EL PLANETA COMO POLIS
ANTE LA EXTERNALIZACIÓN DE LO HUMANO
Luis Steven Pico
(Disertación presentada en la Maestría de Filosofía de la Universidad Católica Andrés Bello (Venezuela). Materia: La Filosofía ante los desafíos socioambientales, dictada por David De los Reyes, 2025)
Introducción
¿Qué sucede cuando el hombre pudo habitar por primera vez fuer del planeta?, de este su sistema vital al cual está ligado irremediablemente dado que debe simular tal ecosistema de forma que pueda condicionar los ambientes para que sean habitables por el hombre, esto nos hace darnos conciencia cada vez más del modo cómo se debe vivir porque entendemos que la vida del ser humano exige condiciones que superan las meras necesidades biológicas. En todos los casos podemos evidenciar que el condicionamiento de la vida está ligado a un gran consumo de energía en sus diversas manifestaciones sustraídas de diversos minerales que se encuentran en el planeta. El ser humano ha llegado a un control de la técnica de tal manera que la manipulación y modelación de los entes que tiene a su disposición le ha llevado a expandir su presencia hacia límites nunca antes imaginados como son la Luna y Marte. Tenemos diversas manifestaciones de la presencia del ser humano como la tuvieron nuestros antepasados con sus órganos y sentidos. Hoy estos órganos que posibilitan el conocimiento se han visto intensificados por la agudeza de la técnica; Telescopios con visión más nítida y percepción lejana, los dispositivos permiten conocer lo que pasa en diversos lugares, las comunicaciones hacen virtualmente que la presencia de otros se haga cercana, así, por medio de nuestros satélites, robots, cámaras y bases espaciales hacemos esa inmensidad del cosmos cercana a nuestra existencia. Sin embargo, es diferente la cercanía a la humanidad en la que está la luna a la cercanía de Marte dado que en marte hay creaciones nuestras que nos permiten expandir el escenario de las experiencias, existe experiencia humana de la Luna, sí, puesto que hay humanos en la Luna, pero ¿existe experiencia humana de Marte? puesto que no hay humanos en Marte, ¿podemos decir que todo lo que observamos y vemos en las pantallas no es auténticamente una experiencia? si bien estas preguntas necesitan tiempo y diversos argumentos para ser respondidas, lo cierto es que las datos que llegan por medio de las tecnologías aplicadas a ciertos ámbitos de percepción masiva, como los telescopios, afectan y modifican el modo como el humano entiende el mundo, la imagen cósmica se ve también expandida así como los límites de lo humano y con ello de la vida, bios. El concepto de mundo ha sido desplazado de nuestro planeta hasta los confines del universo, ni siquiera podemos ya concebir el sol sin pensar en que es parte de una galaxia y así sucesivamente hasta que llegamos a la palabra universo, experimentamos un expansión acelerada lo que ha cambiado nuestra percepción de toda la realidad. El planeta no es más mundo y las ciudades no son más polis, el planeta es polis y las ciudades son Demos, según la tradición griega. Actualmente estas diferencias no se identifican con tales identidades, pero a medida que la expansión de la presencia del ser humano avance, se verá transformada la visión de los centros de poder del mundo contemporáneo y las formas cómo se relacionan la polis con la naturaleza y las implicaciones de los cambios de condiciones.
I. Los orígenes de lo humano
Hablar del origen humano implica adentrarse en un vasto entramado de temas y estructuras conceptuales desde las cuales intentamos dar sentido a nuestra propia definición. Sin embargo, resulta imposible circunscribir al ser humano dentro del universo, fusionándose con las demás fuerzas y estructuras energéticas, sin que este proceso comprometa la sostenibilidad del conocimiento que buscamos producir sobre lo humano. Partimos, inevitablemente, de nosotros mismos: de un autoconocimiento que trasciende el mero estudio de los cuerpos, objeto principal del método científico en términos biológicos. Los límites de lo humano se extienden mucho más allá de las estructuras biológicas, remitiendo al orden mismo del universo, a las fuentes de la naturaleza, así como a todo cuanto existe en conjunto con el hombre y lo que le constituye.
Reconociendo estas limitaciones metodológicas en la tarea de definir la humanidad, optamos por un enfoque que nos permita observarnos a nosotros mismos con una cierta distancia, casi como si fuéramos un "otro". Esta perspectiva sólo es posible a través del estudio de los fósiles humanos. Los hallazgos paleoantropológicos, las huellas que los hombres antiguos dejaron en la piedra y en la tierra, pueden orientar nuestro camino en la comprensión de su relación con el entorno. Las fabricaciones con utilidad inmediata, como herramientas, junto con las creaciones que carecen de un sentido de utilidad obvia, como el culto, los adornos y las pinturas rupestres, nos hablan de un ser en constante reproducción cultural y simbólica.
Aquí es donde introducimos un concepto fundamental para entender este proceso de reflexión: la prospectiva (1). La prospectiva es la acción del pensamiento humano de adelantarse al futuro, contemplando y prediciendo posibles escenarios donde determinados fines puedan ser materializados. Esta capacidad es intrínseca al modo en que comprendemos el poder y cómo el ser humano se aproxima a la realidad. Las condiciones que permiten el pensamiento prospectivo en los humanos pueden atribuirse a múltiples causas y fenómenos. Sin embargo, lo que se desprende de la prospectiva es una clara acción de poder del hombre sobre la naturaleza. Esta capacidad de pensamiento prospectivo complejiza los procesos de aprendizaje del hombre primitivo, orientando su acción y reproducción hacia fines específicos. La prospectiva implica una clara orientación teleológica, es decir, dirigida hacia ciertos propósitos. La conformación de las comunidades antiguas obedece directamente a los fines que se desprenden de esta conciencia prospectiva desarrollada por los humanos. En la formación de los pequeños grupos, dominaba el deseo de seguridad ante el temor al hambre, la sed, el dolor, las enfermedades y la muerte. Eran conscientes, al menos, de la necesidad de la cooperación y la vida en conjunto frente a las imposiciones de la vida natural. Sin embargo, al tener conocimiento de su propia limitación, lo desconocido, el mundo externo a la saciedad y el control de las necesidad, les aterraba aún más.
En el hombre primitivo, la conciencia, aunque diferente a la nuestra, ya habitaba en él, manifestándose como una estructura metapsíquica (2). Este orden inicial tuvo un profundo impacto en la vida de las comunidades primitivas, modelando su evolución hasta la formación de las grandes ciudades antiguas y los imperios que sentaron las bases de la civilización. A pesar de estos avances, aquellos humanos habitaban bajo las limitaciones de sus capacidades para ejercer control sobre la naturaleza en su conjunto. Elementos como el mar o el cielo, cargados de inmensidad y misterio, siguieron siendo relacionados con poderes superiores, de donde se desprendía la intuición de lo divino. Es crucial entender que esto no implica reducir las manifestaciones religiosas y políticas del hombre a meras estructuras psíquicas que intentan ser materializadas por instituciones de poder. Más bien, debemos ser conscientes de las limitaciones inherentes a las estructuras formadas en esas épocas, cuando el ser humano temía vivir en su hábitat y lo percibía como algo extraño que ejercía un poder abrumador sobre los ambientes primitivos. Aunque la mayoría de esos miedos y las explicaciones asociadas han perdido sentido para la contemporaneidad, su legado persiste.
La expansión de la conciencia por la tecnología acelerada contrasta agudamente con la ralentización de nuestra meta-psique debido a limitaciones transmitidas culturalmente. Esta disonancia sugiere que, aunque el hombre moderno tiene la capacidad de habitar más allá de la Tierra, demostrando una amplitud y poder inimaginables para el hombre antiguo, nuestra comprensión de lo humano y del universo no ha evolucionado al mismo ritmo. Esto nos hace arrastrar miedos ancestrales y limitaciones conceptuales de una época donde la naturaleza era un poder temible, lo que podría generar posibles amenazas a la vida de nuestras ciudades globales, no ya por fuerzas externas incontrolables, sino por una incapacidad interna para gestionar éticamente nuestra creciente capacidad tecnológica y nuestra relación con el vasto entorno, ya sea terrestre o cósmico.
II. Las Jerarquías Fundacionales: Del Kósmos a la Polis y el Demos
La civilización occidental, desde sus raíces griegas, ha construido una compleja trama de jerarquías espaciales y ontológicas que han moldeado nuestra percepción del lugar del ser humano en el mundo y el mundo mismo como unidad de los espacios. Para los pensadores de la Antigua Grecia, el Kósmos (κόσμος) no era solo el universo, sino un orden inherentemente bello e inteligible, o el alma del mundo en Platón (3). nosotros hemos heredado la estructura semántica de los griegos y Los problemas experimentados en la conformación y constancia de la polis antigua siguen estando presentes en la polis contemporánea sin embargo ahora caracterizados por un proceso de aceleración impulsado desde la revolución industrial.
Dentro de este vasto "mundo" habitado, la Polis (πόλις) emerge como el punto más alto de la existencia humana, el único lugar donde la vida podría ser desplegada llegando a ser virtuosa y la realización plena eran posibles. Como Aristóteles (4) sentenció: "El hombre es por naturaleza un animal político (ζῷον πολιτικόν)". Estar fuera de la Polis implicaba una existencia incompleta, propia de bestias o dioses, pero no de hombres civilizados, no se puede entender al ser humano sin la actividad política en la que despliega su ser, en ese ámbito en el que realiza su vida, es decir, en los límites de la polis y las instituciones que representan los poderes en los cuales la polis tiene fundamento. El ser humano en este sentido es entendido como un ser articulado por diversas redes de conexiones que conforman su ser y en las que tiene desarrollo las potencialidades humanas. El impacto que tiene la vida de la comunidad en la reproducción de la especie humana es diferente de las que observamos en las diversas formas de vida (5), el hombre tiende a ejercer inmanencia sobre los demás entes atrayéndolos y modificándolos dándoles un sentido en la imagen cósmica desde la cual se piensa la realidad que intenta circunscribir.
Dentro de esta Polis, existían otros tipos de jerarquizaciones que luego encuentran evolucionar hasta el concepto de Demos. El Asty (ἄστυ), la urbe, el centro político y cultural, se distinguía del concepto tradicional de Demos (δῆμος), que originalmente denotaba las aldeas y el territorio rural circundante, la Chora (χώρα). Esta división no era sólo geográfica; implicaba una distinción funcional y, a menudo, social. El Asty era el lugar donde se podía deliberar, hacer filosofía y tomar decisiones concernientes a la vida pública, mientras que la Chora era la base productiva, el sustento de la vida urbana. Similar a como funcionan nuestras ciudades actualmente, Sin embargo, en Atenas, el término Demos adquirió una connotación política crucial, refiriéndose al cuerpo de los ciudadanos que tenían el poder en la democracia (6). Las ciudades actuales y las distribuciones del poder no son muy diferentes a las de la antigüedad helénica aunque las formas de manifestar el poder de la demos sea diferente según la distancia en el tiempo, sin embargo, las tensiones que se encuentran en la antigüedad debido a esta jerarquización de la realidad esquematizando las organizaciones políticas según las distribuciones en el territorio y la actividad en la vida de la polis, esto implica una reproducción constante de los problemas elementales que afectan a la antigüedad junto con los desafíos y desequilibrios que afrontamos en la contemporaneidad. Hoy la referencia es filial, una persona es identificada por el nombre, los apellidos de sus padres más que por la pertenencia a alguna comunidad a la que esté ligado por nacimiento, existe ya de por sí, desde la concepción, una visión desarraigada de la comunidad, Al invertir los esquemas y desarraigar a un persona de la familia y centrarse en la vida de la comunidad a la que pertenece también tiene consecuencias en los ámbitos como la libertad y la igualdad, ¿Por qué el progreso de los pueblos implica comprometer la libertad y la igualdad?
El ser humano crea ciudades más para organizarse que para liberarse o igualarse unos a otros, las ciudades contemporáneas por el simple hecho de ser ciudades están fuera de las competencias de producir felicidad, por un lado tenemos una exagerada confianza en la existencia de la libertad y la igualdad como ideas que son posibles ser materializadas según las intuiciones particulares de los individuos o los estados, en este caso en particular, de las diferentes comunidades (demos), si pudiéramos realizar el deseo de libertad e igualdad de cada persona la cual tiene una inclinación natural hacía sí misma, no habría modo posible de concretar tal deseo ya que difiere de las condiciones y capacidades de que cada uno y del conjunto en general para lograr eso en cada individuo como si de la acción común pudiéramos validar al individuo y viceversa, si el hombre se organiza en comunidades no es porque desee alcanzar felicidad e igualdad sino porque necesariamente necesita estructurarse como una forma de vida tal que puede implantarse sobre los ecosistemas y los entes como principio de transformación, la acción del hombre no crea nada de la nada, transforma, siempre y en todo lugar, transforma y performa.
Todo se ve transformado por la vida del hombre y es circunscripto en un punto relacional de esa imagen cósmica, pero como el hombre no observa desde afuera sino que es siempre desde sí mismo, entonces debe también interpretarse en un lugar de la misma imagen cósmica que emana de él. Así para poder construir una demos, es necesario sacrificar algo o mucho de las libertades individuales y ejercer sobre ellas una jerarquía desigual en la cual se sostenían estructuras de poder capaces de soportar la actividad transformadora de la especie. Ya hemos dejado manifiesto una de las contradicciones actuales en la transformación de las urbes en este novedoso orden expandido del cosmos, la libertad y la igualdad como la contemporaneidad las están entendiendo como ese matiz utópico no son más que ritualismos de la ilusión (7), ampliamente promovida por esa visión del Sueño Americano donde podemos encontrar una manifestación utópica de la libertad basada en la posesión, esto implica el establecimiento de nuevas desigualdades porque este mundo parece ya tener cada espacio marcado con algún nombre, no hay tierras disponibles en las cuales poder continuar el despliegue y evitar el hacinamiento político. Ante estas perspectivas ¿Qué son entonces la libertad y la igualdad y por qué existen en la ciudad si estas no pueden ofrecerla y concretar la? Con el despliegue de la vida humana en otros planetas y la expansión de los campos de significación y sus referentes (8) el planeta es ahora una Macrociudad sin gobernanza en la que reina la anarquía y la falta de sentido en cuanto a la totalidad de la humanidad. Lo que antes entendíamos por ciudades, son Demos, comunidades, compuestos por urbes y campos, pero estas no significan ya la Polis, el campo de realización de la vida humana, este lugar lo ocupa ahora el planeta en todo su conjunto, el cosmos va más allá ahora de nuestro sistema solar y sigue expandiéndose por lo que ahora nos encontramos en una Polis desarticulada donde cada Demos busca reafirmar su influencia. En esta forma concuerdan las estructuras antiguas de Grecia junto con las contemporáneas, no solo por las estructuras sino también por los desafíos que experimenta, en nuestro tiempo las condiciones para los cambios son aún más complejas y las desigualdades que las estructuras imponen sobre la vida los hombres no parecen ser disminuida sino amplificadas, la humanidad avanza a través de los tiempos mezclando lo antiguo y lo nuevo, las edificaciones medievales y coloniales junto con edificios con paneles solares y jardines colgantes, sin embargo, el cuaderno, la tablet y los colores, sin embargo, este funcionamiento de las existencias a la que tienden las creaciones humanas se ve desplazado por los intentos de innovaciones que solo implique el acceso de unos pocos modificando así la naturaleza humana creando formas inferior de ser y habitar el mundo y la polis. Estos seres inferiores que en prospectiva podemos intuir tiene que ver con la Demos, con la mayoría de las comunidades, hablar de individuos en estos términos desligados de las estructuras familiares y comunitarias significa restarle al hombre las conexiones esenciales para poder comprender su acción en el mundo y las direcciones que toman las energías que va descubriendo en el proceso de descubrimiento y dominio de la naturaleza.
El dominio del hombre es el responsable de los desequilibrios globales, emana del centro personal de las comunidades humanas, de los lugares y acontecimientos donde se manifiesta una concentración de conciencia en los lugares donde se reúnen los humanos para deliberar. Las relaciones socioambientales se ven afectadas por la expansión del cosmos, las jerarquías sociales y los cambios en el planeta. Entender cómo están transformadas las instituciones que emanan del poder nos permite conocer las limitaciones y posibilidades que tiene la humanidad para desarrollar la vida en las dimensiones que se ven afectadas por la expansión siendo determinadas por lo macro debido al estado de aceleración tecnológica en la que nos encontramos. Todas estas manifestaciones del poder no implican necesariamente que nos estemos avanzando a una época de prosperidad, libertades e igualdades, sino que podemos pensar lo que afirma Romano Guardini en su discurso en 1962 en la recepción del premio 8 El mundo es un campo de significación cuyo referente era el planeta tierra, al expandirse la visión del cosmos más allá de los límites de la tierra, el referente del campo de significación (mundo) cambia y todo lo que depende de él, cambia también, así, ha cambiado no solo el cosmos sino la polis y la demos con sus jerarquías intrínsecas.
Erasmo acerca del poder se nos ha vuelto problemático (9) y en esta macro ciudad de la cual no tenemos escapatoria puede crearse un hacinamiento político, el cual no implica hiper poblaciones sino el control y poder acelerados que impactan sobre la vida de esta nueva polis. Harari también nos advierte lo siguiente:
"No importa cómo la llamemos, teoría de juegos, posmodernismo o memética, la dinámica de la historia no se dirige a mejorar el bienestar humano. No hay base alguna para pensar que las culturas que más éxito han tenido en la historia son necesariamente las mejores para Homo sapiens. Al igual que la evolución, la historia hace caso omiso de la felicidad de los organismos individuales. Y los individuos humanos, por su parte, suelen ser demasiado ignorantes y débiles para influir sobre el curso de la historia para su propio beneficio". (10)
Transformar las nuevas sociedades implica un proceso de cambio que introduzca la aceleración en las actividades humanas, hemos experimentado cómo los movimientos en las ciudades y mercados tienden a ser cada vez más acelerados buscando relaciones rápidas y confiables, la inteligencia artificial ya impacta en el ritmo de vida de las Urbes del planeta. Las democracias contemporáneas con las figuras de la constitución y las instituciones que dividen el poder son insuficientes para dar respuesta a los nuevos desafíos porque la estructura ha quedado desarticulada por el proceso de externalización. La vida del planeta, el calentamiento global, las guerras y la lucha por la energía y el control en tiempos de bombas nucleares exige de las comunidades una transformación capaz de integrar lo natural y artificial, la urbe y los campos así como la institucionalización de la familia como centro remanente del poder como reacción a los partidos políticos quienes no reconocen el rostro humano sino el número en el conteo de los votos. Si el poder es polémico, es importante limitar las estructuras que lo soportan y en la medida en que se limitan pueden verse transformadas para dar respuestas a los socioambientales en el desarrollo de la vida humana.
CONCLUSIÓN
Las relaciones exigen de las comunidades una nueva forma de representación dada la expansión y las transformaciones de las bases mismas de la estructura social, psicológica y ambiental. Para los que muchos creen, nuestro panorama no es el mismo de aquel cuando occidente descubrió América. No tenemos nuevas tierras que nombrar, ciudades que ocupar y ciudadanos que por medio de la educación o de la fuerza, cooperen con nosotros para seguir expandiendo nuestro mundo, el mundo que también se expandió en América tomando nuevas formas y dimensiones. Nuestra situación es diferente y quienes llevan la delantera en la lucha por el cosmos son transnacionales y las grandes potencias que polarizan nuestro tiempo. Si las dimensiones políticas que estructuran el mundo han sido extendidas, entonces ¿Qué sucede con el concepto de individuo y familia? ¿ Cuáles son sus nuevas dimensiones y qué es necesario para soportar las nuevas estructuras políticas de manera que la humanidad pueda conservar un modo de vida tal que se le permita desplegar su psique formando un sentido ético hasta el fin de sus días, es decir, establecer una armonía entre la acción del hombre y los productos de la naturaleza, dado que los desequilibrios actuales exigen de la humanidad crear soportes capaces de dar respuesta a los desafíos que surgen en la expansión de la conciencia por medio de la actividad del hombre. El concepto de individuo y familia están siendo afectados por la globalización y por la externalización. La familia, el núcleo de la vida social puede ser dirigida hacia un proceso de institucionalización, hablar de pueblo como el simple conjunto de los individuos desarraigados disponibles para los partidos políticos donde solo existen como números, por medio de esta reflexión podemos entender que el concepto de ciudadano ha sido desplazado incluso desde antes de que el hombre pudiera externalizarse fuera del planeta, los ciudadanos ahora son aquellos que puedan acumular votos y puedan ingresar en lo que llamamos ahora vida política ahora más que nunca renacen los conceptos de prole y ciudadano que heredamos de la antigüedad.
Notas:
1 Es
que la fabricación del instrumento y artefacto supone conciencia prospectiva y,
por tanto, simbolizante; supone convivencia en grupos cuyos miembros se
intercomunican de algún modo por signos convencionales de naturaleza fonética.
(Burk 1971, #18).
2 Introduje
este concepto para evitar introducir palabras venidas del mundo religioso que
puedan oscurecer nuestra interpretación, meta-psiquismo equivale al concepto
tradicional de Spiritum. No substituye la base psíquica que emana de los
fundamentos biológicos sino que se manifiesta en sus mismas relaciones y nexus,
sin embargo, tiende a permanecer sin fusionarse con la estructura funcionando
de alguna forma relativa ejerciendo poder sobre la vida psíquica natural. Así
la conciencia aparece en
las bases mismas de la acción metapsíquica soportando lo que entendemos
como conciencia.
3 Cfr. Platón 1981
4 Aristóteles 1988, #46
5 El carácter de la
comunidad se imprime en sus miembros individuales y es, en el hombre, ζῷον
πολιτικόν, en una medida muy superior que en los animales, fuente de toda
acción y de toda conducta (Jaeger 2001 # 10)
6 Es importante
mencionar que el término Demos antes de adquirir su connotación de
“pueblo soberano" se usaba frecuentemente para referirse a estas
divisiones territoriales o aldeas rurales
7 Este culto da Humanidade, com os seus ritos de
Liberdade e Igualdade, pareceu-me sempre uma revivescência dos cultos antigos,
em que animais eram como deuses, ou os deuses tinham cabeças de animais.
(Pessoa 1999, # 47)
8 El mundo es un campo de significación cuyo
referente era el planeta tierra, al expandirse la visión del cosmos más allá de
los límites de la tierra, el referente del campo de significación (mundo)
cambia y todo lo que depende de él, cambia también, así, ha cambiado no solo el
cosmos sino la polis y la demos con sus jerarquías intrínsecas.
9 Cfr. Guardini, Romano. 1981.
10 Harari
2014, #224
Referencias
Aristóteles. 1988. Política. Edited by Manuela García Valdés. Translated by Manuela García Valdés. N.p.: Gredos.
Burk, Ignacio. 1971. Historia Filosófica de la Psique. Caracas: Ediciones Gaceta de Pedagogía.
Guardini, Romano. 1981. Guardini, R., obras Selectas. Tomo I: Cristiandad, Ediciones, S.L.
Harari, Yuval N. 2014. Sapiens. De animales a dioses: Una breve historia de la humanidad. Translated by Joandomènec Ros i Aragonès: Penguin Random House Grupo Editorial España
Pessoa, Fernando. 1999. Livro do desassossego. N.p.: Companhia das Letras.
Platón. 1981. Diálogos. N.p.: Gredos.
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