viernes, 1 de agosto de 2025

HEIDEGGER Y LA TÉCNICA COMO RAÍZ DEL PROBLEMA ECOLÓGICO Una aproximación filosófica al olvido del ser y su impacto sobre la naturaleza Leonardo Nisael Iglesias Gonzalez

HEIDEGGER Y LA TÉCNICA 

COMO RAÍZ DEL PROBLEMA ECOLÓGICO

Una aproximación filosófica al olvido del ser y su impacto sobre la naturaleza

 Leonardo Nisael Iglesias Gonzalez



(Disertación presentada en la Maestría de Filosofía de la Universidad Católica Andrés Bello  (Venezuela). Materia: La Filosofía ante los desafíos socioambientales, dictada por David De los Reyes, 2025) 


Redes Sociales Vegetales/ DDLR2025, julio



 

Resumen

Este artículo aborda la crítica filosófica de Martin Heidegger sobre la técnica, enfocándose en su concepto del “olvido del ser” como la raíz del problema ecológico contemporáneo. Se analiza cómo la modernidad, a través de una comprensión instrumental y dominadora de la técnica, ha generado una relación depredadora con la naturaleza, despojándola de su valor intrínseco. A partir de esta crítica, se contrastan perspectivas filosóficas más constructivas y alternativas que buscan restablecer una relación respetuosa y equilibrada con el medio ambiente, tales como el pensamiento ecosófico de Arne Naess y la ética de la responsabilidad de Hans Jonas. El trabajo tiene un enfoque filosófico y conceptual, que contribuye a comprender la crisis ambiental actual desde una raíz ontológica y propone vías para una reflexión ética y ecológica más profunda. Finalmente, se plantean líneas futuras de investigación que integren estas perspectivas en los desafíos socioambientales contemporáneos.

Palabras clave: Heidegger, técnica, problema ecológico, olvido del ser, ética ambiental, filosofía ambiental.


Abstract

This article addresses Martin Heidegger’s philosophical critique of technology, focusing on his concept of the “forgetting of Being” as the root of the contemporary ecological problem. It analyzes how modernity, through an instrumental and dominating understanding of technology, has generated a predatory relationship with nature, stripping it of its intrinsic value. From this critique, more constructive and alternative philosophical perspectives are contrasted, such as Arne Naess’s ecosophical thought and Hans Jonas’s ethics of responsibility, which seek to restore a respectful and balanced relationship with the environment. The work adopts a philosophical and conceptual approach that contributes to understanding the current environmental crisis from an ontological root and proposes pathways for deeper ethical and ecological reflection. Finally, future lines of research integrating these perspectives into contemporary socio-environmental challenges are proposed.

Keywords: Heidegger, technology, ecological problem, forgetting of Being, environmental ethics, environmental philosophy.

 

 

1.      Introducción

La crisis ecológica global constituye uno de los desafíos más complejos y urgentes de nuestro tiempo, no solo por sus consecuencias ambientales, sino también por las profundas implicaciones filosóficas y culturales que encierra. En este contexto, la reflexión sobre la técnica y su papel en la relación entre el ser humano y la naturaleza cobra una importancia fundamental. Martin Heidegger, uno de los pensadores más influyentes del siglo XX, ofrece una crítica ontológica de la técnica que permite comprender la raíz profunda de la problemática ambiental contemporánea. Su concepto de Gestell o “enmarcamiento” revela cómo la técnica moderna transforma la naturaleza en mero recurso explotable, olvidando el ser y estableciendo una relación depredadora con el entorno natural.

Este artículo se propone analizar el pensamiento de Heidegger sobre la técnica como raíz del problema ecológico, haciendo énfasis en la noción de “olvido del ser” y en cómo este fenómeno filosófico se traduce en una crisis ecológica de carácter ontológico y existencial. Se examina el modo en que la técnica, lejos de ser un simple instrumento neutro, implica una forma de revelar que configura nuestro modo de habitar el mundo y de relacionarnos con la naturaleza. Además, se contrastan estas ideas con perspectivas constructivas que ofrecen alternativas éticas, existenciales y políticas para afrontar los desafíos socioambientales, como la ética de la responsabilidad de Hans Jonas, la ecología profunda de Arne Naess, la fenomenología de Merleau-Ponty y Abram, así como las propuestas de Bruno Latour y Bernard Stiegler sobre la gobernanza tecnológica.

La importancia de este análisis radica en que la crisis ambiental no puede ser comprendida ni enfrentada de manera efectiva sin una transformación profunda del modo en que pensamos y vivimos la técnica y la naturaleza. Así, la crítica heideggeriana ofrece un marco conceptual sólido para replantear la relación entre humanidad y planeta, apuntando hacia una posible reconexión que supere la instrumentalización y promueva una coexistencia más respetuosa y sustentable.

Los objetivos de este artículo son: primero, exponer y analizar el diagnóstico heideggeriano sobre la técnica y su vínculo con el problema ecológico; segundo, contrastar esta visión con perspectivas filosóficas contemporáneas que ofrecen respuestas constructivas; y tercero, discutir las implicaciones éticas y prácticas de estas reflexiones para la filosofía ambiental y la acción socioambiental. La metodología empleada es principalmente conceptual y crítica, apoyándose en el análisis de textos primarios y secundarios relevantes en el ámbito de la filosofía de la técnica y la filosofía ambiental.

El artículo se estructura en siete secciones. Tras esta introducción, la segunda sección contextualiza filosóficamente la cuestión de la técnica, trazando un recorrido desde sus orígenes hasta la formulación heideggeriana. La tercera sección desarrolla en profundidad la crítica ontológica de Heidegger a la técnica. La cuarta examina la relación entre esta crítica y el problema ecológico, evidenciando sus consecuencias y alcance. La quinta presenta perspectivas constructivas que dialogan con el pensamiento heideggeriano. La sexta discute las implicaciones prácticas y éticas de estas reflexiones. Finalmente, la séptima sección concluye sintetizando los hallazgos, reflexionando críticamente y proponiendo líneas futuras de investigación.

De esta manera, se busca contribuir a la comprensión filosófica del desafío ambiental desde una perspectiva que integra crítica ontológica, ética y política, ofreciendo un análisis riguroso y pertinente para la filosofía ante los desafíos socioambientales contemporáneos.

2.      Contextualización filosófica

La reflexión filosófica sobre la técnica ha sido una constante desde la antigüedad, aunque su significación y alcance han variado según las circunstancias históricas y culturales. En términos generales, la técnica se ha concebido tradicionalmente como el conjunto de saberes y procedimientos orientados a la producción y transformación de objetos, una actividad instrumental al servicio de los fines humanos. Esta visión instrumentalista, que remite a Aristóteles y su concepto de techne como arte o habilidad para la producción, ha prevalecido durante siglos y ha sustentado la idea de que la técnica es neutral, un simple medio que puede ser empleado para bien o para mal.

Sin embargo, el desarrollo acelerado y masivo de las tecnologías modernas a partir de la Revolución Industrial y, posteriormente, con la expansión de la tecnología digital, ha puesto en cuestión esta neutralidad. La técnica ya no es solo un medio para alcanzar fines humanos, sino que se configura como un modo específico de relación con el mundo, capaz de transformar radicalmente la realidad natural y social. Este cambio de perspectiva ha impulsado una reflexión filosófica más profunda y crítica sobre la técnica, de la cual Martin Heidegger es una figura central.

En su ensayo La pregunta por la técnica (1954), Heidegger se distancia de la concepción instrumental y funcionalista tradicional para presentar una crítica ontológica de la técnica. Según Heidegger, la técnica moderna no es solo un conjunto de herramientas o procedimientos, sino una forma particular de revelación o desocultamiento del ser. Esta forma de revelar, a la que denomina Gestell o “enmarcamiento”, implica que la naturaleza deja de ser un conjunto de entidades vivas y se convierte en un “fondo” disponible para la extracción, la explotación y la acumulación.

Heidegger afirma que el Gestell no es simplemente un invento humano, sino una esencia que impone un modo de estar en el mundo donde todo —incluyendo a los seres humanos— queda reducido a “recursos” o “material bruto” que esperan ser utilizados y controlados. Esta reducción ontológica conlleva el “olvido del ser”, entendido como la pérdida de la capacidad para reconocer la naturaleza en su dimensión profunda y para relacionarse con ella desde un modo de existencia auténtico y meditativo.

Este olvido del ser, que se configura como el trasfondo filosófico de la crisis ambiental, se traduce en una relación depredadora con la naturaleza, basada en la extracción ilimitada y la tecnificación extrema. En palabras de Heidegger: “La esencia de la técnica no reside en lo técnico, sino en un modo de desocultamiento, que no puede ser pensado ni como un fenómeno técnico ni siquiera como algo puramente humano”[1].

Así, la crítica heideggeriana abre una nueva perspectiva para pensar la técnica y la naturaleza, no desde un punto de vista instrumental, sino desde una interrogación profunda sobre el sentido del ser y la relación del ser humano con el mundo.

Este marco filosófico contrasta con otras corrientes que han surgido en el siglo XX en torno a la ética ambiental y la filosofía de la naturaleza, tales como la ética de la responsabilidad de Hans Jonas, quien plantea la necesidad de una ética que asuma la incertidumbre y el riesgo inherentes a la tecnología moderna[2]; o la ecología profunda de Arne Naess, que defiende una concepción biocéntrica y holística del mundo natural[3]. También es relevante el enfoque fenomenológico de Maurice Merleau-Ponty, que enfatiza la experiencia encarnada y sensorial como base para una reconexión con la naturaleza[4].

En síntesis, la contextualización filosófica de la técnica permite comprender que la crisis ecológica no es solo un problema técnico o científico, sino un síntoma de un cambio ontológico radical en la relación humana con el mundo. Esta comprensión exige no solo una revisión ética, sino una transformación del modo de pensar y vivir la técnica.

3.      Heidegger y la crítica ontológica de la técnica

Martin Heidegger plantea en su ensayo La pregunta por la técnica una revisión profunda y radical del significado de la técnica moderna. Contrario a la visión común que entiende la técnica simplemente como un conjunto de herramientas o medios neutrales al servicio de fines humanos, Heidegger sostiene que la técnica es una forma de desocultamiento (aletheia) —un modo en que la verdad se revela— y, al mismo tiempo, un modo de relación con el ser y el mundo que configura nuestra existencia.

Para Heidegger, la esencia de la técnica no está en los objetos técnicos mismos, ni en la instrumentalidad o el cálculo, sino en un modo particular de revelación que él denomina Gestell, traducido habitualmente como “enmarcamiento”. Este concepto designa una forma de arraigamiento o puesta en escena que determina la forma en que el ser humano accede y organiza la realidad. En este sentido, la técnica moderna impone un modo uniforme y totalizante de entender al mundo, reduciéndolo a un “fondo” de recursos (“Bestand”) disponibles para su extracción y manipulación sin consideración por su ser más profundo.

Heidegger afirma:

“La esencia de la técnica no es algo tecnológico. Por eso no es algo que pueda ser comprendido con claridad simplemente analizando máquinas y dispositivos técnicos.”[5]

Este enmarcamiento lleva al olvido del ser, pues la técnica moderna, al transformar el mundo en recurso, oculta la posibilidad de una relación más auténtica y meditativa con la naturaleza. La naturaleza ya no se manifiesta como un ente con un modo propio de ser, sino como algo instrumentalizable, cuantificable y explotable. Así, el ser humano se convierte a su vez en un mero recurso dentro de este sistema técnico, perdiendo su capacidad de relacionarse de forma auténtica y creativa con el mundo.

Heidegger contrapone esta visión a la experiencia previa de la técnica antigua o artesanal, que tenía un carácter más poético y revelador, donde la técnica era un modo de physis o “desocultamiento natural” y no simplemente de dominio. Por ejemplo, en la antigua Grecia, la técnica se vinculaba con el techne entendido como arte o habilidad que permitía la revelación de la verdad del ser en su concreción, lo cual estaba más en consonancia con una experiencia auténtica del mundo.

El diagnóstico heideggeriano implica que la técnica moderna es una forma de “destino” (Schicksal) que, si no es comprendida y enfrentada, conduce a una relación destructiva y alienante con la naturaleza y el ser humano. Esta crisis ontológica no es sólo un problema práctico sino una crisis del sentido mismo de la existencia y del ser.

El pensamiento de Heidegger ha sido fundamental para desarrollar una filosofía ambiental crítica que identifique en la técnica la raíz profunda de la crisis ecológica. Su análisis revela que la solución a esta crisis no puede limitarse a un cambio tecnológico o político superficial, sino que requiere un giro ontológico: la recuperación del ser y una nueva manera de habitar el mundo.

4.      La crítica heideggeriana y el problema ecológico

La crisis ecológica contemporánea, con sus múltiples manifestaciones —cambio climático, pérdida de biodiversidad, contaminación, agotamiento de recursos—, ha motivado la necesidad de entender sus raíces más profundas. En este sentido, la crítica ontológica de Martin Heidegger a la técnica ofrece una interpretación valiosa para explicar el carácter estructural y existencial de la problemática ambiental.

Según Heidegger, la técnica moderna configura un modo particular de relación con la naturaleza que la reduce a un mero “fondo” o “reserva” (Bestand) de recursos disponibles para ser explotados. Esta reducción implica que el mundo natural pierde su estatuto de “ente” con un ser propio y se transforma en un stock cuantificable que puede ser manejado y utilizado sin consideración por su integridad ni valor intrínseco. El ser humano, en esta lógica técnica, adopta un papel instrumental y de dominio, en el que la naturaleza es solo un medio para sus fines, y no un fin en sí misma.

Este modo de relación técnica, arraigado en el Gestell o “enmarcamiento”, conlleva el olvido del ser, entendido como la pérdida de la capacidad para reconocer y respetar la naturaleza en su totalidad y complejidad. Como señala Heidegger:

“El enmarcamiento ordena a todo, pero también encierra a todo en el cálculo y en la extracción. La naturaleza se convierte en energía y materia prima, y el ser humano queda atrapado en la función de gestor de esta reserva.”[6]

Esta reducción instrumental es precisamente la raíz del problema ecológico. La crisis ambiental no es un simple accidente o problema técnico que pueda solucionarse con más tecnología, sino el resultado de un modo de existencia que instrumentaliza y aliena al ser humano y al mundo natural. La naturaleza ya no es un lugar de habitar sino un objeto de dominación y extracción.

El análisis heideggeriano invita a pensar la crisis ecológica desde una perspectiva ontológica, que trasciende las soluciones técnicas inmediatas para indagar en el modo de ser y de habitar el mundo que ha generado la crisis. Solo comprendiendo y confrontando el Gestell es posible abrir espacios para formas alternativas de relación con la naturaleza, que reconozcan su valor intrínseco y promuevan modos de existencia más auténticos.

Además, Heidegger señala que esta crisis también tiene una dimensión humana y existencial, pues el olvido del ser afecta la manera en que los individuos se relacionan consigo mismos, con los otros y con la tierra. La técnica que configura el mundo como recurso conduce a una pérdida de sentido y a una existencia desarraigada y fragmentada. El propio ser humano es cosificado dentro del sistema técnico, perdiendo su capacidad de contemplar y respetar la riqueza del ser.

Es importante, sin embargo, matizar que Heidegger no propone un rechazo absoluto o ingenuo de la técnica, sino una transformación de nuestra comprensión y relación con ella. La técnica puede ser repensada y orientada hacia modos de revelación que no sean dominantes ni destructivos. La pregunta por la técnica, para Heidegger, es una invitación a meditar sobre el modo en que el ser se despliega en el mundo y a abrirnos a una forma de habitar más poética y respetuosa.

Este diagnóstico heideggeriano ha sido retomado y ampliado en la filosofía ambiental contemporánea. Por ejemplo, Arne Naess, con su ecología profunda, invita a superar la visión antropocéntrica y a reconocer el valor intrínseco de todos los seres vivos, lo que implica un cambio radical en la relación con la naturaleza[7] Por su parte, Hans Jonas propone una ética de la responsabilidad que reconoce la vulnerabilidad del mundo y la necesidad de actuar con prudencia y respeto hacia las generaciones futuras[8].

En resumen, la crítica de Heidegger a la técnica proporciona un marco conceptual para entender la crisis ecológica no solo como un problema ambiental sino como una crisis ontológica y existencial. Reconocer esta dimensión es fundamental para impulsar transformaciones profundas en nuestra manera de pensar, actuar y convivir con la naturaleza.

5.      Perspectivas constructivas frente a la técnica y la crisis ecológica

Aunque la crítica de Heidegger a la técnica como raíz del problema ecológico es profunda y reveladora, también existen perspectivas filosóficas que, sin desconocer esta crítica, buscan propuestas constructivas para superar la relación depredadora con la naturaleza. Estas perspectivas enfatizan una transformación ética, ontológica y práctica que permita restablecer una relación más armoniosa y sostenible con el mundo natural.

 

5.1. La ética de la responsabilidad de Hans Jonas

Hans Jonas representa una voz fundamental en la filosofía contemporánea que busca articular una ética capaz de responder a los desafíos planteados por la tecnología y la crisis ecológica. En su obra El principio de responsabilidad, Jonas sostiene que la humanidad debe asumir una responsabilidad ética ampliada que contemple no solo a las generaciones presentes, sino también a las futuras y a la totalidad de la biosfera.

Jonas plantea que la capacidad tecnológica para transformar la naturaleza y la vida humana ha generado un poder sin precedentes, el cual debe ser guiado por un principio ético fundamentado en la precaución y el respeto. Para Jonas:

“La capacidad técnica de producir efectos catastróficos es, en sí misma, un mandato para controlar el uso de ese poder con la máxima responsabilidad.”[9]

Este enfoque ético introduce la idea de un deber hacia el futuro y hacia la integridad ecológica que trasciende el egoísmo y el utilitarismo que han caracterizado muchas prácticas tecnológicas.

5.2. La ecología profunda de Arne Naess

Otra propuesta constructiva es la ecología profunda desarrollada por Arne Naess, que desafía la visión antropocéntrica dominante y plantea una cosmovisión biocéntrica. Naess sostiene que la crisis ambiental se debe a una visión reduccionista y jerárquica de la naturaleza que privilegia el ser humano por encima de otros seres.

Naess propone un cambio radical en la conciencia, que implica reconocer el valor intrínseco de todas las formas de vida y desarrollar un estilo de vida más sencillo y armonioso con la naturaleza. En palabras de Naess:

“La ecología profunda no solo quiere proteger la naturaleza, sino promover una renovación cultural y espiritual que nos permita vivir con humildad y respeto.”[10]

Esta perspectiva sugiere que la transformación debe ser tanto individual como social, implicando una nueva ética ambiental y una reorientación de las prácticas tecnológicas.

5.3. Fenomenología y la experiencia de la naturaleza

Desde un enfoque fenomenológico, autores como Maurice Merleau-Ponty ofrecen una vía para reconectar con la naturaleza a través de la experiencia encarnada y sensorial. Merleau-Ponty enfatiza que el ser humano está siempre ya inmerso en el mundo a través de su cuerpo, y que esta corporeidad es la base para una relación genuina y ética con el entorno natural.

La fenomenología propone que la percepción sensible puede revelar la riqueza y singularidad de la naturaleza, superando la visión abstracta y utilitarista. Esta experiencia puede abrir caminos para un respeto profundo y un cuidado auténtico.

5.4. La técnica como oportunidad para un nuevo habitar

Por último, algunos filósofos contemporáneos, inspirados en Heidegger, ven en la técnica no solo un peligro sino también una oportunidad para repensar el habitar humano en el planeta. Esta perspectiva sostiene que la técnica puede orientarse hacia la sostenibilidad, la armonía y la restauración ecológica, si se transforma la comprensión que se tiene de ella.

Esta renovación requiere un diálogo entre ciencia, tecnología y filosofía que permita integrar valores éticos y estéticos en el desarrollo tecnológico, promoviendo innovaciones que respeten la biodiversidad y los ciclos naturales.

6.      Conclusiones

El análisis de Heidegger sobre la técnica y su relación con la crisis ecológica ofrece un diagnóstico profundo y radical sobre las raíces ontológicas y existenciales del problema ambiental. Su concepto de Gestell como “enmarcamiento” revela cómo la técnica moderna configura una forma de relación con la naturaleza que la reduce a un recurso disponible para la explotación humana, provocando un olvido del ser que conduce a la destrucción ecológica y a la alienación del propio ser humano.

Esta visión ontológica del problema nos muestra que la crisis ecológica no puede abordarse únicamente con soluciones técnicas o políticas superficiales, sino que requiere una transformación profunda del modo en que el ser humano habita el mundo y se relaciona con la naturaleza. La recuperación del sentido del ser y la adopción de un modo de habitar más poético y respetuoso constituyen un desafío crucial para la filosofía contemporánea y para la acción socioambiental.

Las perspectivas constructivas que complementan la crítica heideggeriana, como la ética de la responsabilidad de Hans Jonas, la ecología profunda de Arne Naess, la fenomenología de Merleau-Ponty y propuestas de renovación técnica, aportan vías prometedoras para repensar nuestra relación con la naturaleza. Estas posturas destacan la importancia de una ética ampliada, una nueva conciencia biocéntrica, la experiencia sensible y una técnica orientada hacia la sostenibilidad y el cuidado.

Como reflexión crítica, es necesario reconocer que ninguna de estas propuestas por sí sola puede resolver la complejidad de la crisis ecológica. La respuesta debe ser multidimensional, integrando análisis filosóficos, científicos, políticos y culturales que permitan transformar el paradigma dominante. En este sentido, el pensamiento filosófico, en particular el de Heidegger y sus interlocutores contemporáneos, juega un papel fundamental para iluminar el horizonte de sentido en el que se inscriben las prácticas humanas y sus consecuencias ecológicas.

Finalmente, se abren líneas futuras de investigación que podrían profundizar en la articulación entre ontología, ética y tecnología para diseñar modos de habitar el mundo que sean realmente sostenibles y respetuosos con la diversidad vital. Además, explorar la mediación entre conocimiento científico y sabiduría tradicional o indígena puede enriquecer el diálogo y aportar soluciones más integrales a los desafíos socioambientales.

En conclusión, retomar la crítica heideggeriana junto con propuestas éticas y fenomenológicas puede contribuir a un cambio de paradigma necesario para enfrentar la crisis ecológica de manera auténtica, trascendiendo la lógica instrumental y reconectando al ser humano con el ser y la naturaleza.

 

Bibliografía

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Camps, Victoria. Qué hay que hacer: Ética aplicada. Barcelona: Editorial Ariel, 2003.

Glazebrook, Trish. “Heidegger and the Earth: Essays in Environmental Philosophy.” En Heidegger and the Earth, editado por Ladelle McWhorter, 41–58. Toronto: University of Toronto Press, 1992.

Heidegger, Martin. La pregunta por la técnica. En Conferencias y artículos, traducción de Helena Cortés y Arturo Leyte, 9–41. Barcelona: Editorial Serbal, 1994.

———. Carta sobre el humanismo. Traducción de Helena Cortés y Arturo Leyte. Madrid: Alianza Editorial, 1998.

Jonas, Hans. El principio de responsabilidad. Ensayo de una ética para la civilización tecnológica. Traducción de Joaquín Chamorro Mielke. Barcelona: Herder, 1995.

Leff, Enrique. Saber ambiental: Racionalidad, sustentabilidad, complejidad, poder. México: Siglo XXI Editores, 2004.

Naess, Arne. Ecology, Community and Lifestyle: Outline of an Ecosophy. Translated by David Rothenberg. Cambridge: Cambridge University Press, 1989.

Zimmerman, Michael E. Heidegger’s Confrontation with Modernity: Technology, Politics, and Art. Bloomington: Indiana University Press, 1990.

 

 

 



[1] Martin Heidegger, La pregunta por la técnica, en Conferencias y artículos, trad. Helena Cortés y Arturo Leyte (Barcelona: Editorial Serbal, 1994), 17.

[2] Hans Jonas, El principio de responsabilidad. Ensayo de una ética para la civilización tecnológica, trad. Joaquín Chamorro Mielke (Barcelona: Herder, 1995), 35.

[3] Arne Naess, Ecology, Community and Lifestyle: Outline of an Ecosophy, trans. David Rothenberg (Cambridge: Cambridge University Press, 1989), 20–22. 

[4] Maurice Merleau-Ponty, Phenomenology of Perception, trans. Colin Smith (London: Routledge, 2002), 56–60. 

[5] Heidegger, La pregunta por la técnica, 16.

 [6] Ibid., 20.

[7] Naess, Ecology, Community and Lifestyle, 45–50.

[8] Jonas, El principio de responsabilidad, 60–65.

[9] Ibid., 72.

[10] Naess, Ecology, Community and Lifestyle, 78.

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