunicación del animal humano que
aprende antes de articular sonidos más complejos como los de un lenguaje.
Además de ello, como nos lo dice el texto,
no hay duda que al vincular la risa de los dioses homéricos con dicha
idea filosófica nos muestra un origen extraordinario de la comedia, a pesar de
los rasgos vulgares o bajos, presentes en ella. Pero como veremos, sus orígenes
reales están inscritos en ritos religiosos importantes de esa religión de
dioses y titanes.
Sus inicios. La
forma poética de Arquíloco (siglo VII a.n.e.), influyo en el ritmo y la
intencionalidad de la comedia. De métrica más de corte popular y yámbica, probablemente sometido a
improvisación, se utilizó la sátira
desde un comienzo en tanto género burlesco. Autores tomaron de Arquíloco el ataque personal dirigido incluso a personeros de altos cargos
estatales. Su importancia crece cuando comienza a tomar un tono político, y fue
considerada por el estado un honor y un deber de mantenerla por estipendio de los
ricos, al sostener a sus integrantes del coro. La comedia se constituye en una
institución del estado, siéndole posible así competir con la tragedia, de la
que tomo mucho de sus elementos de su estructura interna más no su intencional
trágica. Y en sus mejores momentos llegó a tener sus autores conciencia de la
gran función educadora que portaba toda representación cómica. En Aristófanes
se notará la plena absorción en su obra de dicha concepción pedagógica,
llevando a tener en espiritualidad y profundidad tantos laureles como la misma
tragedia.
La
mayoría de los autores de la comedia
(Crates, Cratino, Eupolis, Aristófanes, etc.) tenían como objetivo provocar con
sus obras la risa en sus oyentes. Es por ello que Wilamowitz se opone
a la concepción que este género
propusiera el mejoramiento moral de los hombres[13],
considera que tampoco tiene un propósito
didáctico y no llega a afectar en la moralidad. No estamos de acuerdo con esta apreciación.
La comedia tenía una intención pedagógica, de comentar los sucesos del presente
de la polis, de las injusticias políticas, de los avatares de la guerra, de las
corrupciones demagógicas de una democracia corrupta, de las tiranías ejercidas en
nombre de una paz social anclada en el sometimiento ciudadano, en la pérdida de
la libertad de la polis y de los incongruencias culturales, filosóficas, políticas
entre los ciudadanos de esa espectacular y arbitraria antigüedad ateniense.
En
el caso del autor Cratino, por ejemplo, encontramos que sus comedias estaban
dirigidas, con todas sus fuerzas, a
satirizar contra personajes
públicos de notoria impopularidad. En
Aristófanes, con su obra Los arcanienses encontramos
una sátira política elaborada con una trama imaginaria única que reúne,
mediante un ingenioso simbolismo, una ambiciosa utopía política, enriqueciendo
la parodia cómica y literaria. La comedia ática se nutrió, entonces, de las
creaciones de Arquíloco, que desde las tierras jónicas, satirizó tanto de su
persona como también de emprender la tarea de la crítica pública con ella. En
su momento la comedia toma un carácter
particular y punto de convergencia para
efectuar toda crítica pública, no limitándose solo a los asuntos políticos sino abrazando todas las esferas de lo
público risible de la comunidad. Arquiloco:
“Censuraba,
cuando lo consideraba justo, no solo a los individuos, no solo a esta o aquella
actividad política, sino la orientación general del estado o del carácter del
pueblo y sus debilidades. Controlaba el espíritu del pueblo y tendía la mano a
la educación, a la filosofía, a la poesía y a la música. Por primera vez eran
consideradas estas fuerzas, en su totalidad como expresiones de la formación
del pueblo y de su salud interna”[14].
Este
género concentraba en ella la idea de responsabilidad, inseparable de la
libertad vivida en apego a la administración del estado que incentivaba la
institución de la euthymia, (del buen
humor), trasportando a fuerzas sobre-personales y catárticas en función del
bien común comunitario. Sus críticas no fueron tanto a las instituciones
democráticas sino de las distintas interferencias surgidas desde la opinión
pública. La comedia se convirtió en una institución censora y crítica pública.
“La
función censora pertenecía, en Atenas, a la comedia. Esto es lo que le otorga
el ingenio de Aristóteles la inaudita seriedad que se oculta tras sus alegres
máscaras. Platón como elemento fundamental de lo cómica la censura maliciosa y
regocijada de las debilidades inofensivas y de los errores de nuestros
semejantes (Filebo, 49c)[15]”.
Interesante
saber que en tiempos de guerra como los vividos por entonces en Atenas, la
educación ocupó un lugar importante dentro de las comedias, tanto como lo
político; se convirtió en guía para comprender ese proceso en curso,
convirtiéndose en una de las fuerzas educadores significativas del momento.
La
comedia también estuvo sometida por el poder del estado cuando llegó a
satirizar políticamente a determinadas personas públicas, las cuales fueron
amparadas por las supuestas injusticias presentadas en las representaciones
humorísticas. Tales prohibiciones no llegaban a durar mucho tiempo por ser
impopulares; aún hoy ningún estado puede llegar a reprimir completamente la
manifestación de los sentimientos sociales primitivos como tal tipo de burla a
lo público. Nadie quedó excepto en ese mundo
griego, hasta Pericles lo padeció, en la pluma de Cratino, fue objeto de burla.
En Las Tracianas es llamado al
enaltecido líder griego como el “Zeus, el de la cabeza de cebolla”, con lo que
aludía a su peculiar forma de la cabeza,
disimulada permanente con un casco. Y a la vez no dejaría de reconocer su valía
al referirse luego con una relampagueante afirmación: “revolvió toda la Hélade”[16].
Teatro de Atenas, foto de Marina Dias
La comedia
ática, podemos argüir, estuvo
restringida a condiciones formales por
un lado, pero la formalidad no fue óbice
para que, bien con exageraciones y
distorsiones fantásticas propias del género, sean vistas estas obras como un arte del parlamento de reducido crédito
para comprender y obtener conclusiones históricas de su presente. En la comedia
nos encontramos con alusiones directas a
acontecimientos e instituciones, a invectivas personales, a críticas políticas
y discursos polémicos que nos presenta
una verdadera riqueza inagotable para la
reconstrucción sociológica, cultural, política, económica, filosófica del mundo
antiguo ateniense.
Por ello podemos
aceptar las palabras de Jaeger que nos dicen que la comedia puede considerarse
como la primera manifestación artística y cultural occidental de la alegría
social y vital, portadora de una eclosión de entusiasmo dionisiaco colectivo. Tal
género fue una de las expresiones más altas del espíritu humano que funda sus
raíces en el suelo de lo natural y terrenal. Según Jaeger tiene unos orígenes oscuros:
“…a
diferencia del desarrollo de los más antiguos coros y danzas ditirámbicas hasta
la cumbre del arte de Sófocles, perfectamente conocidos por los contemporáneos[17]. Igualmente nos informa que tiene un pasado
con ritos religiosos de las fiestas dionisiacas, con sus rurales canciones
fálicas a la fertilidad, sin pertenecer a la esfera de las creaciones
espirituales, a la poesis. Al lado de
la alegría festiva del komos, del
cual tomó su nombre, se halla la parábasis, la procesión del coro que ante el
público que originariamente lo rodeaba, da libre curso a mofas mordaces y personales y aún, en sus formas
más antiguas, señala con el dedo a alguno de sus espectadores. Los vestidos
fálicos de los actores y los disfraces del coro
especialmente mediante máscaras
de animales –ranas, avispas, pájaros-, nacen de una tradición muy antigua,
puesto que se hallan presentes en viejos autores cómicos, en los cuales esta
memoria se mantiene de una manera viva, mientras que su espíritu es débil todavía[18]
Se continua en la próxima entrega: Orígenes de la Comedia en las fiestas dionisíacas.
[1] Ver: Bergson o la risa a la
francesa en: www.filosofiaclinicaucv.blogspot.com,
mes de junio 2012.
[2] Si en la antigüedad
era el falo en el teatro contemporáneo
sería el desnudo. El primer desnudo teatral estuve presente en la obra musical
de Hair de 1960. Luego de ahí es casi
una constante escena obligatoria que muchas piezas recurran a la exhibición del
cuerpo desnudo. A falta de falo, buenas son tetas. Pero la obscenidad irrumpe
cuando es utilizada sólo con el fin de escandalizar o por su valor de morbo o publicitario.
[3]
Diccionario
Manual de la Lengua Española Vox. © 2007 Larousse Editorial, S.L.
[4] Cultivada por autores
de la talla de un Cervantes, Lope de Rueda, Alarcón, Rojas, Moreto y Tirso de
Molina. Sin embargo no puede quedar fuera Shakespeare con su Falstaff.
[5] La Comedia dell’Arte será un género
peculiar italiano motivado por la fantasía jocosa y se escenificará en un
escenario reglamentado, a la par que los actores improvisan el diálogo,
convirtiéndose cada actor en especialistas de algún personaje típico: Colombina, Pantalón,
Arlequín, etc.
[6] Diccionario en línea:
http://www.deperu.com/diccionario/significado.php?pal=comedia: visto el 24/05/2012.
[7] Para las referencias
a los significados en griego utilizamos el Diccionario Manual Griego
Clásico-Español Vox 2005, Barcelona.
[8] Jaeger, W. 1962: Paideia. F.C.E. Mexico, p.325.
[9]
Idem.
[10] Ibid, 315
[11]
Ibid p.326.
[12]
idem
[13]
Cit. en ibid p.329.
[14]
Ibid p.330s.
[15] Ibid p.331.
[16] Ibid p.332.
[17] Kerenyi, K.,
1998: Dionisos. Raíz indestructible de la
vida. Herder. Madrid, p.327.
[18] Ibid p.327.
Bibliografía:
Arechavala,
R., 2000: Pedagogía del Humor. Ed.
Guaymuras. Tegucigalpa.
Aristófanes,
2006: Las once comedias. Ed. Porrúa. México.
Cavallero, P., et al, 2007: Aristófanes.
Nubes (Edición Bilingüe).
Facultad de Filosofía y Letras,
Universidad de Buenos Aires.
Diccionario enciclopédico Vox 1970, Barcelona.
Diccionario
Manual Griego Clásico-Español Vox 2005, Barcelona
Guthrie,
W. 1966: Orfeo y la religión griega.
EUDEBA. Buenos Aires.
Jaeger,
W. 1962: Paideia. F.C.E. Mexico.
Kerenyi,
K. 1998: Dionisios. Herder. Madrid.
Serra,
J., 1972: Análisis de la comicidad. Barcelona.
Thompson, A. 1946: The
Anatomy of Drama. University of California Press. Berkeley.
Velásquez, O. 2005: Aristófanes:
Nubes. Editorial Universitaria, Santiago de Chile.
Wright,
E. 1982: Para comprender el teatro actual.
F.C.E. México.
Referencias
electrónicas:
Aristóteles:
Poética. En: www.philosophia.cl
/ Escuela de Filosofía Universidad ARCIS: http://www.philosophia.cl/biblioteca/aristoteles/poetica.pdf:
visto el 24/05/2012.
Diccionario
en línea: http://www.deperu.com/diccionario/significado.php?pal=comedia:
visto el 24/05/2012.
Gil,
Luis: Comedia ática y sociedad ateniense.
En: http://interclassica.um.es/var/plain/storage/original/application/7b852b838174ef1696f33b9299759a0c.pdf
1 comentario:
Excelente. Espero con ansiedad la segunda parte.
Mauricio
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