HEIDEGGER Y LA TÉCNICA
COMO RAÍZ DEL PROBLEMA
ECOLÓGICO
Una aproximación filosófica al olvido del ser y
su impacto sobre la naturaleza
Leonardo Nisael Iglesias Gonzalez
(Disertación presentada en la Maestría de Filosofía de la Universidad Católica Andrés Bello (Venezuela). Materia: La Filosofía ante los desafíos socioambientales, dictada por David De los Reyes, 2025)
Redes Sociales Vegetales/ DDLR2025, julio
Resumen
Este
artículo aborda la crítica filosófica de Martin Heidegger sobre la técnica,
enfocándose en su concepto del “olvido del ser” como la raíz del problema
ecológico contemporáneo. Se analiza cómo la modernidad, a través de una
comprensión instrumental y dominadora de la técnica, ha generado una relación
depredadora con la naturaleza, despojándola de su valor intrínseco. A partir de
esta crítica, se contrastan perspectivas filosóficas más constructivas y
alternativas que buscan restablecer una relación respetuosa y equilibrada con
el medio ambiente, tales como el pensamiento ecosófico de Arne Naess y la ética
de la responsabilidad de Hans Jonas. El trabajo tiene un enfoque filosófico y
conceptual, que contribuye a comprender la crisis ambiental actual desde una
raíz ontológica y propone vías para una reflexión ética y ecológica más
profunda. Finalmente, se plantean líneas futuras de investigación que integren
estas perspectivas en los desafíos socioambientales contemporáneos.
Palabras clave:
Heidegger, técnica, problema ecológico, olvido del ser, ética ambiental,
filosofía ambiental.
Abstract
This article addresses Martin Heidegger’s
philosophical critique of technology, focusing on his concept of the
“forgetting of Being” as the root of the contemporary ecological problem. It
analyzes how modernity, through an instrumental and dominating understanding of
technology, has generated a predatory relationship with nature, stripping it of
its intrinsic value. From this critique, more constructive and alternative
philosophical perspectives are contrasted, such as Arne Naess’s ecosophical
thought and Hans Jonas’s ethics of responsibility, which seek to restore a
respectful and balanced relationship with the environment. The work adopts a
philosophical and conceptual approach that contributes to understanding the
current environmental crisis from an ontological root and proposes pathways for
deeper ethical and ecological reflection. Finally, future lines of research
integrating these perspectives into contemporary socio-environmental challenges
are proposed.
Keywords: Heidegger, technology, ecological
problem, forgetting of Being, environmental ethics, environmental philosophy.
1. Introducción
La crisis ecológica global constituye uno
de los desafíos más complejos y urgentes de nuestro tiempo, no solo por sus
consecuencias ambientales, sino también por las profundas implicaciones
filosóficas y culturales que encierra. En este contexto, la reflexión sobre la
técnica y su papel en la relación entre el ser humano y la naturaleza cobra una
importancia fundamental. Martin Heidegger, uno de los pensadores más
influyentes del siglo XX, ofrece una crítica ontológica de la técnica que
permite comprender la raíz profunda de la problemática ambiental contemporánea.
Su concepto de Gestell o “enmarcamiento” revela cómo la técnica
moderna transforma la naturaleza en mero recurso explotable, olvidando el ser y
estableciendo una relación depredadora con el entorno natural.
Este artículo se propone analizar el
pensamiento de Heidegger sobre la técnica como raíz del problema ecológico,
haciendo énfasis en la noción de “olvido del ser” y en cómo este fenómeno
filosófico se traduce en una crisis ecológica de carácter ontológico y
existencial. Se examina el modo en que la técnica, lejos de ser un simple
instrumento neutro, implica una forma de revelar que configura nuestro modo de
habitar el mundo y de relacionarnos con la naturaleza. Además, se contrastan
estas ideas con perspectivas constructivas que ofrecen alternativas éticas,
existenciales y políticas para afrontar los desafíos socioambientales, como la
ética de la responsabilidad de Hans Jonas, la ecología profunda de Arne Naess,
la fenomenología de Merleau-Ponty y Abram, así como las propuestas de Bruno
Latour y Bernard Stiegler sobre la gobernanza tecnológica.
La importancia de este análisis radica en
que la crisis ambiental no puede ser comprendida ni enfrentada de manera
efectiva sin una transformación profunda del modo en que pensamos y vivimos la
técnica y la naturaleza. Así, la crítica heideggeriana ofrece un marco
conceptual sólido para replantear la relación entre humanidad y planeta,
apuntando hacia una posible reconexión que supere la instrumentalización y
promueva una coexistencia más respetuosa y sustentable.
Los objetivos de este artículo son:
primero, exponer y analizar el diagnóstico heideggeriano sobre la técnica y su
vínculo con el problema ecológico; segundo, contrastar esta visión con
perspectivas filosóficas contemporáneas que ofrecen respuestas constructivas; y
tercero, discutir las implicaciones éticas y prácticas de estas reflexiones
para la filosofía ambiental y la acción socioambiental. La metodología empleada
es principalmente conceptual y crítica, apoyándose en el análisis de textos
primarios y secundarios relevantes en el ámbito de la filosofía de la técnica y
la filosofía ambiental.
El artículo se estructura en siete
secciones. Tras esta introducción, la segunda sección contextualiza
filosóficamente la cuestión de la técnica, trazando un recorrido desde sus
orígenes hasta la formulación heideggeriana. La tercera sección desarrolla en
profundidad la crítica ontológica de Heidegger a la técnica. La cuarta examina
la relación entre esta crítica y el problema ecológico, evidenciando sus
consecuencias y alcance. La quinta presenta perspectivas constructivas que
dialogan con el pensamiento heideggeriano. La sexta discute las implicaciones
prácticas y éticas de estas reflexiones. Finalmente, la séptima sección
concluye sintetizando los hallazgos, reflexionando críticamente y proponiendo
líneas futuras de investigación.
De esta manera, se busca contribuir a la
comprensión filosófica del desafío ambiental desde una perspectiva que integra
crítica ontológica, ética y política, ofreciendo un análisis riguroso y
pertinente para la filosofía ante los desafíos socioambientales contemporáneos.
2.
Contextualización
filosófica
La reflexión filosófica sobre la técnica ha
sido una constante desde la antigüedad, aunque su significación y alcance han
variado según las circunstancias históricas y culturales. En términos
generales, la técnica se ha concebido tradicionalmente como el conjunto de
saberes y procedimientos orientados a la producción y transformación de
objetos, una actividad instrumental al servicio de los fines humanos. Esta
visión instrumentalista, que remite a Aristóteles y su concepto de techne
como arte o habilidad para la producción, ha prevalecido durante siglos y ha
sustentado la idea de que la técnica es neutral, un simple medio que puede ser
empleado para bien o para mal.
Sin embargo, el desarrollo acelerado y
masivo de las tecnologías modernas a partir de la Revolución Industrial y,
posteriormente, con la expansión de la tecnología digital, ha puesto en
cuestión esta neutralidad. La técnica ya no es solo un medio para alcanzar
fines humanos, sino que se configura como un modo específico de relación con el
mundo, capaz de transformar radicalmente la realidad natural y social. Este
cambio de perspectiva ha impulsado una reflexión filosófica más profunda y
crítica sobre la técnica, de la cual Martin Heidegger es una figura central.
En su ensayo La pregunta por la técnica
(1954), Heidegger se distancia de la concepción instrumental y funcionalista
tradicional para presentar una crítica ontológica de la técnica. Según
Heidegger, la técnica moderna no es solo un conjunto de herramientas o
procedimientos, sino una forma particular de revelación o desocultamiento
del ser. Esta forma de revelar, a la que denomina Gestell o
“enmarcamiento”, implica que la naturaleza deja de ser un conjunto de entidades
vivas y se convierte en un “fondo” disponible para la extracción, la
explotación y la acumulación.
Heidegger afirma que el Gestell no
es simplemente un invento humano, sino una esencia que impone un modo de estar
en el mundo donde todo —incluyendo a los seres humanos— queda reducido a
“recursos” o “material bruto” que esperan ser utilizados y controlados. Esta
reducción ontológica conlleva el “olvido del ser”, entendido como la pérdida de
la capacidad para reconocer la naturaleza en su dimensión profunda y para
relacionarse con ella desde un modo de existencia auténtico y meditativo.
Este olvido del ser, que se configura como
el trasfondo filosófico de la crisis ambiental, se traduce en una relación
depredadora con la naturaleza, basada en la extracción ilimitada y la
tecnificación extrema. En palabras de Heidegger: “La esencia de la técnica no
reside en lo técnico, sino en un modo de desocultamiento, que no puede ser
pensado ni como un fenómeno técnico ni siquiera como algo puramente humano”[1].
Así, la crítica heideggeriana abre una
nueva perspectiva para pensar la técnica y la naturaleza, no desde un punto de
vista instrumental, sino desde una interrogación profunda sobre el sentido del
ser y la relación del ser humano con el mundo.
Este marco filosófico contrasta con otras
corrientes que han surgido en el siglo XX en torno a la ética ambiental y la
filosofía de la naturaleza, tales como la ética de la responsabilidad de Hans
Jonas, quien plantea la necesidad de una ética que asuma la incertidumbre y el
riesgo inherentes a la tecnología moderna[2]; o la
ecología profunda de Arne Naess, que defiende una concepción biocéntrica y
holística del mundo natural[3]. También
es relevante el enfoque fenomenológico de Maurice Merleau-Ponty, que enfatiza
la experiencia encarnada y sensorial como base para una reconexión con la
naturaleza[4].
En síntesis, la contextualización
filosófica de la técnica permite comprender que la crisis ecológica no es solo
un problema técnico o científico, sino un síntoma de un cambio ontológico
radical en la relación humana con el mundo. Esta comprensión exige no solo una
revisión ética, sino una transformación del modo de pensar y vivir la técnica.
3.
Heidegger y la crítica
ontológica de la técnica
Martin Heidegger plantea en su ensayo La
pregunta por la técnica una revisión profunda y radical del significado de
la técnica moderna. Contrario a la visión común que entiende la técnica
simplemente como un conjunto de herramientas o medios neutrales al servicio de
fines humanos, Heidegger sostiene que la técnica es una forma de desocultamiento
(aletheia) —un modo en que la verdad se revela— y, al mismo tiempo, un modo de
relación con el ser y el mundo que configura nuestra existencia.
Para Heidegger, la esencia de la técnica no
está en los objetos técnicos mismos, ni en la instrumentalidad o el cálculo,
sino en un modo particular de revelación que él denomina Gestell,
traducido habitualmente como “enmarcamiento”. Este concepto designa una forma
de arraigamiento o puesta en escena que determina la forma en que
el ser humano accede y organiza la realidad. En este sentido, la técnica
moderna impone un modo uniforme y totalizante de entender al mundo,
reduciéndolo a un “fondo” de recursos (“Bestand”) disponibles para su
extracción y manipulación sin consideración por su ser más profundo.
Heidegger afirma:
“La esencia de la técnica no es algo
tecnológico. Por eso no es algo que pueda ser comprendido con claridad
simplemente analizando máquinas y dispositivos técnicos.”[5]
Este enmarcamiento lleva al olvido del ser,
pues la técnica moderna, al transformar el mundo en recurso, oculta la
posibilidad de una relación más auténtica y meditativa con la naturaleza. La
naturaleza ya no se manifiesta como un ente con un modo propio de ser, sino
como algo instrumentalizable, cuantificable y explotable. Así, el ser humano se
convierte a su vez en un mero recurso dentro de este sistema técnico, perdiendo
su capacidad de relacionarse de forma auténtica y creativa con el mundo.
Heidegger contrapone esta visión a la
experiencia previa de la técnica antigua o artesanal, que tenía un carácter más
poético y revelador, donde la técnica era un modo de physis o
“desocultamiento natural” y no simplemente de dominio. Por ejemplo, en la
antigua Grecia, la técnica se vinculaba con el techne entendido como
arte o habilidad que permitía la revelación de la verdad del ser en su
concreción, lo cual estaba más en consonancia con una experiencia auténtica del
mundo.
El diagnóstico heideggeriano implica que la
técnica moderna es una forma de “destino” (Schicksal) que, si no es comprendida
y enfrentada, conduce a una relación destructiva y alienante con la naturaleza
y el ser humano. Esta crisis ontológica no es sólo un problema práctico sino
una crisis del sentido mismo de la existencia y del ser.
El pensamiento de Heidegger ha sido
fundamental para desarrollar una filosofía ambiental crítica que identifique en
la técnica la raíz profunda de la crisis ecológica. Su análisis revela que la
solución a esta crisis no puede limitarse a un cambio tecnológico o político
superficial, sino que requiere un giro ontológico: la recuperación del ser y
una nueva manera de habitar el mundo.
4.
La crítica
heideggeriana y el problema ecológico
La crisis ecológica contemporánea, con sus
múltiples manifestaciones —cambio climático, pérdida de biodiversidad,
contaminación, agotamiento de recursos—, ha motivado la necesidad de entender
sus raíces más profundas. En este sentido, la crítica ontológica de Martin
Heidegger a la técnica ofrece una interpretación valiosa para explicar el
carácter estructural y existencial de la problemática ambiental.
Según Heidegger, la técnica moderna
configura un modo particular de relación con la naturaleza que la reduce a un
mero “fondo” o “reserva” (Bestand) de recursos disponibles para ser
explotados. Esta reducción implica que el mundo natural pierde su estatuto de
“ente” con un ser propio y se transforma en un stock cuantificable que puede
ser manejado y utilizado sin consideración por su integridad ni valor
intrínseco. El ser humano, en esta lógica técnica, adopta un papel instrumental
y de dominio, en el que la naturaleza es solo un medio para sus fines, y no un
fin en sí misma.
Este modo de relación técnica, arraigado en
el Gestell o “enmarcamiento”, conlleva el olvido del ser, entendido como
la pérdida de la capacidad para reconocer y respetar la naturaleza en su
totalidad y complejidad. Como señala Heidegger:
“El enmarcamiento ordena a todo, pero
también encierra a todo en el cálculo y en la extracción. La naturaleza se
convierte en energía y materia prima, y el ser humano queda atrapado en la
función de gestor de esta reserva.”[6]
Esta reducción instrumental es precisamente
la raíz del problema ecológico. La crisis ambiental no es un simple accidente o
problema técnico que pueda solucionarse con más tecnología, sino el resultado
de un modo de existencia que instrumentaliza y aliena al ser humano y al mundo
natural. La naturaleza ya no es un lugar de habitar sino un objeto de
dominación y extracción.
El análisis heideggeriano invita a pensar
la crisis ecológica desde una perspectiva ontológica, que trasciende las
soluciones técnicas inmediatas para indagar en el modo de ser y de habitar el
mundo que ha generado la crisis. Solo comprendiendo y confrontando el Gestell
es posible abrir espacios para formas alternativas de relación con la
naturaleza, que reconozcan su valor intrínseco y promuevan modos de existencia
más auténticos.
Además, Heidegger señala que esta crisis
también tiene una dimensión humana y existencial, pues el olvido del ser afecta
la manera en que los individuos se relacionan consigo mismos, con los otros y
con la tierra. La técnica que configura el mundo como recurso conduce a una
pérdida de sentido y a una existencia desarraigada y fragmentada. El propio ser
humano es cosificado dentro del sistema técnico, perdiendo su capacidad de
contemplar y respetar la riqueza del ser.
Es importante, sin embargo, matizar que
Heidegger no propone un rechazo absoluto o ingenuo de la técnica, sino una
transformación de nuestra comprensión y relación con ella. La técnica puede ser
repensada y orientada hacia modos de revelación que no sean dominantes ni destructivos.
La pregunta por la técnica, para Heidegger, es una invitación a meditar sobre
el modo en que el ser se despliega en el mundo y a abrirnos a una forma de
habitar más poética y respetuosa.
Este diagnóstico heideggeriano ha sido
retomado y ampliado en la filosofía ambiental contemporánea. Por ejemplo, Arne
Naess, con su ecología profunda, invita a superar la visión antropocéntrica y a
reconocer el valor intrínseco de todos los seres vivos, lo que implica un
cambio radical en la relación con la naturaleza[7] Por su
parte, Hans Jonas propone una ética de la responsabilidad que reconoce la
vulnerabilidad del mundo y la necesidad de actuar con prudencia y respeto hacia
las generaciones futuras[8].
En resumen, la crítica de Heidegger a la
técnica proporciona un marco conceptual para entender la crisis ecológica no
solo como un problema ambiental sino como una crisis ontológica y existencial.
Reconocer esta dimensión es fundamental para impulsar transformaciones
profundas en nuestra manera de pensar, actuar y convivir con la naturaleza.
5.
Perspectivas
constructivas frente a la técnica y la crisis ecológica
Aunque la crítica de Heidegger a la técnica
como raíz del problema ecológico es profunda y reveladora, también existen
perspectivas filosóficas que, sin desconocer esta crítica, buscan propuestas
constructivas para superar la relación depredadora con la naturaleza. Estas
perspectivas enfatizan una transformación ética, ontológica y práctica que
permita restablecer una relación más armoniosa y sostenible con el mundo
natural.
5.1. La ética de la responsabilidad de Hans Jonas
Hans Jonas representa una voz fundamental
en la filosofía contemporánea que busca articular una ética capaz de responder
a los desafíos planteados por la tecnología y la crisis ecológica. En su obra El
principio de responsabilidad, Jonas sostiene que la humanidad debe asumir
una responsabilidad ética ampliada que contemple no solo a las generaciones
presentes, sino también a las futuras y a la totalidad de la biosfera.
Jonas plantea que la capacidad tecnológica
para transformar la naturaleza y la vida humana ha generado un poder sin
precedentes, el cual debe ser guiado por un principio ético fundamentado en la
precaución y el respeto. Para Jonas:
“La capacidad técnica de producir efectos
catastróficos es, en sí misma, un mandato para controlar el uso de ese poder con
la máxima responsabilidad.”[9]
Este enfoque ético introduce la idea de un
deber hacia el futuro y hacia la integridad ecológica que trasciende el egoísmo
y el utilitarismo que han caracterizado muchas prácticas tecnológicas.
5.2. La ecología profunda de Arne Naess
Otra propuesta constructiva es la ecología
profunda desarrollada por Arne Naess, que desafía la visión antropocéntrica
dominante y plantea una cosmovisión biocéntrica. Naess sostiene que la crisis
ambiental se debe a una visión reduccionista y jerárquica de la naturaleza que
privilegia el ser humano por encima de otros seres.
Naess propone un cambio radical en la
conciencia, que implica reconocer el valor intrínseco de todas las formas de
vida y desarrollar un estilo de vida más sencillo y armonioso con la
naturaleza. En palabras de Naess:
“La ecología profunda no solo quiere
proteger la naturaleza, sino promover una renovación cultural y espiritual que
nos permita vivir con humildad y respeto.”[10]
Esta perspectiva sugiere que la
transformación debe ser tanto individual como social, implicando una nueva
ética ambiental y una reorientación de las prácticas tecnológicas.
5.3. Fenomenología y la experiencia de la naturaleza
Desde un enfoque fenomenológico, autores
como Maurice Merleau-Ponty ofrecen una vía para reconectar con la naturaleza a
través de la experiencia encarnada y sensorial. Merleau-Ponty enfatiza que el
ser humano está siempre ya inmerso en el mundo a través de su cuerpo, y que
esta corporeidad es la base para una relación genuina y ética con el entorno
natural.
La fenomenología propone que la percepción
sensible puede revelar la riqueza y singularidad de la naturaleza, superando la
visión abstracta y utilitarista. Esta experiencia puede abrir caminos para un
respeto profundo y un cuidado auténtico.
5.4. La técnica como oportunidad para un nuevo habitar
Por último, algunos filósofos
contemporáneos, inspirados en Heidegger, ven en la técnica no solo un peligro
sino también una oportunidad para repensar el habitar humano en el planeta.
Esta perspectiva sostiene que la técnica puede orientarse hacia la sostenibilidad,
la armonía y la restauración ecológica, si se transforma la comprensión que se
tiene de ella.
Esta renovación requiere un diálogo entre
ciencia, tecnología y filosofía que permita integrar valores éticos y estéticos
en el desarrollo tecnológico, promoviendo innovaciones que respeten la
biodiversidad y los ciclos naturales.
6.
Conclusiones
El análisis de Heidegger sobre la técnica y
su relación con la crisis ecológica ofrece un diagnóstico profundo y radical
sobre las raíces ontológicas y existenciales del problema ambiental. Su
concepto de Gestell como “enmarcamiento” revela cómo la técnica moderna
configura una forma de relación con la naturaleza que la reduce a un recurso
disponible para la explotación humana, provocando un olvido del ser que conduce
a la destrucción ecológica y a la alienación del propio ser humano.
Esta visión ontológica del problema nos
muestra que la crisis ecológica no puede abordarse únicamente con soluciones
técnicas o políticas superficiales, sino que requiere una transformación
profunda del modo en que el ser humano habita el mundo y se relaciona con la
naturaleza. La recuperación del sentido del ser y la adopción de un modo de
habitar más poético y respetuoso constituyen un desafío crucial para la
filosofía contemporánea y para la acción socioambiental.
Las perspectivas constructivas que
complementan la crítica heideggeriana, como la ética de la responsabilidad de
Hans Jonas, la ecología profunda de Arne Naess, la fenomenología de
Merleau-Ponty y propuestas de renovación técnica, aportan vías prometedoras
para repensar nuestra relación con la naturaleza. Estas posturas destacan la
importancia de una ética ampliada, una nueva conciencia biocéntrica, la
experiencia sensible y una técnica orientada hacia la sostenibilidad y el
cuidado.
Como reflexión crítica, es necesario
reconocer que ninguna de estas propuestas por sí sola puede resolver la
complejidad de la crisis ecológica. La respuesta debe ser multidimensional,
integrando análisis filosóficos, científicos, políticos y culturales que
permitan transformar el paradigma dominante. En este sentido, el pensamiento
filosófico, en particular el de Heidegger y sus interlocutores contemporáneos,
juega un papel fundamental para iluminar el horizonte de sentido en el que se
inscriben las prácticas humanas y sus consecuencias ecológicas.
Finalmente, se abren líneas futuras de
investigación que podrían profundizar en la articulación entre ontología, ética
y tecnología para diseñar modos de habitar el mundo que sean realmente
sostenibles y respetuosos con la diversidad vital. Además, explorar la
mediación entre conocimiento científico y sabiduría tradicional o indígena
puede enriquecer el diálogo y aportar soluciones más integrales a los desafíos
socioambientales.
En conclusión, retomar la crítica
heideggeriana junto con propuestas éticas y fenomenológicas puede contribuir a
un cambio de paradigma necesario para enfrentar la crisis ecológica de manera
auténtica, trascendiendo la lógica instrumental y reconectando al ser humano
con el ser y la naturaleza.
Bibliografía
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cuidado esencial: Ética de lo humano, compasión por la Tierra. Madrid:
Editorial Trotta, 2002.
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———. Carta sobre el
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Jonas, Hans. El
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tecnológica. Traducción de Joaquín Chamorro Mielke. Barcelona: Herder,
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Leff, Enrique. Saber
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Naess, Arne. Ecology, Community and Lifestyle:
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Cambridge University Press, 1989.
Zimmerman, Michael E. Heidegger’s Confrontation
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[1] Martin Heidegger, La
pregunta por la técnica, en Conferencias y artículos, trad. Helena
Cortés y Arturo Leyte (Barcelona: Editorial Serbal, 1994), 17.
[2] Hans Jonas, El principio de
responsabilidad. Ensayo de una ética para la civilización tecnológica,
trad. Joaquín Chamorro Mielke (Barcelona: Herder,
1995), 35.
[3] Arne Naess, Ecology, Community and Lifestyle: Outline of an Ecosophy, trans. David Rothenberg (Cambridge: Cambridge University Press, 1989), 20–22.
[4] Maurice Merleau-Ponty, Phenomenology of Perception, trans. Colin Smith (London: Routledge, 2002), 56–60.
[7] Naess, Ecology, Community and Lifestyle,
45–50.
[8] Jonas, El principio de
responsabilidad, 60–65.
[9] Ibid., 72.
[10] Naess, Ecology, Community and Lifestyle,
78.
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