¿Libertad humana o política?
De la desobediencia Civil
María
Eugenia Cisneros
La marcha a pie
puede también ser un preludio al aprendizaje de la libertad, e imponerse como
el primer paso de un acto de resistencia […] pues caminar es además un llamado
a la unidad en medio de la multitud. La marcha alude al movimiento, es decir, a
la acción. Cuando toda la sociedad se mueve, y no ya el individuo solo, se
genera el movimiento social: la marcha como actitud política.
“El
arte de deambular en libertad”
Franck
Michel
La desobediencia civil
exige el paso de la libertad como condición humana (individuo-conciencia) a la
libertad política (público-acción). El énfasis de este trabajo estará en
mostrar la importancia de la manifestación de la voz interior, de la asunción
de la conciencia, para construir la libertad como condición humana
individualmente. Este despertar en cada individuo es necesario para que la
desobediencia civil como una forma de resistencia pueda pasar del ámbito
privado a lo público
La desobediencia civil
es una forma de acción imaginativa individual, social y política cuyo
fundamento lo constituye la libertad, esta práctica inicia con el individuo y
sus obras imaginativas particulares. Para que llegue a ser un hecho político
primero tiene que ser un acto individual anónimo y desconocido porque implica
la consulta, a sí mismo, de decidir sí voluntariamente se asume el riesgo que
significa resistir al poder en nombre de la libertad[1]: “El
antropólogo Leroi-Gourhan decía que antes de unir la acción a la palabra, el
hombre comienza por los pies. La caminata nos recuerda nuestra condición de
bípedos y lo que ella nos permitió lograr: nuestras civilizaciones…”[2].
La libertad está en
peligro cuando los fundamentos democráticos han desaparecido. En este contexto,
la desobediencia civil constituye un instrumento que genera la propia
democracia[3]
para salvarse a sí misma y los llamados a recuperar, proteger y profundizar los
principios y valores democráticos son los ciudadanos[4].
De esta manera, la desobediencia civil es un deber y un derecho, un derecho
porque como individuos sociales tenemos la facultad de estar en desacuerdo con
las situaciones injustas ocasionadas por el ejercicio arbitrario del poder. Es
un deber porque como individuos sociales estamos llamados a defender nuestra
libertad[5].
Con nosotros […]
surge la libertad y, al mismo tiempo, la ineludible obligación de defenderla
hasta la muerte. Cuando los hombres pretendemos olvidar tal obligación, la
naturaleza, por medio del comportamiento de los animales no racionales (en los
cuales obra un modo directo o instintivo), se encarga de hacérnosla presente y
hacer resonar en nuestras mentes el grito de «¡Viva la libertad!»[6]
Oponerse al poder en
defensa de la libertad despierta primero el fuero interno como individuo en el
ámbito privado, se trata en principio de resguardar mi libertad. Luego, al
darme cuenta que soy un individuo social, que soy parte de lo común, entonces
comprendo que la protección de mi libertad, también, consiste en salvaguardar
la libertad de los otros porque es una toma de conciencia que se produce en la
experiencia. “Resistencia solitaria no desprovista de nostalgia, la caminata es
siempre un paso dado en dirección del otro; un encuentro que requiere un
esfuerzo; una terapia a la vez psicológica y física…”[7].
El acto imaginativo
mediante el cual se busca amparar la libertad individual se hace presente en lo
imaginario. El ejercicio de la libertad como condición humana surtirá sus
efectos en la experiencia, en la cotidianidad[8].
Por esta razón, afirmo que la desobediencia civil para que se transforme en una
acción imaginaria social primero debe expresarse en las prácticas imaginativas
individuales de la libertad como condición humana[9], y
¿qué hace que en el individuo nazca la conciencia de la libertad como condición
humana? Respondo con las siguientes palabras: existen hombres que les ha
ocurrido “…alguna vez, que tenga el tremebundo confrontación consigo mismo y
vea, cuando menos el destello fugaz de una intuición momentánea, la
contingencia de su absurda existencia, acechada continuamente por todo género
de peligros, condenada a dejar de ser, finita”[10].
Es en ese momento cuando decide luchar contra la injusticia, abandona el
silencio y se muestra visiblemente en la acción.
Sócrates constituye un
ejemplo de manifestación de la libertad como condición humana, en él, esta
libertad, se conforma por su voz interior, dios y genio. En el diálogo de
Platón Defensa de Sócrates[11],
se advierte la resistencia que ejerce Sócrates de cumplir órdenes que de
acuerdo con la ley son injustas. Para Sócrates lo fundamental consiste en
obedecer y defender la ley porque esta garantiza la justicia.
...Y en verdad
que podría tal vez decirme alguien: «¿No te avergüenzas, Sócrates, de haber
observado una conducta tal, que ahora te pone en peligro de muerte?» A ese yo
le replicaría con toda razón: «Estás en un error, amigo mío, si crees que un
hombre que valga, por poco que sea, ha de pararse a considerar los riesgos de
muerte, y no ha de considerar solamente, cuando obra, sí lo que hace es justo o
no lo es y si es propio de un hombre bueno o de un hombre malo [...] tal vez
parezca chocante el hecho de que yo, como es sabido, vaya por doquier
aconsejando en privado del modo referido y metiéndome en cosas ajenas, y, en
cambio, no me atreva a subir a vuestra Asamblea para aconsejar públicamente a
la ciudad. Mas la causa de ello es lo que muchas veces me habéis oído decir en
muchos lugares, que sobre mí siento la influencia de algún dios y de algún
genio [...] se trata de una voz que comenzó a mostrárseme en mi infancia, la
cual, siempre que se deja oír, trata de apartarme de aquello que quiero hacer y
nunca me incita hacia ello. Eso es lo que se opone a que yo me dedique a la
política, y me parece que se opone con sobrada razón [...] necesario será que
el que quiera verdaderamente luchar en defensa de los justo, si pretende
sobrevivir algún tiempo, por poco que sea, actúe en privado y no en público
[...] yo no puedo ceder ante nadie por temor a la muerte en contra de la
justicia, y que soy capaz de morir antes de ceder [...] el único cargo público
desempeñado por mí fue el de miembro del Consejo, y ejercía la «pritanía»
nuestra tribu Antióquide, cuando vosotros quisisteis que se juzgase
conjuntamente a los diez generales que no recogieron a los caídos en la batalla
que sabéis, modo de juzgar contrario a las leyes, como posteriormente todos
considerasteis. En aquella ocasión yo fui el único de los pritanos que se opuso
a que procedieseis en desacuerdo con las leyes y el único que votó en contra
vuestra. Pese a que los políticos estaban dispuestos a presentar denuncia
contra mí y conducirme ante los jueces correspondientes, y a que vosotros los
animabais a ello gritando, yo estimé que debía correr aquel riesgo sin
apartarme de la ley y de lo justo antes que, por temor a la prisión o a la
muerte, ponerme de vuestro lado en ocasión de que vuestros proyectos no estaban
de acuerdo con la justicia. Ocurrió esto cuando la ciudad estaba aún gobernada
por el régimen democrático. Cuando se instauró el régimen oligárquico, los
Treinta, a su vez, me mandaron llamar junto con otros cuatro a la Rotonda y nos
ordenaron traer de Salamina a León el salamino, para su ejecución; esta orden
fue una de las muchas dadas por aquellos a muchos ciudadanos con la intención
de propagar las responsabilidades entre el mayor número posible de atenienses.
Entonces demostré nuevamente de hecho -no de palabra- que la muerte no me
importa [...] y que todo mi interés está en no cometer ninguna acción injusta
ni impía. En efecto, aquellos gobernantes, pese a la violencia con que salían
actuar, no me intimidaron, no me movieron a llevar a cabo un acto injusto;
lejos de eso, cuando salimos de la Rotonda, los otros cuatro marcharon a
Salamina y trajeron a León, en tanto que yo me dirigía a mi casa, y tal vez por
eso habría sucumbido yo si aquel gobierno no hubiese sido derrocado poco
después...[12]
Sócrates no escribió.
Su ejercicio filosófico consistió en el diálogo ¿Por qué Sócrates prefirió la
conversación directa con su interlocutor? ¿Por qué Sócrates no escribió? En el
Fedro, Platón coloca las siguientes palabras en boca de Sócrates:
Lo terrible en
cierto modo de la escritura, Fedro, es el verdadero parecido que tiene con la
pintura: en efecto, las producciones de esta se presentan como seres vivos,
pero si les preguntas algo mantienen el más solemne silencio. Y lo mismo ocurre
con los escritos: podrías pensar que hablan como sí pensaran; pero si los interrogas
sobre algo de lo que dicen con la intención de aprender, dan a entender una
sola cosa y siempre la misma. Por otra parte, una vez que han sido escritos,
los discursos circulan todos por todas partes, e igualmente entre los
entendidos que entre aquellos a quienes nada interesan, y no saben a quiénes
deben dirigirse y a quiénes no. Y cuando los maltratan o los insultan
injustamente tienen siempre necesidad del auxilio de su padre, porque ellos
solos no son capaces de defenderse ni de asistirse a sí mismos[13]
En la visión de
Sócrates, la escritura imposibilita el intercambio vivo y libre de reflexiones,
el compartir como personas capaces de socializar, sentir y pensar. El mirarse
el rostro mientras se habla, ver la expresión del interlocutor, las preguntas que
surgen en ese momento, lo cálido del despertar hacia el asombro, el darse
cuenta que no se sabe, comenzar a dudar de lo que creía saber, las propias
preguntas mediante el diálogo es una experiencia única que sólo se halla en el
contacto directo entre personas. Ante el escrito, la actividad es distinta.
Como receptores de una información se analiza desde la individualidad en forma
de monólogo y en soledad. El saber humano no es individual exclusivamente. El
saber práctico es social[14]
.Por esta razón, lo que se conoce de Sócrates es mediante un esfuerzo de
reconstrucción histórica atendiendo a los escritos de Platón, Jenofonte,
Aristófanes y las imágenes variadas de sus discípulos Esquines, Antístenes y
Aristipo sólo por mencionar algunos[15].
Lo que me interesa
destacar, volviendo a la cita de la Apología
de Sócrates, es que Platón indica que al filósofo ateniense se le
manifestaba una voz interior que le orientaba en su comportamiento alejándole
de cometer actos injustos. En otras palabras, en aquellas situaciones que
exigen tomar postura a Sócrates se le presentaba un dios o un genio en su
recóndita intimidad y cuyas palabras lo dirigían a realizar acciones conforme a
la justicia y la ley. Por esa voz interior, se negó a juzgar a los diez
generales que ganaron en la batalla de Arginusas. Se trataba de un acto injusto
que no estaba contemplado en la ley. El hecho es que los generales ganan la
batalla y de regreso para Atenas son sorprendidos por una tempestad que causó
que varias de las naves naufragaran. Los generales se vieron impedidos de
rescatar a los compañeros y sobrevivieron. Por tal motivo, los políticos de
aquel momento, solicitaron que se juzgase a los generales sin derecho de
defensa, a lo que Sócrates se negó por ser contrario a la ley y en consecuencia
injusto. Similar situación se presentó con León de Salamina quien luchaba
contra la tiranía de los treinta. Los tiranos querían enjuiciarlo y condenarlo
a muerte sin derecho a la defensa, a lo que nuevamente se opuso Sócrates por
tratarse de una arbitrariedad del poder político.
Como se puede apreciar,
Sócrates es el único que en una toma de decisión individual orientada por su
dios, genio, voz interior, conciencia, libertad como condición humana, se
atrevió a desobedecer las órdenes de los que se encontraban en el poder en ese
momento. No lo hizo con violencia, tampoco enfrentándose con armas a los que se
encontraban en el poder. Sencillamente se negó a cumplir las órdenes porque
estaban al margen de la ley. La desobediencia civil comienza por ser un acto de
conciencia, moral y ético.
Thoreau, evoca su libertad
como una condición construida por sí mismo, como motor inicial para oponerse a
los actos arbitrarios. Lo que el mencionado escritor expresó como el deber de la desobediencia civil.
Cuenta Thoreau en Walden o la vida en los bosques, el
siguiente relato:
Una tarde, hacia
finales del primer verano, que fui al pueblo a buscar un zapato que tuve que
remendar, fui prendido y encarcelado porque [...] no había pagado impuestos ni
reconocido la autoridad de un Estado que compra y vende hombres, mujeres y
niños a la puerta del Senado, como de si ganado se tratara. Yo había ido a los
bosques con otros propósitos. Pero, dondequiera que uno vaya, los hombres le
perseguirán y sacudirán con sus sucias instituciones, y si pueden, harán por
inscribirle a la fuerza en su desesperada sociedad de Odd-Fellows. Cierto, yo
podía haberme resistido a la fuerza, con mejor o peor resultado, podía haber
desatado un verdadero "amok" contra la sociedad, pero preferí que
fuera ésta, desesperada, la que me lo infligiera a mí. Con todo, fui soltado al
día siguiente, recuperé mi zapato reparado, y regresé a los bosques a tiempo de
hacerme con mi provisión de gayubas en la colina de Fair Haven. Jamás fui
molestado por persona alguna salvo por aquellas que representaban al Estado...[16]
Thoreau fue encarcelado
por negarse a pagar impuestos al Estado. En esa época, el Estado utilizaba el
dinero proveniente de los impuestos para mantener la institución de la
esclavitud de los negros y la compra y venta de esclavos. Cuestión que estaba
amparada por la ley. Sin embargo, Thoreau consideraba tal sumisión injusta,
ilegal e ilegítima. Se opuso a contribuir en mantener a seres humanos como
siervos. No se enfrentó con violencia, con armas. Tan solo se negó a pagar los
aranceles y asumir las consecuencias de su decisión[17].
Actuó según su conciencia. Y su acción pacífica tuvo tales efectos que por ello
lo apresaron: "...No es sino hasta que nos hemos perdido, en otras
palabras, hasta que hemos perdido el mundo, que empezamos a encontrarnos a
nosotros mismos y que nos damos cuenta de dónde estamos y del infinito alcance
de nuestras relaciones".[18]
En este contexto, es
pertinente mencionar el caso de Franklin Brito[19],
año 2010. Brito, ciudadano venezolano que decidió ejercer la desobediencia
civil en contra de la arbitrariedad del gobierno bajo el mandato del Presidente
Hugo Rafael Chávez Frías. Franklin Brito inició una huelga de hambre por la
negativa del gobierno a reconocerle formalmente la titularidad sobre sus
tierras como lo establece la ley. Se trata de la resistencia civil como
manifestación en el campo de lo imaginario como imagen o figura. Cada vez que
en los periódicos se mostraba una foto de Franklin Brito donde se percibía el
deterioro físico, o donde se observaba cómo el cuerpo se consumía por sí mismo,
se captaba la huelga de hambre como imagen. Esta imagen para los venezolanos
tiene significación: por un lado, la lucha de un ciudadano venezolano por el
respeto a sus derechos, al cumplimiento de la ley y al estado de derecho. Por
el otro, un gobierno arbitrario, que anula el estado de derecho y se muestra
indiferente ante este acto. Esta acción de Brito como imagen tiene un peso
específico en el por hacer de lo imaginario, toda vez que representa una de las
formas de acción individual con implicaciones en lo social por la lucha en pos
de la reconquista de la libertad.
Franklin
Brito, quien había protestado por el “decomiso”, por parte del gobierno, de sus
tierras productivas,
inició varias huelgas de hambre que
culminaron con su deceso.
1) Historia de
Franklin Brito[20]
“Año
2004, Franklin Brito inicio por primera vez una huelga en la Plaza Miranda de
Caracas en protesta por su despido "injustificado" y el de su esposa
del Ministerio de Educación y por la expropiación de un terreno de su propiedad
en el estado Bolívar. Posteriormente se traslada al Tribunal Supremo de
Justicia donde se corta un dedo radicalizando así su protesta y la falta de
respuesta de los organismos oficiales a su caso.
Año
2005, el INTI ratificó la propiedad privada de Brito al otorgarle el registro
agrario correspondiente y verificó nuevamente que no existiera solapamiento
alguno con los documentos de sus vecinos. No obstante, Brito apeló ante las
instancias judiciales pero su requerimiento fue declarado sin lugar al
comprobarse que disfrutaba plenamente de las garantías de propiedad de sus
tierras. La respuesta del productor agropecuario a la decisión de la justicia
venezolana fue mutilarse un dedo (meñique) el 11 de noviembre de 2005 ante las
cámaras de televisión.
Año
2006, las autoridades devolvieron a Brito su terreno, pero no revocaron las
cartas agrarias mediante las cuales su fundo la "Iguaraya" fue
invadido. Además, recibió una indemnización de 150.000 mil bolívares.
Año
2007, Brito acudió al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para solicitar un
recurso de amparo, el cual fue negado. En el año 2008 el Gobierno Bolivariano
decidió otorgar de manera gratuita una serie de beneficios sociales y de apoyo
a la producción en vista del estado de salud del ciudadano Franklin Brito, lo
cuales fueron:
-
Se deforestaron 40 hectáreas. - Se entregó un tractor y una rastra. -
Reparación de vehículo personal del Sr. Brito. (Caja y Motor) - Se le
entregaron insumos agrícolas para 11 hectáreas de melón y 11 hectáreas de
patilla. - Exoneración de un crédito de FONDAFA que tenía el Sr. Brito. - Se
entregaron enseres domésticos varios (cocina, nevera, comedor, etc.).5 1 2
El
2 de julio de 2009, Brito inició una huelga de hambre en la sede de la Organización
de Estados Americanos (OEA) en Caracas que se extendió por 154 días, tras lo
cual el INTI se comprometió a anular las cartas agrarias.
4
de diciembre de 2009, el Instituto Nacional de Tierras (INTI) emitió un acto
administrativo mediante el cual anuló las cartas agrarias de los terrenos que
abarcaron las tierras de Brito. Franklin Brito insiste en que la revocación de
las cartas agrarias no es legal y se niega a recibir la indemnización que le
ofrecieron porque consideraba que el proceso no se realizó por los canales
regulares. Días después, inició una nueva huelga en la sede de la OEA.
13
de diciembre de 2009, efectivos de la Policía Metropolitana (PM) se presentaron
en la sede de la OEA en Caracas y se llevaron a Franklin Brito al Hospital Militar.
Sus familiares y su abogado indicaron que el traslado del biólogo fue contra su
voluntad y que éste se negaba a recibir tratamiento médico y a consumir
alimentos.
14
de diciembre de 2009, la Defensora del Pueblo, Gabriela Ramírez, manifestó que
Franklin Brito no presenta "la mejor condición mental" y aseguró que
las demandas del agropecuario han sido satisfechas. Indicó que se sugirió la
intervención de las autoridades en el caso para preservar la vida de Brito.
Informes de la Cruz Roja, el Hospital de Clínicas Caracas y el Colegio de
Psicólogos afirman que Brito está en pleno uso de sus facultades mentales.
27
de diciembre de 2009, Franklin Brito envió una carta a la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que este organismo intercediera
a su favor y dictara una medida cautelar que le permitiera salir del Hospital
Militar.
14
de enero de 2010, La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó
medidas cautelares a favor de Franklin Brito mediante las que se insta al
Gobierno de Venezuela a que permita "el acceso, tratamiento y monitoreo de
la situación de Franklin Brito por un médico de su confianza y/u ofrecido por
la Cruz Roja Internacional".
1
de marzo de 2010, Franklin Brito decida retomar su huelga de hambre
argumentando que el INTI no ha cumplido con lo que le prometió en el mes de
diciembre y que existen actos de corrupción en la invasión de su fundo.
Asimismo, rechaza que se le mantenga en el Hospital Militar.
5
de mayo de 2010, Brito cumplió 143 días de estar recluido en el Hospital
Militar y 65 días de haber retomado su huelga de hambre. Se niega a recibir
alimento e hidratación.
22
de mayo de 2010, Franklin Brito exige que se legalice la carta agraria que
recibió sobre la titularidad de sus tierras y la indemnización del INTI.
Aseguró que el dinero que recibió del Instituto de tierras no tiene soporte
legal y que por eso no lo recibe. Afirma que no hay documentos que avalen que
los insumos, el tractor y los cheques que le dieron sean legales.
5
de junio de 2010, Ángela Brito, hija del productor agropecuario, indicó que el
estado de salud de su padre es delicado. Señaló que Brito cumple ahora una
huelga de sed, que ha comprometido a sus riñones.
8
de junio de 2010, familiares y miembros de la sociedad civil solicitaron al Tribunal
23 de Control que permita que personal de la Cruz Roja Internacional atiendan a
Franklin Brito, tal y como lo acordó la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH) en las medidas cautelares otorgadas a favor del biólogo en
enero.
12
de agosto de 2010, Brito radicalizó su huelga. Su hija anunció que suspendería
el suero y sólo tomaría agua.
17
de agosto de 2010, su hija Ángela informó que el estado de salud de su padre
era sumamente delicado y se agravaba cada día más. El peso de Brito era de 38
kilos y su masa corporal no alcanzaba el 10%.
20
de agosto de 2010, desde ese día Brito estuvo en un coma inducido en Terapia
Intensiva.
30
de agosto de 2010, fallece Franklin Brito en el Hospital Militar de Caracas.
Los primeros informes señalan que sufrió un infarto.
El
pasado sábado Humberto Márquez había analizado el caso de Franklin Brito, desde
el inicio de la huelga del productor agropecuario hasta lo que pudo conocer ese
día, e hizo, sin saber que sería profético, un paralelismo entre el venezolano
y Orlando Zapata Tamayo, el albañil cubano que falleció tras una prolongada
huelga de hambre.
“El
último año la opinión internacional ha sido sacudida por huelgas de hambre para
exigir derechos fundamentales, como la del periodista cubano Guillermo Fariñas,
quien ayunó en demanda de que presos políticos fueran excarcelados (…) el caso
del encarcelado albañil cubano Orlando Zapata Tamayo, quien protestó por las
condiciones de detención en Cuba, resultó trágico pues falleció el 23 de
febrero de 2010 al cabo de 83 días en huelga de hambre”, dijo en su reporte.
Lea
la nota completa tal y como la publicó IPS Noticias:
Franklin
Brito mide 1,90 metros y ya pesa menos de 35 kilogramos. Permanece en estado
crítico en el Hospital Militar de la capital venezolana, como consecuencia de
largas huelgas de hambre en reclamo de derechos sobre un establecimiento rural
de su propiedad.
“Está
muy mal. Dejó la huelga de sed y recibe hidratación, pero no puede moverse ni
hablar. Tiene deficiencia respiratoria, pulmonía, hipotermia y daños en órganos
como hígado y riñón”, dijo a IPS el viernes su hija, Ángela Brito.
Desde
2005, Brito ha hecho seis huelgas de hambre. Al cabo de la primera se amputó un
dedo y así llamó la atención del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien ordenó
atenderlo. Otro ayuno lo hizo a las puertas de la oficina en Caracas de la
Organización de los Estados Americanos (OEA), que se ha interesado en su caso.
Durante la penúltima huelga, en diciembre de 2009, un tribunal acogió el pedido
de la Fiscalía General de la República, que consideró a Brito “inhabilitado
desde el punto de vista médico”, con una “disminución de su capacidad”, y
ordenó llevarlo, contra su voluntad, de las cercanías de la OEA al Hospital
Militar.
“Aquí
me tienen, más que preso, secuestrado, sin haber cometido yo delito, por
protestar con un ayuno”, dijo entonces Brito. Rehusó ser tratado por médicos
militares y obtuvo que le atendiesen galenos de la Cruz Roja, mientras, a sus
49 años, perdía cada vez más peso y condiciones físicas. En 2009, Brito expuso
en un vídeo, disponible en el portal YouTube, el caso de su establecimiento
Iguaraya, de 290 hectáreas en la sudoriental Guayana, cercano a Ciudad Bolívar
y a unos 500 kilómetros de Caracas. Según su versión, el problema comenzó cuando
en 2000 se manifestó contrario al proyecto de un alcalde de la zona para
fumigar plantaciones de ñame (Dioscórea).
Brito
habría propuesto sembrar variedades del tubérculo más resistentes a plagas, y
el financiamiento del proyecto de la alcaldía se desmoronó. El productor
agropecuario y su esposa, Elena Rodríguez, fueron despedidos de las escuelas
públicas donde eran docentes.
Posteriormente,
algunos cultivadores reivindicaron usar parte de las tierras de Brito y el
estatal Instituto Nacional de Tierras (INTI) les adjudicó cartas agrarias.
La
carta agraria es una figura del decreto-ley de tierras mediante la cual las
familias campesinas son autorizadas a ocupar y cultivar predios cuya propiedad
sigue siendo estatal y es administrada por el INTI. Mediante este plan se ha
ocupado 2,9 millones de hectáreas, principalmente grandes posesiones que
estaban en manos de particulares que no han podido probar su pertenencia, a
juicio del Instituto, una cadena de títulos que demuestren su carácter de
propiedad privada desde antes de 1848, cuando se dictó la primera ley agraria
en Venezuela. Decenas de miles de familias han recibido cartas agrarias sobre
1,9 millones de hectáreas, con un sostenido debate sobre su eficacia para la
seguridad y soberanía alimentaria en este país que importa entre 60 y 70 por
ciento de sus alimentos. Brito reclamó ante el Poder Ejecutivo, la Defensoría
del Pueblo y tribunales agrarios y ordinarios, hasta llegar al el Tribunal
Supremo, por la medida que redujo su propiedad y la aisló con cartas agrarias
sobre la vía de acceso al establecimiento.
Al
paso del tiempo demandó también compensaciones por los daños causados. Como no
tuvo éxito, pasó a la protesta mediante huelgas de hambre que ocasionaron a su
salud daños ya considerados “irreversibles” por médicos y familiares.
En
2005 hubo un acuerdo parcial del gobierno de Chávez con Brito, y se le
reconocieron las deudas salariales como maestro a él y a su esposa. En 2007 un
acuerdo más amplio le permitió el uso de todas sus tierras y se le entregaron
dinero, un tractor y enseres. Pero las autoridades rehusaron entregarle a Brito
documentos que explicasen las donaciones como compensación o reparación por los
daños causados. “Si me los hubiesen entregado habrían reconocido que no
resolvieron el problema cuando pudieron y así el presidente (Chávez) quedaría
como una mala persona”, según el productor. Brito rechazó entonces el dinero y
los bienes que le entregaban “para no hacerme cómplice de algún hecho de
corrupción” y regresó a la protesta. El tiempo no ha hecho sino agravar las
posiciones.
“Ha
pasado tanto tiempo y se nos han cerrado tantas puertas que ya estamos
convencidos de que solamente el presidente, con el poder que tiene, es el único
que puede resolver el problema”, dijo a IPS la esposa del productor. El INTI
declaró que desde 2006 certifica que no existe solapamiento de tierras sobre el
fundo Iguaraya, estableció una servidumbre (permiso) de paso en la vía, reparó
cercas, deforestó espacios para siembra y “el gobierno bolivariano decidió
entregar en forma gratuita una serie de beneficios”, como vehículos, enseres e
insumos. El ministro de Agricultura, Juan Carlos Loyo, ex director del INTI,
visitó a Brito este mes para tratar sobre un posible nuevo acuerdo, pero el
agravamiento de la salud del productor no permitió hacer avances. “En respeto a
las cosas que me dijo, me voy a abstener de decir lo que conversamos”, declaró
Loyo, y reiteró que sobre el establecimiento Iguaraya “no existe ninguna
ocupación ilícita, expropiación ni ningún tipo de afectación de las que
comúnmente muchos medios privados se hacen eco, confiscaciones o cosas por el
estilo”.
Marino
Alvarado, coordinador de la organización humanitaria Provea, dijo a IPS que
“realmente nunca hubo voluntad política para resolver este caso, que se ha
debido manejar desde una mesa de diálogo desde mucho antes de llegar a estos
extremos”.
“El
traslado forzoso de Brito al Hospital Militar violó su derecho a la libertad
personal”, sostuvo Alvarado, aunque el hábeas corpus que interpuso contra ese
internamiento fue rechazado por la Corte de Apelaciones de Caracas.
Prelados
católicos y políticos de oposición han pedido a Chávez que “no deje morir a
Franklin Brito” y acceda a revocar las cartas agrarias en manos de vecinos, que
solaparon su fundo, y se reconozca que hubo errores al manejar el caso.
Un
grupo de organizaciones civiles reunidas en el Foro por los Derechos Humanos y
la Democracia pidieron a la senadora liberal colombiana Piedad Córdoba, aliada
política de Chávez, que intervenga para resolver el caso del productor
agropecuario. El último año la opinión internacional ha sido sacudida por
huelgas de hambre para exigir derechos fundamentales, como la del periodista
cubano Guillermo Fariñas, quien ayunó en demanda de que presos políticos fueran
excarcelados, y la activista saharaui Aminatou Haidar, quien reclamó desde
España su derecho de regresar a El Aaiún.
El
caso del encarcelado albañil cubano Orlando Zapata Tamayo, quien protestó por
las condiciones de detención en Cuba, resultó trágico pues falleció el 23 de
febrero de 2010 al cabo de 83 días en huelga de hambre.
Por
Humberto Márquez
Vía
IPS Noticias”.
El caso de Franklin
Brito muestra la figura del líder, militar, caudillo, cegado por el poder,
embaucador del pueblo que sólo lo utiliza para preservar su mando. Busca
eliminar la libertad y el derecho de los dominados. Todas sus acciones están al
margen de la ley. Esta situación no es nueva en nuestro país. El cuento de
Cecilio Acosta “Los espectros que son, y un espectro que ya va a ser”, relata
el vicio intrínseco en la sociedad venezolana:
…«Pues bien»,
exclamó la Presidenta dirigiéndose al traidor, que temblaba de miedo, y
rechinando de gozo la osamenta del carnero, «tú eres acusado de varios
capítulos: de vida póstuma que debes a caldos y otros artificios, y que
mantienen sin empleo en el lugar de los castigos, las camisas de fuerza
preparadas y los azotes que mereces, de fraude porque has vivido engañando, de
hipocresía porque has vivido fingiendo, de codicia porque has vivido malamente
acumulando, de lesa libertad porque has sido su burla, de leso pueblo porque
has sido su embaucador, de lesa patria porque has sido su enemigo, de lesa
literatura porque has sido su tormento y de lesa moral porque has sido su
escándalo y su ruina. Salgan los acusadores» [...] y «tú», le dijo, «no has
hecho hasta ahora más que embaucar a los simples con frases hidrópicas y
palabras huecas. ¿Cómo ha sido eso?»
-«Muy fácil: con
vivan los derechos del pueblo, en que
nunca he creído, viva la libertad
(dicho esto con voz de garganta y no de pecho), y con las expresiones ampulosas
de la razón pública, el volumen de las ideas, la conciencia granítica, el pabellón de los libres, la tiranía doméstica, las faldas del Pichincha, el desierto de Sechura, mezclado todo
con algunos verbos de mi cuño, por supuesto retumbantes, y variado eso poco
según las combinaciones del binomio de Newton, que dan para acabar tarde o casi
nunca, se tiene la salsa que he compuesto, y el fárrago con que he rellenado
periódicos, memorias y discursos, y que ha servido para llenar mi caja
también.» [...] Cuando he echado mis arengas (siempre las mismas como los
sermones del padre Cómins), he echado también mis cuentas, y pensado para mí:
palabra dicha, engaño hecho, y coma y beba yo con mis cincuenta casas que lo
dan, y que he adquirido sin sudor, aunque otros pordioseen, hambreen y rabien.
[...] -«¿De qué has vivido toda tu vida?», le dijo.
-«De cizaña para
la discordia, de invenciones para la calumnia, y de hacer el mal por el mal
mismo y por ver correr las lágrimas.»
-«Eres un
maligno.»
-«Yo doy de mí
lo que tengo.»
Entonces la
sombra que representa las clases trabajadoras, «te ofreciste», le apostrofó,
«como el Moisés de los pobres, y en vez de conducirlos a la tierra de
Promisión, los has sepultado en la miseria; tú y los tuyos opulentos, y ellos
sin pan; tú y los tuyos con millones, ellos de puerta en puerta. Contesta.»
-«Defendí al
pueblo para hacerme rico con sus despojos y su sangre: desde que lo fui, lo que
hago es echarlo de mi casa, o echarle los perros, o voltearle la espalda, o
hacerme el desconocido. Grito, pateo, insulto, blasfemo, y nadie me tose,
porque el saco del limosnero es humilde. Ellos cogen y se van, y yo cojo y paso
la llave, me arrellano después en mi sillón a fumar mi puro, y no hay más nada…
…«El partido
liberal que es la causa de los pueblos y el porvenir de América, no quiere sino
un gobierno de leyes, y tú has sostenido el despotismo; sino principios, y tú
quieres personas; sino respeto a las garantías, y tú has aconsejado que se
violen; sino amor a los demás, y tú los desprecias; sino tolerancia con todos,
y tú no quieres sino que prevalezca la tuya, como tu dinero, tus casas, tu
orgullo y tu insolencia. Al fin has terminado por defender el guzmancismo, es
decir, tu obra; y la República no quiere señores sino ciudadanos»…[22]
Esta historia continúa.
En el año 2013, el personaje que engañaba, fingía, calumniaba, utilizaba al
pueblo para hacerse rico, pronunciaba discursos vacíos era Hugo Rafael Chávez
Frías. En el año 2015, el personaje del cuento es Nicolás Maduro Moros. Con el
añadido que nadie lo quiere, no lo aplauden, no lo escuchan.
Sócrates, Thoreau y
Brito son movilizados por la práctica de su libertad como condición humana que
refiere al rescate del sí mismo como personas autónomas, de convicciones,
principios, ética y moral cuya pasión por la libertad los impulsó a la lucha
por la justicia y a oponerse a los actos arbitrarios provenientes del poder
político, asumiendo los riesgos de su decisión. La desobediencia civil exige el
asumir la responsabilidad de nuestra existencia a partir del despertar de la
conciencia en la asunción de que somos individuos sociales. Se trata de actos
individuales que tienen efectos contundentes en el ámbito político toda vez que
lesionan creativamente el ejercicio desmedido del poder. El despertar de la
libertad como condición humana garantiza la posibilidad factible que un
individuo decida desobedecer a su gobierno por considerar que su proceder es
arbitrario.
La libertad como
condición humana consiste en el arduo camino que debe decidir transitar cada
individuo para construir su propia libertad como no dominación. Bakunin se
refiere a este tipo de libertad. En su texto La libertad[23],
señala que el hombre para realizarse debe primero conocerse. Esto es, a partir
de su propio pensamiento ser capaz de cuestionar las instituciones religiosas,
políticas y económicas de la sociedad de la que forma parte. Esas instituciones
lo socializaron, educaron y le crearon hábitos. El hombre es producto de esos
valores ya establecidos. La sociedad ejerce una presión inmensa sobre el
individuo a tal punto que impide que en él se manifieste su propio pensamiento.
Es mediante la capacidad de los individuos de poner en duda lo establecido que
pueden avanzar y alcanzar la libertad. El poder de discutir y expresar mi
desacuerdo ante lo establecido deviene de esa fuerza consustancial al individuo
que se traduce en desobediencia y rebeldía. Bakunin afirma que es:
…Esa
inmoderación, esa desobediencia, esa rebeldía del espíritu humano contra todo
límite impuesto […] constituyen su honor, el secreto de su poder y de su
libertad. Es buscando lo imposible como el hombre ha realizado siempre lo posible
y quienes se han limitado “sabiamente” a lo que les parecía lo posible jamás
avanzaron un solo paso[24]
Para que se produzca la
rebeldía es necesario que el individuo conquiste su emancipación interior, ello
se alcanza cuando consigue liberarse de la dominación que la sociedad ejerce
sobre su persona, cuestión que no es sencilla ni fácil. La sociedad domina a
los individuos mediante los vínculos que lo atan a ella: la certeza, la
seguridad, la tranquilidad, la paz, la tradición, la rutina. Estos lazos lo convierten
en un individuo servil, carente de rebeldía y sin iniciativa para emprender
nuevas acciones. Pero, son las instituciones las que educan al individuo y esa
misma socialización constituye la materia prima para despertar la
desobediencia. Por consiguiente, es en la sociedad y con la presencia de los
otros que los individuos logran su libertad. De allí que, el individuo primero
debe rebelarse en su esfera interna de las ataduras ficticias que lo ligan a la
sociedad. Luego, cuestionar la dominación natural que lo social ejerce sobre el
individuo. Finalmente, ser capaz de cuestionar las instituciones. Según
Bakunin, para el individuo es más difícil enfrentarse a la tiranía social que a
la autoridad del Estado. Sublevarse al yugo social le exige autonomía y
autenticidad. Oponerse a la autoridad del Estado le reclama disposición,
capacidad de lucha y sacrificio.
Se puede ver que
Bakunin diferencia la dominación social del poder del Estado. Considera que la
dominación social se impone naturalmente porque forma a los individuos en su
seno. Durante la vida de los individuos, la sociedad permanentemente le está
suministrando su naturaleza material, intelectual, moral y religiosa. El Estado
es la autoridad, la fuerza, la imposición y con tendencia a limitar, lesionar
la libertad de los individuos y de la colectividad. Lo que el individuo
manifiesta en el exterior es lo que tiene en el interior, si internamente es
servil, entonces, externamente lo continuará siendo. Si internamente se ha
emancipado de sí mismo, entonces, externamente se sublevará a la dominación
natural social y a la dominación artificial institucional porque está impulsado
por una sincera convicción: la certeza que nació para ser libre y no servil.
Para el luchador
Bakunin la esencia de la humanidad se constituye por la solidaridad social y la
libertad. Ambos aspectos son la motivación central para trabajar en la
construcción de una sociedad basada en la igualdad, la solidaridad, la libertad
y el respeto humano y mutuo de todos sus miembros. Para ello, es imperativo
desmontar los elementos en los que se basa la sociedad: el culto divino sobre
el respeto humano; la autoridad sobre la libertad; el privilegio sobre la
igualdad; la explotación sobre la fraternidad; la mentira sobre la justicia y
la verdad. Esta empresa se enfrenta inevitablemente a un problema aún vigente:
el individuo que quiere ser libre y no puede serlo efectivamente porque los
otros que le rodean no quieren o tienen miedo de ser libres y, entonces, son
instrumentos de la opresión, colocados contra el deseo natural de rescatar la
libertad. Un individuo es libre cuando los otros también lo son. La libertad es
un producto político, de un trabajo social; no es individual ni aislado[25].
El Estado es una forma
histórica social que se reserva el ejercicio del poder, la fuerza, la
organización de la educación, la instrucción popular, la censura, la policía y
la fuerza armada. Instrumentos que utiliza para dominar a la sociedad civil
mediante la obediencia pasiva evitando así cualquier destello de rebeldía y del
ejercicio de la libertad. Por esta razón, afirma Bakunin:
…Llegamos hoy a
la absoluta necesidad de la destrucción de los Estados o, si se prefiere, a su
radical y completa transformación en el sentido de que al dejar de ser
potencias centralizadas y organizadas de arriba abajo se reorganicen, ya sea
mediante la violencia, ya mediante la autoridad de cualquier principio, con una
absoluta libertad para todas las partes[26]
De esta cita pareciera
desprenderse, distanciándome de la clásica interpretación de las ideas de
Bakunin como destructor del Estado, semilla de los movimientos terroristas e
impulsor de las guerras, que la preocupación de Bakunin, además, de denunciar
la forma vertical, jerárquica como está organizado el Estado con el fin de ejercer
la dominación sobre la sociedad, se centra en mostrar la necesidad de construir
una organización social que no tenga como objetivo la dominación, lo que
requiere construir otra forma de institución cuyo fin sea la no-dominación, la
garantía de la presencia de la libertad como un bien social fundamental.
Bakunin acepta la existencia de la autoridad pero destaca los peligros que se
derivan de esta, dependiendo la base desde donde se siembre. Nota que la
dominación ha sido utilizada para la opresión, para convertir a la sociedad en
servil. Ante ello es esencial que se manifieste la capacidad de rebeldía y
desobediencia como un trabajo social para lograr construir una organización
social cuya institución tenga por norte la libertad como no-dominación. También
enfatiza, que los individuos y la mayoría, en todo momento mantiene el poder de
cuestionar, discutir la institución. A mi modo de ver, esto quiere decir, que
aunque se logre transformar la institución en una organización horizontal o se
construya de abajo hacia arriba, los individuos y la sociedad siguen
manteniendo el poder de criticar, poner en duda, desaprobar, evaluar, opinar,
rechazar las prácticas opresivas. Ninguna institución independientemente de la
forma que tenga debe limitar la capacidad de los individuos y de la mayoría de
examinar y poner en entredicho el cómo se está materializando en la
cotidianidad la organización social. Para mí, la tesis de fondo consiste en la
siguiente interrogante ¿Cómo erradicar la relación dominante-dominado de
cualquier organización social que se muestre como una forma de institución
histórica específica? La respuesta de Bakunin es tajante: mediante la expresión
de la rebeldía y la desobediencia de los individuos y la sociedad. La
no-cooperación con el gobierno arbitrario constituye el poder que le garantiza
a la sociedad el cuidado de su libertad ante cualquier modo de extinción. En
efecto, Bakunin asevera “…La cuestión […] es saber si el pueblo […] es capaz de
construir una organización…”[27],
y yo agrego una organización donde se instituya la libertad como no-dominación.
En resumen, Bakunin
refiere a la dominación social y a la política. Sostiene que la opresión social
es natural porque los individuos y la mayoría son producto de sus valores y
principios que se establecen en vínculos concretos con respecto a los
individuos. En otras palabras, las creencias, los hábitos, las opiniones, la
familia, las referencias que encaminan la vida de los individuos y la sociedad
hacia el desarrollo y la certeza se encuentran firmes en la sociedad de la cual
forman parte. Esa misma relación tiene la cualidad de dominación, puesto que la
sociedad al contener la moral, la religión, la educación, los parámetros
referenciales que le dan sentido a la existencia ejerce sobre la individualidad
una dominación que se traduce en que yo sea reproductor pasivo de tales
valores. La sociedad le enseña a los individuos y a la mayoría una jerarquía:
arriba está: padre y madre, dios, docente, jefe, empresario, político,
sacerdote. Abajo: están los individuos y los otros. Los ciudadanos de a pie. Se
forma una jerarquía implícita y natural que impone la obediencia como la forma
social acorde a la tradición. La dominación política refiere al Estado como una
institución cuyo fundamento es la fuerza y el poder para imponerse sobre la
sociedad.
Bakunin explícitamente
dice que los individuos y la mayoría tienen que emanciparse de sí mismos como
productos sociales, rebelarse a la tiranía natural social y desobedecer a la
opresión institucional.
El problema de fondo
quiero expresarlo con estas palabras: “…si incluso dominios tan íntimos e
insignificantes de tu existencia están sometidos a mandamientos, piensa, con
mayor razón, en la amplitud de las obligaciones que pesarán sobre los momentos
más esenciales de tu vida”.[28]
Hay que rebelarse
contra esos mandamientos, a eso se refiere Bakunin con su tesis de la libertad
como no-dominación. La libertad como condición humana comienza con el individuo
cuando es capaz de asumir su autonomía para desde allí resistirse a la
dominación natural social y finalmente al poder del Estado, en un trabajo
social porque la libertad es un producto político. En otras palabras, la
libertad como no-dominación tiene que darse primero en lo individual-privado
para pasar a lo público-social-acción.
[1]“…preguntamos cómo se producen las actividades
sociales y nos convencemos de que son el resultado colectivo de los deseos
individuales, que procura cada cual satisfacer siguiendo el camino que le
parece más fácil, según su hábito y pensamiento preexistentes…”. Spencer, H., El individuo contra
el Estado. Barcelona, Ediciones Orbis, 1984, p. 92.
[2]Michel, F., “El arte de deambular en libertad”, en Pacifismo, resistencia y desobediencia civil. ¿Hasta dónde obedecer la
ley? Legalidad versus legitimidad. Santiago-Chile, Selección de artículos
de Le Monde diplomatique, Editorial Aún creemos en los sueños, 2006, p. 53.
[3]“Schell[…] sostiene que la posibilidad
de las acciones no-violentas está enraizada en el sistema democrático moderno,
en tanto que niega condiciones de coacción mediante la fuerza…”. Valencia, N.
M., Psicología política, resistencia y
democracia. La resistencia comunitaria y la transformación de conflictos.
Buenos Aires, Editorial Proa XXI, 1a ed., 2006, p. 86.
[4]“…La desobediencia civil, después de todo, no busca la destrucción del
sistema político, sino su encausamiento dentro de los cánones de la justicia…”.
Latouche, M., “Los dilemas de Antígona. Reflexiones en torno al problema de la
desobediencia civil”, en Episteme NS.
Revista Instituto de Filosofía.
Caracas, UCV-FHE, vol. 31, nº 2, 2011, p. 34.
[5]“…La libertad […] es natural; y por ello, a mi juicio, no sólo hemos
nacido con ella, sino además con la pasión de defenderla”. Étienne De la Boétie. Discurso de la servidumbre también llamado contra uno. México,
Editorial Aldus, S.A., 1a ed., 2001, p. 19.
[6]Cappelletti, A. J., “Etienne De la Boétie y la
libertad política”, en La idea de la
libertad en el renacimiento. Caracas, Alfadil Ediciones, S.A., 1986, p. 66.
[7]Véase, [7]Michel, F., “El arte de
deambular en libertad”, en Pacifismo,
resistencia y desobediencia civil. ¿Hasta dónde obedecer la ley? Legalidad
versus legitimidad. Santiago-Chile, Selección de artículos de Le Monde
diplomatique, Editorial Aún creemos en los sueños, 2006, p. 54.
[8]“…la caminata incita a la
modestia, a la curiosidad, al silencio y a la meditación, a la vez que nos
mueve a la introspección, a la intimidad, a callarnos para escuchar mejor”. Ídem.
[9]“…todos los fenómenos sociales tienen su origen
en los fenómenos de la vida individual, cuya raíz se encuentra a su vez en los
fenómenos vitales en general”. Spencer, H., El individuo contra…, op. cit., p. 109.
[10]Briceño Guerrero, J., ¿Qué es la
filosofía?. Mérida, Ediciones La Castalia, 2a ed., 2007, p. 12.
[11]Platón. "Defensa de Platón", en Obras completas. Madrid, Aguilar, 2a ed., 1969, pp. 201-218.
[12]Ibíd., pp. 208, 210, 211 y 212. 26e/28c. 29e/31b.
31b/32c.
[13]Platón. "Fedro, o de la belleza", en Obras completas, op. cit., p. 882. 275a/276c.
[14]"...La forma propia de la enseñanza
socrática es el diálogo en donde el maestro pregunta más que contesta, excita
la reflexión activa del discípulo y provoca su respuesta obligándolo a buscar
para descubrir; o sea: es un despertador de conciencias e inteligencias, no un proveedor
de conocimientos". Mondolfo R., Sócrates.
Buenos Aires, Eudeba Editorial Universitaria de Buenos Aires, 7a
ed., 1971, pp. 44-45.
[15]Humbert, J., Sócrates
y los socráticos menores. Caracas, Monte Ávila Editores Latinoamericana, 1a
ed., 2007, pp. 3-16.
[16]Thoreau, D.H., Walden o la vida en los bosques. Caracas, Eduven, Colección Sapientiae,
1a ed., 2012, pp. 87 y 88.
[17]"Un día de julio de 1846 [...] en Concord (Massachussets, Estados
Unidos), donde había nacido en 1817, Henry David Thoreau se cruza con Samuel
Staples, inspector municipal, quien le reclama el pago de sus impuestos y está
dispuesto incluso a adelantarle el dinero necesario para saldar su deuda. David
Thoreau, que vive aproximadamente dos años en una cabaña en el corazón del
bosque de Walden y se dirige a la ciudad a retirar sus zapatos que había
mandado a arreglar, está un poco desconcertado. Responde que se niega, por una
cuestión de principios, a pagarle al Estado más aun cuando está en desacuerdo
con su política y en absoluto desea contribuir a financiar la guerra contra
México. Entonces, es detenido y debe pasar la noche en prisión, a pesar que una
"misteriosa" mujer (probablemente María Thoreau, su tía) pagó el
impuesto [...] David Thoreau se siente obligado a narrar su experiencia y fundamentar
su actitud. Escribe "La relación del individuo con el Estado", texto
que presenta durante una conferencia ofrecida en Concord, en enero de 1848.
Elizabeth Peabody -cuñada del novelista Hawthorne- lo publica en su revista Aesthetic Papers en mayo de 1849 bajo el
título de "Resistencia al Gobierno Civil", título que en las Obras Completas de Thoreau publicadas
después de su muerte en 1862, se convertirá en Desobediencia civil. Este texto polémico [...] cayó rápidamente en
el olvido y el mismo Thoreau dejó de referirse a él.
Fue León Tolstoi quien [...] lo leyó invitó a los estadounidenses, en
una carta publicada por la North American
Review, a comienzos del siglo XX, a retomar esta actitud valiente y
ejemplar de un individuo que se atreve a enfrentar al Estado cuando éste
equivoca su camino. Poco tiempo antes, un estudiante indio de la Universidad de
Oxford, Mohandas K. Gandhi se entusiasma y, ejerciendo como abogado en
Sudáfrica, lo publica en su revista, Indian
Opinion, el 26 de octubre de 1907. Más tarde, y hasta su asesinato en 1948,
no dejará de preconizar la desobediencia civil, que asocia a la práctica de la
no violencia.
Thoreau se vio impresionado por Bronson Alcott, ciudadano de Concord
retratado por su hija LouisaMay en los rasgos del doctor March en Mujercitas, quien declaraba firmemente
su decisión de no pagar impuestos mientras su gobierno no pusiera fin a la
indigna política esclavista. Se cuenta que el squire Samuel Hoar pagó la cuenta, pero lo importante no era eso
sino que se reconocía definitivamente la idea de que un solo ciudadano pudiera
sublevarse contra su gobierno, íntimamente convencido, con el fin de estar de
acuerdo con los principios constitutivos de su Estado". Ver, Paquot, T.
"Desobediencia civil: ¿derecho o deber?”, en: Pacifismo, resistencia y desobediencia civil. ¿Hasta dónde obedecer la
ley? Legalidad versus legitimidad. Chile, Selección de artículos de Le
Monde diplomatique, Editorial Aún creemos en los sueños, 2006, pp. 13-15.
[18]Thoreau, D.H., Walden o la vida..., op. cit.,
p. 87.
[19]Franklin Brito muere la noche del 30 de agosto de 2010 sin obtener
respuesta del Gobierno venezolano ante sus peticiones.
[20]Márquez,
H., “Esta es
la historia caso Brito”. Noticias24.
Publicado: 30 de agosto de 2010. Página Web: http://www.noticias24.com. Recuperado de: http://www.noticias24.com/actualidad/noticia/170203/esta-es-la-historia-del-caso-brito. “Cronología del Caso
Franklin Brito”. El Universal.
Publicado: 31 de agosto de 2010. Página Web: http://www.eluniversal.com. Recuperado de: http://www.eluniversal.com/2010/08/31/pol_esp_cronologia-del-caso_31A4407063 Consultado: 17-01-2015.
[21]Foto de Meridith Kohutpara
el New York
Times. Recuperado de: http://www.nytimes.com/2010/04/04/world/americas/04venez.html?scp=1&sq=franklin%20brito&st=cse. Consultado: 3 de abril de 2010.
[22]Según Carlos Sandoval, compilador de la antología de donde extrajimos el
cuento citado, el mismo fue publicado, originalmente, el 15 de noviembre de
1877, en la publicación periódica Tribuna
Liberal, de Caracas. Acosta, Cecilio. “Los espectros que son, y un espectro
que ya va a ser”, en Días de espantos
(cuentos fantásticos venezolanos del siglo XX). Carlos Sandoval-compilador,
Caracas, Comisión de Estudios de Postgrado, Facultad de Humanidades y
Educación-UCV, 1a ed., 2000, pp. 153-159.
[23]Cf.Bakunin, M., La
libertad. México, Editorial Grijalbo, S.A., 1a ed., 1972.
[24]Ibíd., p. 23.
[25]“…El hombre solo se emancipa de la presión
tiránica que ejerce sobre cada cual la naturaleza exterior mediante el trabajo
colectivo; pues el trabajo individual, impotente y estéril, nunca lograría vencer
a la naturaleza”. Ibíd., p. 31.
[26]Ibíd., p. 58.
[27]Ibíd., p. 85.
[28]Nothomb, A., Estupor
y temblores. Barcelona, Editorial Anagrama, 10a ed., 2012, p.
74.
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