El libro digital en español
en la otra pandem[IA]
Claudia Furiati Páez*
Periodista cultural e investigadora.
Maestría en Gestión y Políticas Culturales de la UCV
Resumen:
El dominio de la llamada cultura GAFA (acrónimo
de Google, Apple, Facebook y Amazon), ha traído como resultante una práctica
cotidiana mediada y condicionada por los algoritmos desarrollados por estas
plataformas tecnológicas. Es dicho entorno 4.0 una manifestación de la Economía
bajo demanda o de la Atención, al haber acelerado el surgimiento de modelos de
negocios disruptivos, al tiempo que las desigualdades sociales, tras el paso de
la pandemia Covid19 (García Canclini, Harari). Las Industrias creativas globales
como la editorial, por ejemplo, han logrado integrar el componente innovación
como una filosofía de la colaboración mediada por las tecnologías de
información y comunicación en su cadena de valor. En el caso del mercado
hispanohablante, para el formato de publicación electrónica y auditiva los
indicadores se dispararon entre 2019 y 2020 según reveló una investigación de
Bookwire.es. representando para el año de la Pandemia un ingreso por ventas de
113% superior al año anterior. Un pico que para el caso de América Latina se
multiplicó alcanzando un 278% de crecimiento interanual en consumo de ebooks.
Ecuador no ha sido la excepción y reportó un 135% en expansión de la demanda de
libro digital en el último año. Por tanto, si bien se lee más en la era
exponencial no es menos cierto que el sector debe velar por el tipo de
contenidos que mediante estos innovadores formatos podremos ofrecer asumiendo
la lógica GAFA.
Palabras clave: Libro digital, innovación, inteligencia
artificial, hispanohablante, economía de la atención, redes sociales, GAFA
Abstract:
The domain of the GAFA
culture (acronyms for Google, Apple, Facebook and Amazon), has resulted in a
daily practice mediated and conditioned by the algorithms developed by these
technological platforms. This 4.0 environment is a manifestation of the Economy
on demand or of Attention, having accelerated the emergence of disruptive
business models, along with social inequalities, after the passage of the
Covid19 pandemic (García Canclini, Harari). Global Creative Industries such as
publishing, for example, have managed to integrate the innovation component as
a philosophy of collaboration mediated by information and communication
technologies in their value chain. In the case of the Spanish-speaking market,
for the electronic and audio publication format, the indicators skyrocketed
between 2019 and 2020, according to an investigation by Bookwire.es.
representing for the year of the Pandemic a sales income of 113% higher than
the previous year. A peak that in the case of Latin America multiplied reaching
278% year-on-year growth in ebook consumption. Ecuador has not been the
exception and reported a 135% expansion in the demand for digital books in the
last year. Therefore, although more is read in the exponential era, it is no
less true that the sector must ensure the type of content that through these
innovative formats we can offer assuming the GAFA logic.
Keywords:
Digital
book, innovation, artificial intelligence, Spanish-speaking, attention economy,
social networks, GAFA
Introducción
¿Y cuál viene siendo
esta otra pandemia a la cual aludimos en el título de este texto? La que ha
llevado a la humanidad a una condición de inmersión continua dentro del mainstream globalizador propio de la
actual Era Exponencial[1].
¿Y por qué nos respaldamos en este término amplificador para condicionar el
momento que como civilización transitamos? Porque el mismo expresa la cualidad
del tiempo dominado por la cultura GAFA (acrónimo resultado de la conjugación
de las gigantes tecnológicas Google, Apple, Facebook y Amazon), en la cual la
cotidianidad está mediada y en muchos casos condicionada por los algoritmos
direccionados desde estas plataformas tecnológicas.
Sea el Internet de las
Cosas (IOT), la Inteligencia Artificial (IA), los Vehículos Autodirigidos, la
Impresión 3D, la Computación cuántica, la Nanotecnología o la Biotecnología, es
el entorno 4.0 una manifestación de la economía bajo demanda sobre la cual
vaticinó Klaus Schwab hace casi una década. Es la llamada 4ta. Revolución
Industrial [2],
cuyos modelos de negocios disruptivos han proliferado tras el paso de la
pandemia Covid19, en paralelo a las desigualdades sociales ya diagnosticadas
por investigadores de las ciencias sociales como García
Canclini o Yuval Noah Harari. Sobre ello ahondaremos más adelante.
Las industrias
creativas no han sido la excepción como blanco de estas “externalidades”, pues
como bien describe Carlos Delgado Flores[3] sus emprendimientos incorporan además del
componente innovación, la filosofía de la colaboración mediada por las
tecnologías de información y comunicación en su cadena de valor de bienes y
servicios basados en la propiedad intelectual. Son una de las manifestaciones
más inspiradas de la sociedad del conocimiento al involucrar a la arquitectura,
artes visuales y escénicas, artesanías, cine, diseño, editorial, investigación
y desarrollo, juegos y juguetes, moda, música, publicidad, software, TV y
radio, y videojuegos, como bien determinó el investigador inglés John Howkins.[4]
Tras dos años de
pandemia, se aprecia un desigual desempeño entre las distintas manifestaciones
de la también llamada economía naranja (valoración cromática para distinguirla
de otras vertientes como la ecológica), resultando afectadas de forma negativa aquellas
que fundamentan su accionar por mediación y movilidad territorial, por las
pautas gubernamentales de confinamiento y bioseguridad: cine de sala,
festivales escénicos, conciertos en vivo, exposiciones, salas de lectura.
Mientras que las expresiones en modalidad híbrida facilitadas por la tecnología
streaming tuvieron una escalada
favorable: contenidos multimedia, podcast, recitales íntimos, tv y radio
digital, video juego y editorial electrónica. Sobre esta última, versaremos el
presente análisis, pero centrándonos en el mercado de habla española, al ser la
industria, o mejor decir, ecosistema del libro y la lectura el que nos ocupa
como campo de interés.
Específicamente el
desempeño de este sector en el escenario para Latinoamérica no solo mantuvo
esta regla, sino que sobresalió en cuanto a su crecimiento acelerado, impulsado
por la necesidad de consumir contenidos de las plataformas librescas, ante la
imposibilidad de visitar recintos como librerías, bibliotecas o ferias
editoriales. Un pico que para el caso de América del Sur (encabezada por
Argentina, Colombia y Chile) se multiplicó al alcanzar hasta 278% de
crecimiento interanual en consumo de ebooks [5].
Ecuador no ha sido la excepción y reportó un 135% en expansión de la demanda de
libro digital en último año [6](La
Hora Ec 2021). Por tanto, es afirmativo que se lee más en
la era exponencial, pero también confirma que el sector debe velar por el tipo
de contenidos que mediante estos innovadores formatos podremos ofrecer a partir
de la misma lógica de la cultura GAFA.
Leer la era exponencial
La
pandemia fue la aceleración de tránsito del consumo cultural al de acceso de
este tipo de contenido disponible en plataformas, y que para Néstor García
Canclini, pionero de los estudios culturales el Latinoamérica, signa una
mutación que inició en 2015 cuando Google compró de Alphabet, “una entidad que
articula el motor de búsqueda con los demás departamentos de la empresa: el
repertorio de videos (YouTube), servicios de cartografía (Google Maps y Street
View), departamento de información sobre salud y educación (Calico y Google for
Education), sobre objetos conectados y domótica (Nest Labs), sobre urbanismo
(Sidewalk Labs), un fondo de colocación de capitales (Google Capital) y varios
más”[7].
En suma, una infiltración de estos productos y servicios en la vida de los ya
no consumidores, tampoco prosumidores[8], sino de lo que pudiésemos
calificar de dataístas.
El
historiador Yuval Noah Harari describe esta condición como la de un feligrés
del “Dataismo” [9]. Es decir,
el practicante de “la religión de los datos”, donde es la mano invisible de
flujo de impulsos la que pauta el devenir del ciudadano. En lo que refiere a la
creatividad incentivada por un mayor tiempo de ocio generado de la
automatización de procesos, asegura que
la expresión de las emociones “no será un fenómeno místico cuando en un
futuro cercano un algoritmo de aprendizaje automático quizá analice los datos
biométricos que surjan de sensores situados sobre y dentro de nuestro cuerpo,
determine nuestro tipo de personalidad y nuestros humores cambiantes y calcule
el impacto emocional que es probable que una canción concreta (…) pueda tener
en nosotros”.[10] O
quizás también, podemos aventurar, en el caso de algún pasaje narrativo o un
verso alado.
¿Puede ser esta
condición dócil, la naturaleza de quienes demandan o descargan vía Google
Libros?, para continuar con el “Santo de las Búsquedas”. La teoría evolutiva a
decir del historiador Roger Chartier ayuda en gran medida a comprender la mega
transformación de estos ecosistemas del libro a partir de una “lógica de
tópicos, rúbricas, palabras clave”, lo cual afecta la experiencia del lector[11].
¿Y cómo? Pues el mismo queda a merced de los que el algoritmo de la plataforma
considera es su preferencia, su frecuencia, y su capacidad de gasto de consumo
lector. Incluso, advierte que la separación sufrida entre el soporte libro
(ejemplar impreso) y su contenido, convierte a estas plataformas en poderosos
aparatos para “la diseminación de errores, falsificaciones, verdades
alternativas y fake news”.[12]
En un diálogo que
sostiene este especialista libresco con el investigador en comunicación digital
Carlos A. Scolari
Su
interlocutor, Carlos A. Scolari, mucho más integrado a la teoría de la ecología
de medios, aunque reconoce que las transformaciones socio-tecnológicas han
afectado al circuito editorial tradicional, éste no logró avizorar la
potencialidad y reanimación que una innovación como textos en red brindarían a
su industria. “Las soluciones creativas siempre vienen de gente que trabaja
fuera del sistema…Jeff Bezos, el fundador de Amazon, no era librero ni
bibliotecario. Su negocio era el comercio electrónico”, observa[14].
No obstante, reconoce que la corporación podría de así proponérselo manipular
los datos que recaba de sus usuarios, de manera exponencial. Ese big data implicado en la lectura es por
una parte información útil para los diferentes actores del ecosistema, pero
también implica “una dimensión de vigilancia y control que no podemos obviar”.
Volviendo
a García Canclini, quien también ha profundizado en las formas de consumir
libros, ante el efecto amplificador de lo digital o lo viral, prefiere hablar
de competencias lectoras, entendidas como “aquellas destrezas para localizar,
seleccionar o interpretar la información”[15]
que tiene un individuo. Y estas habilidades fueron sin duda reforzadas durante
el confinamiento planetario como veremos en la revisión de un reciente estudio
de mercado del libro electrónico realizado por el proveedor de servicio de
publicaciones digitales danés Bookwire[16].
Amplificar la visión vocacional
Unos datos elocuentes para
dimensionar este cambio, son los resultados de un autodiagnóstico realizado
entre algunos actores del ecosistema del libro en mercado de habla hispana,
acerca de su desempeño dentro de la era exponencial y previo al episodio vivido
del Covid19. Esta consulta fue dirigida por la Fundación Germán Sánchez
Ruipérez, y en la misma se describe “un panorama en el que los profesionales
tratan de conjugar una visión vocacional – la mística del libro- con la
necesidad de dotar de viabilidad económica sus actividades”. [17]
Dentro de las cualidades de una industria de
tradición, observan sus promotores, que la innovación ha jugado históricamente
un rol favorable a la permanencia del libro como objeto desde sus primeros
soportes en la antigua Mesopotamia al presente con el e-book. Y este hoy
lo enfrenta a desafíos como concientizar al usuario / prosumidor que se trata
de una industria creativa que “tiene como base a la retribución de activos
intangibles o del contenido (propiedad intelectual) para la práctica totalidad
de sus modelos de negocio”. E igualmente aspira fortalecer sus atributos vía soft innovation para reconquistar
posiciones del mercado, perdidas frente a las mencionadas “plataformas de la
nube” definidas por el politólogo inglés Nick Snircek[18],
cuyos ingresos mayores son derivados de una propuesta de valor alterna a su
oferta de contenidos librescos.
De acuerdo a esta visión
redimensionada, el mundo del libro 4.0 es sostenible para sus protagonistas, en
la medida en que actúen de forma colaborativa en reducción de ineficiencias y
sobrecostes, “derivados de la fragmentación, la excesiva complejidad y las
inercias”[19] (2019, 11). Factores que en la práctica se
traducen en la desaparición de eslabones como las librerías o las bibliotecas,
espacios de resiliencia ciudadana y reserva de su memoria.
Otro
elemento determinante que condiciona a la industria creativa editorial es
reconocer la complejidad de sus procesos. Por una parte, evidencia una
interacción humana en toda su cadena de valor, así como en una laboriosa mecánica,
mientras por el otro protagoniza la expansión y la disrupción que producen la
tecnología digital y los esquemas de negocio basados en plataformas de
internet. La gestión de esa complejidad es uno de los atributos del ecosistema
identificado en este estudio como binomios: mística y negocio, colaboración y
conflicto e innovación y tradición. Sobre este último, que alude a lo señalado
en el inicio de este párrafo, los aportes de la consulta generaron el siguiente
gráfico de ejes cartesianos, donde el vertical contempla en su parte superior a
la Tradición vinculada al soporte del libro impreso y sus modelos de negocio y
en la inferior la Innovación asociado a las plataformas digitales que impulsan
la cultura GAFA. Mientras el eje horizontal lo conforman desde izquierda a
derecha, los problemas y las fortalezas que los condicionan:[20]
Figura 1.
Binomio Tradición – Innovación
Fuente: Estudio
FGSR,
2019
Se aprecia que el cuadrante con más peso es el
referido a los problemas que genera lidiar con los procesos de innovación, y
entre ellos dos (#9 y #12) tamaño y financiamiento del negocio y que se
vinculan con la posibilidad de hacer contrapeso al “oligopolio de las
plataformas”. La solución que desde el mismo sector emerge es derribar las
barreras que impone una “estrategia de silos”[21] y
establecer modelos colaborativos con otros emprendimientos creativos, en otras
palabras “aprender a trabajar en la frontera”[22].
De igual manera, el gráfico muestra como virtudes del
cuadrante Tradición y Fortalezas aquellas asociadas con la capacidad de
adaptabilidad ante el manejo de lo complejo (#2), los escasos recursos (#4) y
la colaboración entre competidores (#5). En esa misma línea, son puntos fuertes
asociados a la Innovación, la intensidad de conocimiento y el ajuste a los cambios
que el contexto disruptivo desafía.
Finalmente, el estudio de perspectivas de los
protagonistas del sistema español del libro hace una propuesta de valor que
busca fomentar “un equilibrio correlativo” entre los dos bloques arriba citados:
el de la tradición /emocional retórica y que involucra a toda la sociedad, y el
funcional innovador, que se articula las políticas públicas culturales mediadas
por tecnologías. Un sistema que se estructura de la siguiente manera:[23]
Figura 2.
Propuesta de valor para industria editorial de habla hispana
Fuente: FGSR,
Investigación e Informes 2019
El bloque emocional que signa la naturaleza
patrimonial que encierra el libro y la lectura como rito en la consolidación de
la familia y la comunidad, pero también en el vehículo del conocimiento, el
saber para una ciudadanía saludable y equilibrada, calificada en su desempeño
profesional (Capital humano). Su articulación con el bloque innovativo vendrá
dada por las políticas públicas, en las que se incorporen los factores que
definen a este último. Iniciando por el impacto al medio ambiente que produce su
Producto Interno Bruto (como industria creativa); el ser un sector abierto a
los cambios y hábil para llegar a
acuerdos innovadores en toda la cadena de valor (innovación blanda); el
propiciar la práctica de una diplomacia de la literatura en “Ñ” dentro del
mercado global del libro; y el equilibrio que puede lograr frente al sistema
GAFA al trabajar con propiedad intelectual y activos intangibles naturales a la
esfera inmaterial digital. Y finalmente, lo funcional innovador se refleja en
la expansión del sector libro en español en los mercados globales.[24]
El cómo comunicar esta visionaria y exponencial
propuesta planteada desde los actores del libro en España, quedó asentado en el
decálogo de la Nueva Narrativa para el Sistema del Libro, y que a continuación
adaptamos para todo el mercado hispanohablante:[25]
1.
DISFRUTAR de la bibliodiversidad que forma
parte del patrimonio cultural de los lectores en español.
2.
ELABORACIÓN del medio primordial para el
aprendizaje y para la transformación de la información en conocimiento.
3.
APORTACIÓN de un instrumento para el
crecimiento personal y en el entorno familiar y participación como ciudadanos
críticos.
4.
HERRAMIENTA para potenciar la calidad de
vida y la salud, así como la equidad social.
5.
ACTIVIDAD industrial con un coste
medioambiental muy inferior al de otros sectores.
6.
GENERACIÓN de puestos de trabajo más
cualificados que la media
de la economía.
7.
CIMENTACIÓN de una innovación “blanda” a
través de decisiones austeras y de la colaboración entre los actores del
sistema del libro.
8.
CONSTRUCCIÓN de activos para el prestigio
de la marca “En español” en el escenario internacional.
9.
CONTRAPESO frente al modelo GAFA y
generación de riqueza e ingresos tributarios en el entorno local.
10.
BALANCE comercial exterior netamente
positivo.
La atención
viralizada
Si bien en la exploración del devenir de las
industrias creativas los investigadores han procurado abordar el aspecto del
mercado categorizando a estas economías bajo etiquetas de Naranja, Cognitiva,
Inteligente, Colaborativa o del Procomún [26], tras el paso de la primera ola del Covid
versión 19, el fenómeno en el caso de la industria editorial ha de verse de
forma crítica bajo el enfoque de la llamada Economía de la Atención.
Este concepto derivado de la psicología, fue
resignificado en los ochenta por el físico estadounidense Michael Goldhaber. El
investigador plantea que el mayor bien de transacción en estos momentos
cautivos es la atención, la cual es controlada por una “adicción” a la hiper
conexión o lo que otros han denominado la infoxicación. En entrevista a
The New York Times en febrero 2021, tras cumplirse un año de pandemia, expresó
su mayor inquietud: “La pandemia nos puede hacer aún más dependientes y
partícipes pasivos de la llamada economía de la atención”. [27]
Para Goldhaber esta sería la “moneda” de intercambio
en ciberespacio más que cualquier cripto
coin, ya que: “En una economía de la atención, uno nunca deja de estar
encendido,
casi siempre está poniendo, recibiendo o buscando atención”[28].
El confinamiento ha hecho que este factor se intensifique y revalorice.
Esto se vio reflejado en el aumento de uso en redes
sociales digitales a nivel global, pasando de 18 horas semanales a 22 horas
semanales, es decir cuatro horas más [29]y
también como revela un estudio de la plataforma de nube Bookwire, en el
incremento del consumo de lectura y contenidos narrativos digitales (ebooks, audiolibros y podcast) en los mercados de habla
española, incluyendo los de Estados Unidos. Ahora bien, cabría plantearse si en
el caso de los ebooks por ejemplo,
fueron productos que además de ser consumidos (comprados y descargados) como refleja
el citado estudio, también fueron leídos a cabalidad. Y bajo esta premisa
presentamos algunos de los indicadores más relevantes de esta exploración.
Vale decir en primer lugar que “Evolución del mercado
digital en España y América Latina” es un informe realizado por Bookwire.es en colaboración con Dosdoce.com, bajo
licencia de Creative Commons, de tipo
«Reconocimiento - No comercial - Sin obra derivada». Esta condición de open
access es un aliciente en términos de su circulación y lectura como
producto de la industria creativa entre entendidos y no tanto. La plataforma se
autodefine como una corporación líder en tecnología de publicación digital,
proveedora de “servicios para la distribución de libros electrónicos y
contenidos digitales a editoriales”[30].
Por tanto, parte de la estadística de esta muestra está alimentada de la data
de sus propias ventas.
En la introducción del reporte confirman que las
limitaciones y los confinamientos del Covid19 “transformaron los hábitos de
descubrimiento y consumo de contenidos culturales, entretenimiento e
informativos convirtiendo a millones de personas en nuevos usuarios de todo
tipo de contenidos digitales”.[31]
Llama la atención esta mención a hábitos de descubrimiento y que no se haga
referencia directa al verbo “leer”.
Las oportunidades de negocio que propicia esta
aceleración digital o podríamos decir viralización digital es lo que descifra la
investigación en la que tuvieron parte más de 840 editoriales españolas y
latinoamericanas y que reportó para 2020 un ingreso por ventas de 113% superior
al 2019. Un incremento que califican de “excepcional”.
En el caso específico del formato e-books o publicaciones electrónicas es un segmento que incrementó
un 112% su facturación, y en lo que corresponde a las exportaciones de
editoriales españolas en América Latina se ubicó en un 20%, distribuido entre
países de la región, predominando Argentina, Colombia, Chile. Le sigue en el
ranking el coloso de México con un 16% de los ingresos totales del mercado
hispano y en Estados Unidos con un 10% de las ventas digitales.
Dentro de este universo de demanda, predominó la
mediada a través de las plataformas por suscripción para e-books, con un crecimiento del 17% al 19% en año 2020, tales como
Scribd, Nubico, Bookmate, Storytel y que podemos apreciar en siguiente gráfico:
Figura 3.
Estudio Evolución del mercado digital en español
Fuente: Bookwire, 2021
En esta misma ilustración podemos identificar otro
dato atractivo para futura consideración de nuestro campo de investigación: el
comportamiento de las bibliotecas en estos países, como buena práctica de
política pública, de invertir en la adquisición de licencias de libros
electrónicos duplicando la cifra de un 3% antes del confinamiento a un 6%
durante 2020.
En lo que refiere a España, revela el estudio que el
éxito de su crecimiento puede deberse en buena parte a los préstamos digitales,
gracias al acuerdo sostenido entre las editoriales y la administración pública
para “facilitar licencias concurrentes con el fin de dar un mayor acceso a las
plataformas eBiblio y eLiburutegia” (País Vasco). Los ingresos reportados por
modelo de venta de licencias a bibliotecas de ebooks se traducen en un crecimiento de 359% en valor económico en
2020.
Muchos de estos contenidos demandados corresponden a
la categoría de no ficción (Ciencias sociales, políticas y humanidades). Y si
en España punteó con el 31,60% de la venta, en América Latina predominó con el
45,60 % y solo México con el 44,10 % (ver gráfico).
Figura 4.
Estudio Evolución del mercado digital en español /
Relación
de categorías más vendidas
Fuente: Bookwire, 2021
Si bien el reporte de Bookwire no desglosa por país el
bloque de mercado de resto de América Latina, sí menciona a Argentina, Colombia
y Chile como los líderes en consumo de libro digital, para el período
analizado. La experiencia de Ecuador, aunque de menor volumen de consumo al de
estos países hermanos, se comportó similar en su crecimiento, de acuerdo a una
investigación posterior realizada por el grupo Libranda, plataforma de
contenidos editoriales digitales con sede en España, elevando un 135% de las ventas para 2020[32].
Admitiendo la contundencia que ofrecen estos
indicadores realizados por plataformas de servicio de distribución de libros
electrónicos en español, sobre la evolución del consumo lector en e-book,
su naturaleza ha demostrado tener una “enorme resiliencia” para transitar estos
complejos tiempos, como bien aprecia Manuel Gil. El director de la Feria del
Libro de Madrid confirma que hay un incremento del hábito de lectura digital y
por tanto un desplazamiento de los canales de comercialización desde las
tiendas físicas al e-commerce. [33]
Pero junto al factor predictibilidad que ofrecen las
plataformas algorítmicas, para Gil, la pandemia también trajo consigo la
imprevisibilidad: “La era de la predictibilidad técnica se caracteriza,
paradójicamente, por una epidemia de incertidumbre. Y si ninguna industria
estaba preparada para una crisis como esta, la del libro quizá mucho menos”,
confiesa. Es la explosión de lo digital un “problema endémico de los ecosistemas
editoriales del continente”. Por ello advierte que para trascender en
postpandemia la industria creativa del libro debe reaccionar a un mercado mucho
más complejo producto de esta “hiperfragmentación de audiencias y anarquía en
los flujos de consumo” [34].
Como autor invitado del estudio de Bookwire y
Dosdoce.com, Gil ofrece en su análisis un “Colofón” muy propio de lo literario
para acordar que el futuro global estará situado en una “economía de la
atención” y que el ecosistema del libro estará obligado a resituarse,
aventurando un modelo “Edición 4.0”[35]:
• Disponer de los catálogos editoriales en
multiformato, multisoporte, y multidispositivo, con especial atención a libros
electrónicos y audiolibros.
• Desarrollar una estrategia omnicanal con una base
sólida de e-commerce probado,
eficiente y veloz.
• Incentivar la visibilidad del libro a partir de
modelos de comunicación basados en redes sociales e Internet, con especial
atención a los temas de vídeo y voz a través de pódcast.
• Diversificar las tiradas en modelos de impresión
bajo demanda. La idea debe ser vender antes de editar.
• Pensar en modelos de dropshippingConcl[36]
para acelerar el servicio al lector.
• Generar modelos de comercialización para plataformas
de suscripción.
• Diversificar los modelos de comercialización para
las plataformas de préstamo digital a bibliotecas.
• Renovar la formación de los recursos humanos para
incentivar las habilidades tecnológicas.
• Comenzar a integrar las tecnologías inmersivas 3D en
la producción de contenidos: realidad virtual y realidad aumentada.
• Integrar, en el know-how
de las empresas del libro, el tema de la sostenibilidad y la eco-edición, para
reducir la huella de carbono.
Conclusión
Consideramos que lo revisado y expuesto en el presente
análisis exploratorio constata la vigencia de la naturaleza innovadora y
adaptativa de la industria editorial en español, hoy predominantemente digital,
amplificada en el contexto del Covid19 y la otra pandem[IA]. Crecer de forma
exponencial ha supuesto para los actores del mundo del Libro 4.0 afrontar otra
serie de desafíos que van desde saber interpretar el fenómeno más allá del “dataísmo”
y la influencia de las plataformas GAFA. También ha implicado brindar garantías
de eco-sustentabilidad (reducir impacto del modelo de negocio en el ambiente), así
como buscar un equilibrio entre su tradición asociada a la emoción que
despierta el libro, y la innovación dentro de las funciones que lo cualifican
como ecosistema, incluso en aquellas asociadas a las maneras de relatar su
evolución.
Esa nueva narrativa ha nutrido estas líneas reflexivas
que dejamos abiertas, para ser reforzadas, contrariadas o reformuladas por los
lectores / investigadores que bien se animen a ello. Una arista que asomamos
para su posterior desarrollo es lo acontecido con el mercado ecuatoriano del
libro digital en español, sobre el cual destacamos también un récord en distribución
y ventas para 2020. Se sugiere realizar una exploración profunda del fenómeno, accediendo
a la data de estas plataformas de nube como Bookwire o Libranda, validando las
mismas con organizaciones como la Cámara Ecuatoriana del Libro y con apoyo de
centros de investigación académicos. Ello permitiría ofrecer una radiografía
local de cómo se viene comportando el lector ecuatoriano ante los formatos
digitales que predominan en la economía de la atención. Y más aún, precisar si
los actores independientes del ecosistema del libro son capaces de lidiar y
apropiarse de un entorno que privilegia lo intangible por lo palpable, el dato
por la palabra, la continua vigilancia por la interacción y desconexión. En
otras palabras, apropiarse de “la lógica de Amazon” como afirma el escritor, periodista,
bibliófilo e influenciador de redes Jorge Carrión [37].Y ello pasa por convencer a los lectores de la
necesidad de contar con un tiempo dilatado y una relativa proximidad que tan
solo pueden brindar esos espacios de encuentro e intercambio con este y otros
mundos, reales e imaginarios, llamados librerías y bibliotecas.
Bibliografía
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Yuval Noah. Homo Deus. Breve historia del mañana. Barcelona: Penguin Random House, 2016.
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Warzel, Charlie. «I Talked to the Cassandra of the
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de 2022)
* Claudia Furiati Páez, Guayaquil,
Ecuador. Es periodista, consultora en comunicaciones y gestora cultural con más
de 30 años de experiencia. Egresada de la Maestría en Gestión y Políticas Culturales
de la Universidad Central de Venezuela, donde desarrolla línea de investigación
sobre innovación abierta y mediación lectora en bibliotecas. Es miembro del Observatorio Venezolano de Políticas
Culturales (OVEPC) y colaboradora del Observatorio de Políticas y Economía de
la Cultura de UArtes - Ecuador.
[1] Se describe como “era exponencial” ese entorno de cambios
progresivos que ha provocado una
transformación de los comportamientos culturales de las personas y que
ha sido catapultado “por la difusión de la conectividad y la generación de
información a escala global” como perciben profesionales del sector reunidos en
estudio de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez.
[2]
Klaus Schwab. La Cuarta Revolución Industrial. (Barcelona: Planeta, 2016):
13
[3]
Carlos Delgado Flores, «Cambio de época: el surgimiento de la sociedad del
conocimiento.» El Ucabista. 29 de Marzo de 2021,
https://elucabista.com/eventos/cambio-de-epoca-la-sociedad-del-conocimiento
(Visitado el 07 de Mayo de 2022)
[4]
Felipe Buitrago e Iván Duque. La economía naranja. Una oportunidad
infinita, (Washington : BID, 2013): 15
[5] Bookwire.es y DosDoce.com. 2021.
«Evolución del mercado digital en España y América Latina» (Madrid: Bookwire,
2021):23-24.
[6]
La Hora Ec. «Las ventas de libros digitales aumentaron 135% en Ecuador.» La
Hora Ec, 27 de Agosto de 2021.
https://www.lahora.com.ec/pais/ventas-libros-digitales-crecen/#:~:text=Durante%20el%20%C3%BAltimo%20a%C3%B1o%2C%20el,o%20libros%20digitales%20en%20Ecuador.
(Visitado el 12 de Mayo de 2022)
[7] Néstor García Canclini. Ciudadanos
reemplazados por algoritmos. (México DF: Centro Maria Sibylla Merian -
CALA, 2019):88.
[8] Prosumidor.
Término acuñado por el futurólogo Alvin Toffler avizorando la fusión de los
roles de los productores y los consumidores (La tercera ola, 1980).
[9] Dataísta.
Apelación dada por el historiador Yuval Noah Harari al practicante del dogma de
los datos o “dataismo”, cuyo valor supremo es el flujo de información (Homo
Deus, 2016).
[10] Yuval Noah Harari. Homo Deus. Breve
historia del mañana. (Barcelona: Penguin Random House, 2016):401.
[11]
Roger Chartier y Carlos A. Scolari. Cultura escrita y textos en red. (Barcelona:
Gedisa, 2019):28
[12]
Ibid.,35
[13]
Ibid.,32
[14]
Ibid.,37
[15]
Néstor García Canclini et al., Hacia una antropología de los lectores. (Madrid:
Telefónica, 2015):8.
[16]
Bookwire.es y DosDoce.com. «Evolución
del mercado digital …, 5 y 6
[17]
Fundación Germán Sánchez Ruipérez. Visiones del sector libro en la era
exponencial. (Madrid: RENODO, 2019):8.
[18]
Ibid., 78
[19]
Ibid., 11
[20]
Fundación Germán Sánchez Ruipérez. Visiones del sector libro…,74
[21] “Silos” fuertes: tendencia a trabajar de forma aisladas los
distintos sectores culturales y creativos, así como separados de otras industrias.
Un desempeño que es reforzado desde las estructuras políticas (ministerios
especializados, etc.) al demostrar una carencia de pensamiento integral. Esto
dificulta la unidad en las acciones de los diferentes actores y sectores.
[22]
Fundación Germán Sánchez Ruipérez. Visiones del sector libro…,76
[23]
Fundación Germán Sánchez Ruipérez. Visiones del sector libro…,88 y 89
[24]
Ibid., 90
[25]
Fundación Germán Sánchez Ruipérez. Visiones del sector libro…,94
[26]
Jeremy Rifkin. La sociedad de coste marginal cero. (Barcelona: Paidós,
2014), 11
[27] Charlie Warzel, «I Talked to the
Cassandra of the Internet Age». The New York Time, 04 de Abril de 2021,
https://www.nytimes.com/2021/02/04/opinion/michael-goldhaber-internet.html
(Visitado el 11 de Mayo de 2022)
[28] Charlie Warzel, «I Talked to
the Cassandra…
[29]
Mariela León. «Michael Goldhaber, el profeta de Internet: Ahora se lucha por la
atención, el nuevo poder». Cambio16, 14 Febrero de 2021.
https://www.cambio16.com/michael-goldhaber-la-economia-de-la-atencion-y-los-entretejidos-de-internet/
(Visitado el 12 de Mayo de 2022)
[30]
Bookwire.es y DosDoce.com. «Evolución
del mercado digital …, 70
[31]
Ibid., 4
[32]
La Hora Ec. «Las ventas de libros digitales aumentaron 135% en Ecuador.» La
Hora Ec, 27 de Agosto de 2021.
https://www.lahora.com.ec/pais/ventas-libros-digitales- crecen/#:~:text=Durante%20el%20%C3%BAltimo%20a%C3%B1o%2C%20el,o%20libros%20digitales%20en%20Ecuador.
(Visitado el 12 de Mayo de 2022)
[33]
Bookwire.es y DosDoce.com. «Evolución
del mercado digital …, 51
[34]
Ibid., 56
[35]
Ibid., 58
[36] Es un modelo de triangulación de envíos entre el minorista librero
que no guarda los bienes en su inventario, y el mayorista al que pasa el pedido
y detalles de envío de las mercancías a despachar de forma directa al cliente
final.
[37]
Jorge Carrión. Contra
Amazon. (Barcelona: Galaxia Gutenberg, 2019): 19
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